El lanzamiento de satélites espaciales es uno de los grandes negocios de este siglo XXI. El abaratamiento de los costes permite que muchas empresas e instituciones puedan acceder a colocar su particular dispositivo en órbita por relativo poco dinero si lo comparamos con hace unos años. El perfecto ejemplo lo tenemos en España, donde existen empresas que pueden crear un satélite desde cero y lanzarlo por unos 500.000 euros.
Salvo casos excepcionales como SpaceX, quien fabrica y lanza sus propios satélites, se suele recurrir a empresas especializadas que cuentan con cohetes y plataformas de lanzamiento. Entre ellas se encuentran Arianespace, la que falló en el lanzamiento del satélite Ingenio, y Rocket Lab.
Precisamente esa última es la que acaba de dar la sorpresa al anunciar que está trabajando en el Neutron, un cohete reutilizable más grande que su actual y también reutilizable Electron. Esta estrategia se ha convertido en la espina dorsal de SpaceX y ha conseguido demostrar que una única pieza puede utilizarse en varias ocasiones sin mayores inconvenientes que una buena revisión a su llegada a tierra. Algo totalmente impensable hasta no hace mucho, cuando los cohetes eran de un solo uso.
Guerra por las constelaciones
El desarrollo y la inversión en constelaciones de satélites han sido factores decisivos en la necesidad de impulsar el concepto de cohete reutilizable. De nuevo, el perfecto ejemplo lo encontramos en SpaceX y su constelación Starlink que ya está funcionando en España como un proveedor de Internet más. Para llevar a cabo su programa Starlink y cumplir con los plazos acordados, Elon Musk se encontró con la necesidad de lanzar miles de satélite al coste más bajo posible. Y así es cómo se gestaron los cohetes Falcon 9, que igual despliegan decenas de satélites en un mismo lanzamiento que llevan a astronaturas a la Estación Espacial Internacional.
La cadencia con la que SpaceX lanza cohetes Falcon 9 es la envidia de toda la industria aeroespacial mundial. Un hecho que, seguramente, ha servido como referencia o inspiración a Rocket Lab, cuyo cohete Neutron pugnará por arrebatar algún que otro contrato millonario a Elon Musk.
Con ocho toneladas de capacidad de carga, el Neutron está diseñado para el "despliegue de megaconstelaciones, misiones interplanetarias y vuelos espaciales humanos". Un vehículo espacial 'para todo' según la propia Rocket Lab que beberá de todo el conocimiento acumulado con el Electron, el hermano pequeño que tiene capacidad para poner en órbita satélites pequeños de hasta 300 kilogramos.
"Neutron transformará la accesibilidad espacial a las constelaciones de satélites y proporcionará una solución de lanzamiento confiable y de alta velocidad de vuelo". El objetivo de Rocket Lab con su próximo cohete es atraer las miradas de grandes compañías -con grandes necesidades de lanzamiento- y también de organismos gubernamentales de todo tipo.
"Rocket Lab resolvió los lanzamientos pequeños con Electron. Ahora estamos desbloqueando una nueva categoría con Neutron", ha declarado Peter Beck, fundador y director ejecutivo de la compañía. "Hemos escuchado a nuestros clientes y el mensaje es claro: lo más grande no siempre significa mejor cuando se trata del despliegue de constelaciones". Con esto, Peter Beck hace referencia al lanzamiento de las megaconstelaciones, que requieren "despliegues por lotes a diferentes planos orbitales".
Estos requisitos tan específicos llevan consigo algunos problemas contra los que tienen que luchar las compañías. "Se ve con demasiada frecuencia a los grandes vehículos de lanzamiento volar muy por debajo de su capacidad de elevación total, que es una forma increíblemente costosa e ineficiente de construir una constelación de satélites", ha recalcado Peter Berck.
Por eso Rocket Lab apuesta por el formato de las 8 toneladas de capacidad en el cohete Neutron. Según los estudios llevados a cabo por la compañía, esa capacidad de elevación es "ideal para desplegar satélites por lotes en planos orbitales específicos". Reduciendo considerablemente los lanzamientos con las bodegas a media carga.
Para ponerlo en perspectiva, la última versión del Falcon 9 de SpaceX es capaz de transportar toneladas en la órbita baja, la misma en la que volará el cohete Neutron de Rocket Lab con 8 toneladas.
Las intenciones de Neutron también son las de proveer un servicio de lanzamiento para grandes cargas a clientes civiles, militares y comerciales que necesiten de un nivel de control de programación y de una cadencia de vuelo alta. Algo que no está disponible actualmente en los cohetes reutilizables más pesados debido a los tiempos de revisión y puesta a punto.
"Neutron será capaz de elevar el 98% de todos los satélites previstos para el lanzamiento hasta 2029 y podrá introducir costos más bajos altamente disruptivos al aprovechar la herencia, los lugares de lanzamiento y la arquitectura de los Electron".
¿Cómo es el Neutron?
El Neutron se encuadra dentro de los cohetes de elevación media, cuenta con un total de dos etapas y una altura de 40 metros por 4,5 metros de diámetro. En cuanto a la capacidad, además de las 8 toneladas que hemos mencionado antes cuenta con capacidad para transportar 2.000 kilogramos a la Luna y 1.500 toneladas a Marte y Venus.
En cuanto a su capacidad para ser reutilizado, desde Rocket Lab apuntan a que la primera etapa aterrizará en una plataforma oceánica. "Lo que permitirá una alta cadencia de lanzamiento y menores costos para los clientes". Una fórmula en la que SpaceX ha estado trabajando mucho tiempo con resultados satisfactorios.
Del mismo modo que los cohetes Falcon 9, Neutron será capaz de realizar tareas de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional y misiones de vuelos espaciales tripulados. De este último punto la compañía no da más detalles sobre si está trabajando con alguna otra compañía.
Los lanzamientos de Neutron se realizarán desde una plataforma en el Mid-Atlantic Regional Spaceport, dentro de las instalaciones Wallops Flight Facility que la NASA tiene en el estado de Virginia. "Al aprovechar la plataforma de lanzamiento existente y la infraestructura del puerto espacial, Rocket Lab elimina la necesitad de construir una plataforma nueva". Lo que adelgaza nuevamente la factura. Se espera que el primer lanzamiento de un Neutron se lleve a cabo en 2024.
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