Descubren cómo el cáncer de mama puede afectar a los huesos
Noticias relacionadas
El cáncer de mama, a pesar de ser uno de los que cada vez tienen mejor pronóstico gracias a su detección a tiempo, sigue siendo uno de los que más da que hablar, y por supuesto algunos tipos, por desgracia, siguen dejando secuelas o incluso ser mortales. Una de las características del cáncer de mama es que puede metastatizar (propagarse) a sitios insospechados según el tipo de dicho cáncer, llegando a afectar incluso al hígado o a las meninges cerebrales (las capas de protección que recubren el cerebro). Sin embargo, los órganos a los que más suele afectar el cáncer de mama si llega a expandirse y metastatizar suelen ser los pulmones (por estar al lado) o los huesos, y precisamente se ha hecho un gran descubrimiento respecto a estos últimos: Ya sabemos cómo llega el cáncer de mama a los huesos.
El cáncer de mama y la metástasis ósea
Según una reciente investigación a cargo de la Universidad de Sheffield y publicada en Nature, el cáncer de mama sería capaz de liberar una sustancia química que alteraría la estructura de los huesos, haciendo más fácil que dicho cáncer se propague. Además, conocer esta sustancia daría pie a que podamos saber con tiempo qué tipos de cáncer de mama son más propensos a propagarse de esta forma, y por supuesto nos conducirá a nuevas formas de prevención.
La sustancia en cuestión liberada por el cáncer de mama es la oxidasa lisil (LOX), liberada por las células cancerosas hacia el tejido óseo y haciendo que dicho tejido se convierta en un verdadero caldo de cultivo para que el cáncer pueda propagarse y metastatizar.
Basándonos en datos puros, se estima que hasta el 85% de los cánceres de mama se llegan a extender hasta los huesos, lo que puede condicionar el éxito del tratamiento. Y el hueso no es el órgano más fácil de tratar precisamente. De hecho también es un tejido problemático en otros tipos de cáncer como el cáncer de próstata, o un tipo de cáncer de sangre, el mieloma. Las metástasis óseas son resistentes a tratamientos como la quimioterapia en gran parte de los casos, y se llega a necesitar radioterapia específica en las zonas de metástasis, sin contar con la seguridad de que será completamente efectiva.
Según la líder de la investigación, la Dra. Alison Gartlan, de la Universidad de Sheffield, el próximo paso es averiguar exactamente cómo interactúa la sustancia (LOX) con las células óseas, y poder así tratar de desarrollar nuevos medicamentos para detener el proceso. Esto tan solo es un primer paso, un gran primer paso, pero queda mucho por hacer:
“Este descubrimiento podría tener grandes implicaciones en los tratamientos usados en las enfermedades óseas también. Actualmente algunos estudios han demostrado que los bifosfonatos podrían ser útiles en la prevención de las metástasis del cáncer de mama. Sin embargo, este trabajo todavía está en curso y se necesita más investigación para confirmar exactamente cómo se deben usar estos medicamentos”
Vía | Cancer Research UK.
Fuente | Nature.