Los carros de combate están siendo uno de los objetivos más fáciles de destruir por el ejército ucraniano. Los fallos de diseño conocidos se unen a los misiles antitanques que países como España han enviado al país de Volodímir Zelenski y da como resultado cientos de bajas confirmadas. Pero, hasta hace unos días, ninguna de ellas había tenido como protagonista el tanque más avanzado del que dispone el Kremlin.
El despliegue del tanque T-90M, como así se llama, se produjo el 25 de abril y con su llegada prometía reforzar las filas de la artillería rusa tras la reconcentración de efectivos en el este de Ucrania. Y tan solo unos días después ya engrosa la lista de blindados destruidos.
Algunos analistas apuntan a que esta incorporación tan tardía responde a unas unidades muy limitadas del carro de combate más avanzado. El primer lote se entregó a las fuerzas terrestres de Moscú en la primavera de 2020 y se estima que actualmente tan solo hay unas 100 unidades en servicio y se desconoce cuántas más se incorporarán.
Caballo de batalla
El T-90M es un modelo actualizado y modernizado del tanque T-90 que se desarrolló a finales de los 80 —todavía en era soviética— e inició su vida operativa en 1992. Con esta nueva plataforma buscaban repetir el éxito de los ya anticuados T-72 y T-80 que tan buenos resultados le habían dado a Moscú en las diferentes contiendas de los 70 y 80.
Ya en la era de la Federación Rusa, se llevaron a cabo trabajos de mejoras y actualizaciones del modelo base. Generando versiones como la T-90A que inició operaciones en 2004 y la T-90M que se presentó en 2017 y no entró en servicio hasta 2020. Esta última es una de las grandes apuestas del Kremlin hasta que el prometido T-14 Armata entre en servicio.
Actualmente, existen tanto tanques T-90A reconvertidos a T-90M como unidades de nueva factura, proporcionando dos vías de actualización para conseguir la última tecnología. Entre esas novedades aplicadas, se encuentra un nuevo blindaje reactivo explosivo que proporciona mejor protección contra ataques de ojivas en tándem y reduce significativamente la penetración de munición perforadora.
También se añadieron refuerzos en zonas sensibles con redes que mejoran la protección contra ciertos tipos de armas antitanque, según recoge Military Today. Las especificaciones de protección se complementan con equipos NBQ y un sistema automático de extinción de incendios.
En cuanto al sistema de armas, el T-90M equipa un cañón 2A46M-4 que proporciona más alcance y una precisión hasta 20% mayor que los antiguos instalados en los T-90. Emplea la misma munición estandarizada de 120 milímetros y puede disparar munición perforadora, explosiva con fragmentación y misiles antitanques guiados.
Si bien el alcance efectivo y preciso de la munición perforadora se queda en 4 kilómetros, la de fragmentación alcanza los 10 kilómetros y el misil anticarro puede llegar hasta los 5. El espacio interior del T-90M le permite acarrear 43 rondas de munición con 22 almacenadas en el sistema de recarga automática.
El arma secundaria de este tanque es una ametralladora de 7,62 milímetros que se combina con una ametralladora pesada colocada en la parte superior de 12,7 milímetros. Ambas operadas tras el blindaje. El tanque dispone de contramedidas con lanzadores de granadas de humo que consigue evitar ser marcado como objetivo por un láser.
Otra de las actualizaciones es el motor que equipa con 1.000 caballos de potencia unidos a un sistema de generación energía auxiliar. El propulsor le permite alcanzar los 60 kilómetros por hora y obtener una autonomía de 550 kilómetros. Todo ello en un carro de combate de 46,5 toneladas en un casco de 6,86 metros de largo (sin contar cañón) por 3,78 metros de ancho.
El prometido Armata
El T-90M es el último cartucho noventero de Rusia que se encuentra en pleno desarrollo del T-14 Armata. Este carro de combate de nueva generación tenía previsto comenzar la fabricación en serie en 2015 y haber recibido 2.300 unidades para el 2020. Retrasos y problemas económicos mediante, las estimaciones antes del comienzo de la invasión a Ucrania apuntaban a que la producción comenzaría en 2022. Algo que por el momento se desconoce.
Las primeras unidades prototipo del T-14 se dejaron ver en el desfile por el Día de la Victoria en Moscú en 2015 como promesa de relevo de las unidades más anticuadas de la flota de artillería del país. Según la inteligencia ucraniana, Rusia ha dejado de lado la producción de este tanque debido a que una parte importante de su equipamiento es importado; centrándose a su vez en el T-72 que ha demostrado unas capacidades muy limitadas en la contienda.
El equipamiento de ataque del Armata está representado por el cañón 2A46 de 125 milímetros como reemplazo del 2A46 de origen soviético. Cuenta con municiones perforadoras, misiles guiados, proyectiles antitanques de alta explosividad y de fragmentación. Se estima que puede alcanzar un radio de disparo de 12 kilómetros con los sistemas guiados.
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