Gracias a los avances tecnológicos relacionados con la movilidad eléctrica, los helicópteros están a punto de vivir una auténtica revolución tras varias décadas de poco avance. Estas aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical se están combinado con motores eléctricos y con soluciones técnicas que las convierten en auténticos aviones una vez en el aire. Y no nos tenemos que ir muy lejos. En España, una compañía china usará la ciudad de Sevilla como laboratorio para uno de estos aparatos convertibles el próximo año.
La razón principal es que los helicópteros están diseñados para cubrir distancias relativamente pequeñas y poco cargados, escenario propicio para los vehículos electrificados de todo tipo. En ese terreno están trabajando algunas compañías como la australiana AMSL Aero, que cuenta con un prototipo de aeronave que promete cubrir distancias de hasta 800 kilómetros empleando un motor de pila de hidrógeno y su primer cometido será el de cumplir las labores de ambulancia aérea.
Cuando veíamos este tipo de soluciones aéreas hace unos años nos parecían propias de cualquier película de ciencia ficción. Aeronaves futuristas que probablemente no íbamos a ver nunca con nuestros ojos. Pero todo esto ha cambiado mucho en los últimos tiempos y empresas como AMSL Aero pretenden poner en funcionamiento la aeronave en el año 2023.
Helicóptero ambulancia
En España estamos más que acostumbrados a ver helicópteros de traslado de pacientes en accidentes de tráfico o en algunas situaciones de cierta gravedad. Este tipo de aeronaves van medicalizadas como si se tratara de auténticas ambulancias y es una gran herramienta para estos casos más delicados. Ahora tenemos que trasladar este concepto a Australia, de donde proviene el proyecto de AMSL, uno de los países más grandes del mundo y con la población más dispersa.
El Vertiia, como así se llama el helicóptero, ha sido especialmente concebido para estas situaciones y acaba de alcanzar un acuerdo con CareFlight, un socio de la rama sanitaria que empleará estos particulares helicópteros en los próximos años. Además del traslado de pacientes, desde CareFlight apuntan a su uso en catástrofes naturales como incendios forestales o al traslado rutinario de pacientes desde las zonas rurales a los centros médicos.
El diseño base del AMSL Aero Vertiia consta de un asiento para el único piloto necesario y un total de 4 asientos de transporte. Lo más parecido a un taxi tradicional. La adaptación a ambulancia se ha llevado a cabo debido a ese acuerdo con Careflight y entrará a formar parte de la flota que ya tiene la compañía de aviones convencionales.
Según se informa en la ficha técnica, el helicóptero es capaz de recorrer un total de 250 kilómetros utilizando las baterías a bordo y se puede ampliar hasta más allá de 800 usando hidrógeno. Todos ellos recorridos a una velocidad de crucero de 300 kilómetros por hora, una cifra por encima de la media de helicópteros civiles.
El diseño externo es de lo más innovador de la aeronave. Cuenta con un total de 8 rotores que giran permitiéndole aterrizar y despegar en vertical y también volar como si de un avión se tratase. La cabina se sitúa en la parte central y ha sido diseñada con fines de aerotaxi con puertas estándar y también para que sea accesible a camillas sanitarias mediante un portón.
El objetivo a medio plazo del Vertiia es el de convertirse en un vehículo de control remoto. Que no necesite tener un piloto a bordo sino que todos los controles se puedan manejar desde una ubicación en tierra firme.
La revolución que viene
La aviación, industria conservadora donde las haya, está comenzando a experimentar con lo eléctrico. Hace ahora un año que el primer avión comercial eléctrico despegó con pasajeros y a lo largo de este 2020 no hemos parado de ver proyectos de todo tipo y alcance.
Algunos incluso provenientes de gigantes de la movilidad como Uber que ya mira al futuro para dar la siguiente vuelta de tuerca al transporte interurbano. Si este tipo de proyectos salen finalmente adelante depende de las autoridades certificadoras.
La FAA (Federal Aviation Administration) de Estados Unidos o la EASA (European Aviation Safety Agencia) de Europa tienen la última palabra para dar 'luz verde' a la operación de estas aeronaves en sus respectivas jurisdicciones. Algo que no es muy sencillo teniendo en cuenta la cantidad de elementos nuevos que se introducen en este formato de avión y helicóptero.
Otras marcas tradicionales también están inmersas en proyectos de taxis voladores que posiblemente copen las ciudades en pocos años. Por poner ejemplos, la inglesa Rolls-Royce presentó hace un par de años su particular -a la vez que lujosa- visión de taxi volador y Porsche se alió con Boeing para crear igualmente coches voladores.
Todo lo anterior si miramos la situación desde el punto de vista civil. Si tomamos el prisma militar, que suele indicar el futuro más próximo, el ejército de Estados Unidos está preparando coches voladores para las tropas e incluso un tipo de vehículos unipersonales para el transporte de las fuerzas especiales.