La carrera espacial de SpaceX no ha estado exenta de errores de lanzamiento y fallos técnicos importantes. Algunos de ellos incluso visibles desde España, como la bola de fuego en la que se convirtió un satélite de Starlink hace pocos días, y otros cuya duración va camino de superar los 7 años.
Era el 11 de febrero de 2015 cuando un cohete Falcon 9 despegó de Florida rumbo al espacio exterior. La carga estaba compuesta por un satélite de observación climática como parte de un programa de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos que consiguió llegar a su objetivo.
Un problema en el sistema de propulsión dejó la segunda etapa del cohete vagando por el espacio exterior. La pieza "carecía de la energía necesaria para escapar de la gravedad del sistema Tierra-Luna", según explicó el meteorólogo Eric Berger a Ars Technica.
Sin combustible suficiente para reemprender la vuelta a la Tierra, quedó a merced de las fuerzas gravitacionales de esa zona del espacio que han indo moldeando una órbita errática que terminará con la mole de 4 toneladas estrellándose contra la Luna en poco más de un mes.
Fuera de control
La fecha estimada de la colisión es el 4 de marzo de este 2022 y los cálculos apuntan a que lo hará en la zona ecuatorial de la cara oculta de la Luna, según Bill Gray, desarrollador del software Pluto que rastrea objetos cercanos a la Tierra, asteroides, planetas menores y cometas.
El punto exacto del impacto por el momento es una incógnita debido a que la radiación solar empuja a esta pieza metálica acelerándola a lo que se une la "ambigüedad en la medición de los periodos de rotación" del propio objeto.
"Estos efectos impredecibles [sobre el cohete] son muy pequeños. Pero se acumularán entre ahora y el 4 de marzo", prosigue Gray en su análisis. Anunciando que necesitará más observaciones para poder afinar más el lugar y la hora exactas del impacto.
La segunda etapa del Falcon 9 ya pasó cerca de la Luna el pasado 5 de enero y los cálculos de Gray apuntan a que finalmente impactará a casi 5.000 kilómetros por hora (4 veces la velocidad del sonido).
Este cohete era parte de la primera misión interplanetaria a la que se enfrentaba SpaceX cuyo encargo era enviar el mencionado satélite a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Muy cerca de donde se encuentra el telescopio James Webb.
Experimento científico
Algunos programas de investigación científica que han tenido a la Luna como protagonista han requerido de impactos contra su superficie. Uno de los últimos ocurrió en el año 2009, cuando la NASA realizó un choque controlado de la etapa superior de un cohete para confirmar la presencia de agua dentro de la misión LCROSS.
El módulo estrellado tenía un peso de más de 2.000 kilogramos, prácticamente la mitad de la segunda etapa del Falcon 9. El impacto de LCROSS hizo saltar al menos 10.000 toneladas de material de la superficie lunar mientras una sonda recababa información sobre las partículas suspendidas.
El impacto de la pieza del Falcon 9 será tratada de un modo similar por la comunidad científica. Permitirá observar material del subsuelo lunar expulsado tras el impacto del cohete, según Berger. Aunque en este caso la ausencia de la sonda de la misión LCROSS y que —muy probablemente— caiga en la cara oculta de la Luna impedirán una buena parte del interés del choque.
También te puede interesar...
- Elon Musk muestra cómo funciona Mechazilla, su gigantesca máquina que atrapa cohetes
- La primera misión civil de SpaceX regresa con éxito tras varios días orbitando
- Starlink llega a España: estas son las tarifas y así puedes contratar internet de Elon Musk