Con la experiencia acumulada en los drones, los coches voladores cada vez parecen más una realidad que algo sacado de una película de ciencia ficción. Una tecnología que no ha terminado de despegar en los últimos años lastrada, principalmente, por una escasísima flexibilidad comparada con un coche tradicional. Sin embargo esto parece que está a punto de cambiar y, como parte de una serie de pruebas, los coches voladores llegarán a Sevilla.
La capital andaluza ha sido la elegida por EHang Technology, una compañía china especializada en este tipo de vehículos voladores, para ver qué tal se desenvuelve esta nueva tecnología en ciudad con las complicaciones que tienen.
El tráfico aéreo es una de las barreras a las que se deben enfrentar, al igual que ya lo hacen algunos drones de reparto, pues en las calles de las ciudades españolas conviven tendidos eléctricos aéreos con otro tipo de elementos ornamentales o aves. Si a este ya complejo entramado le sumamos drones autónomos y coches voladores, la ecuación a resolver comienza a tornarse difícil.
El coche volador chino en Sevilla
En concreto, la firma responsable del proyecto explica que utilizará a Sevilla como ciudad laboratorio para probar la viabilidad de los coches voladores en entornos urbanos. Sus objetivos pasan por estudiar la implementación en áreas urbanas, medir la aceptación de la población y el impacto en el medio ambiente.
La movilidad urbana encara uno de los mayores problemas en las grandes ciudades, la peatonalización pujante elimina a los coches de los centros urbanos al tiempo que el tráfico que los rodea se vuelve cada vez más denso. Uno de los remedios que se plantean, también en grandes ciudades como Nueva York, es el empleo de vehículos aéreos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical.
Los llamados eVTOL (por sus siglas en inglés) lleva tiempo siendo los protagonistas de algunas grandes compañías que han visto potencial en esta tecnología eléctrica. En el caso del coche de EHang Technology, se trata de una pequeña aeronave con capacidad para dos únicos pasajero. Cuenta con 16 rotores y unos mandos que se asemejan a los que podemos encontrar en un helicóptero -tipo joystick- situado justo detrás de una pantalla donde poder visualizar toda la información.
Los 16 rotores dispuestos en 8 brazos, modificando la velocidad de rotación, serán los encargados de elevar y transportar al pasajero. El diseño de la cabina es aerodinámico y, según la propia compañía, han reducido considerablemente el coeficiente de arrastre respecto a otras soluciones de la competencia. El interior de la aeronave es muy sencillo, además de lo comentado antes, tan solo dispone de un par de asientos "inspirados en los que montan los coches de Fórmula 1" y un maletero con capacidad para una bolsa o maleta de 18"; poco más extensa que un ordenador portátil, pero con más grosor.
El EHang AAV, como así se denomina el modelo 'sevillano', cuenta con una carga máxima de 220 kilogramos, 35 kilómetros de autonomía con esa carga máxima y una velocidad punta de 130 kilómetros por hora. Según informa la compañía en su página web, el AAV cuenta con un sistema de vuelo autónomo con conexión en tiempo real mediante redes 4G y 5G, lo que "elimina la posibilidad de fallo o mal funcionamiento causado por errores humanos". Los pasajeros elegirán el destino y "tan solo deben sentarse y disfrutar del trayecto".
Parkings para coches voladores
Uno de los puntos más importantes en los que se centra la compañía es en que su propuesta no necesita de helipuertos o grandes infraestructuras aeroportuarias para operar. El reducido tamaño de su vehículo y la posibilidad de despegar y aterrizar en vertical lo hacen ideal para pequeñas superficies en medio de la ciudad.
El mismo concepto se puede aplicar en la recarga de baterías. Al igual que un coche eléctrico, el volador de EHang Technology se conecta a la corriente y "puede recargarse en solo 1 hora en el mejor de los casos". Un tiempo más que prudencial. Además, cuenta con un sistema de gestión de energía que monitoriza las 12 baterías que tiene el coche abordo.
El contrato de la compañía china con el Ayuntamiento de Sevilla se firmó el pasado marzo y es la primera ciudad europea donde operará. Según han informado, crearán una plataforma de comando y control de drones para supervisar la operación. Por el momento no se conoce fecha de despliegue.