¿No sabes decir que no? La razón está en tu cerebro
Os contamos cómo funciona el cerebro de las personas conformistas y por qué se estresan cuando intentan decir que no.
6 marzo, 2016 12:04Noticias relacionadas
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Ir en contra de la corriente, decir que no, es un proceso bastante difícil.
En la vida hay varias palabras y frases complicadas, como “lo siento”, “te quiero” o “he sido yo”. Pero la más difícil de todas es la palabra “no”. Llevarle la contraria a los demás no es fácil, especialmente a edades en las que la aprobación social es casi indispensable. Además, hay personas a las que les cuesta más trabajo que a otras.
Esto es algo que todos sabemos, pero los efectos que el conformismo puede causar a nuestra salud mental son menos conocidos. Precisamente éste es el tema que trata un artículo, recién publicado en la revista Frontiers in Neuroscience, que afirma que las personas con tendencias conformistas muestran ese comportamiento debido a una serie de particularidades cerebrales y que, por eso, desarrollan grandes problemas de ansiedad cuando intentan seguir sus propias opiniones.
Decir que no es complicado… si eres un conformista
Los estudios científicos sobre las bases fisiológicas del conformismo, son una realidad desde los años 50, aunque ninguno ha sido tan completo como el que os contamos hoy, que ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad Montash, de Melbourne, en Australia.
Para ello, tomaron a 39 voluntarios, a los que se les hicieron una serie de preguntas mientras se les sometía a una resonancia magnética de su cerebro. Las cuestiones realizadas eran, en muchos casos, de cultura general y antes de que contestaran se les decía lo que supuestamente había respondido otro alumno o un profesor de la Universidad.
Como cabía esperar, la mayoría de ellos tendían a contestar lo que ya había contestado otro, independientemente de si era alumno o profesor. Esto es así, porque los profesores suponen un ejemplo de conocimiento y se supone que no pueden estar equivocados y, por otro lado, estar en contra de la respuesta de otro alumno, se opone a la aceptación social.
¿Qué pasa en el cerebro de los conformistas?
Aquellos que tendían a dar respuestas conformistas, sin pensar en su propia opinión, mostraron una respuesta cerebral muy similar entre ellos. Concretamente, aumentó la actividad en la corteza prefrontal medial y la ínsula anterior, especializadas en la toma de decisiones y la percepción de las emociones y las sensaciones corporales, respectivamente.
La activación simultánea de estas regiones se suele asociar a un proceso conocido como disonancia cognitiva, consistente en la creencia de dos ideas opuestas a la vez.
Además, si estos voluntarios intentaban contestar basándose en su opinión, desarrollaban síntomas asociados al estrés y la irritabilidad, muy comunes en personas con disonancia congnitiva.
Esto además crearía una retroalimentación del conformismo, pues acabarían evitando dar sus propios argumentos con tal de evitar el estrés resultante. Seguro que todos conocéis a una persona que se vea retratada en lo que os hemos descrito en este artículo. Su tarea siemrpe será luchar con su problema para decir que no y la vuestra no aprovecharos de su facilidad para daros la razón.
Fuente: Frontiers in Human Neuroscience