Está previsto que la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) se acabe destruyendo contra la atmósfera de la Tierra a partir de 2030, aunque puede que esto se adelante, ya que recientemente se han descubierto fugas de aire en varios de sus módulos que la ponen en peligro. Aun así, desde hace tiempo son varias las empresas de España y todo el mundo que trabajan en alternativas, como Vast, que acaba de presentar su estación espacial Haven-1.
Vast, empresa estadounidense de tecnología de habitabilidad espacial, ha desvelado las características del diseño interior de Haven-1, la que denominan en un comunicado como "la primera estación espacial privada del mundo". Unas instalaciones que combinan la investigación científica con el "avance tecnológico y la colaboración mundial en órbita terrestre baja (LEO, por sus siglas en inglés) con su notable dedicación al diseño sofisticado y centrado en el ser humano".
Con la visión de "hacer el espacio accesible a todos", Vast señala que Haven-1 se lanzará en el año 2025 acoplada a una navel espacial Dragon de SpaceX, compañía del magnate Elon Musk. El diseño interior de esta nueva estación espacial ha estado ideado por el exdiseñador de Apple, Peter Russell-Clarke, y destaca por ofrecer un ambiente "cálido y acogedor"; mientras que el exterior destaca por contar con una ventana centralizada, que permite a los astronautas disfrutar de una vista completa de la Tierra.
"Los astronautas que viven en gravedad cero plantean retos de diseño únicos. Crear un entorno que sea a la vez altamente eficiente y naturalmente reconfortante conduce a resultados totalmente nuevos. Los interiores de Haven-1 no tienen precedentes, están diseñados con precisión y sensibilidad para garantizar que sus ocupantes prosperen en el espacio", señala en el comunicado Russell-Clarke.
Andrew Feustel, un veterano astronauta de la NASA con más de 23 años de experiencia que ha pasado más de 225 días en el espacio en la ISS, también ha desempeñado un papel fundamental asesorando al equipo de desarrollo del interior, "donde cada elemento se ha cuidado al detalle".
Al entrar en Haven-1 los astronautas encontrará una pantalla en tiempo real que muestra el estado de la estación y con controles de temperatura e iluminación, además de los compartimentos de carga optimizados para asegurar un almacenamiento eficiente de los suministros esenciales. El interior de la estación espacial está acolchado y ofrecen un tacto suave y seguridad a los tripulantes y visitantes.
Por encima y debajo del pasillo se ubican cuatro habitaciones privadas de la tripulación y que son ligeramente más grandes que los cuartos de la ISS. Unas habitaciones que ofrecen un "diseño único que permite cambiarse, descansar, entretenerse y comunicarse en línea con sus seres queridos en la Tierra". Esto último será posible gracias a la conectividad por satélite de Starlink de SpaceX. Las habitaciones vienen con un sistema de sueño de Vast, que tiene el tamaño de una cama de matrimonio, un tocador, un kit de aseo personal y un compartimento de almacenamiento.
Por su parte, la zona común es el núcleo de Haven-1, un centro multifuncional donde la tripulación puede colaborar en los últimos avances científicos e innovaciones, reunirse para comer en común, hacer ejercicio o simplemente para relajarse. Esta zona está centrada en la modularidad y tiene un volumen de 24 m3 e incluye una ventana abovedada de 1,1 metros que ofrece una mirador con "una vista única e impresionante de la Tierra". También incluye una mesa multiusos desplegable que ocupa 0,9 metros cuadrados y una zona de gimnasio con un sistema de bandas de resistencia con anclajes para el cuerpo y que permite realizar ejercicios personalizados dirigidos a la salud ósea, muscular y cardiovascular.
Otra característica inédita del interior de Haven-1 es el uso de listones de chapa de madera de arce ignífugo y de seguridad que, según la empresa, aportan calidez natural. Conectado a la zona común se encuentra el laboratorio, que será "la primera plataforma de investigación, desarrollo y fabricación en microgravedad de una estación espacial comercial". Detrás de la pared de proa hay 10 compartimentos de carga útil para innovaciones que apoyen el progreso de la vida en la Tierra y hagan avanzar el futuro de los vuelos espaciales tripulados, según la firma.
El laboratorio está operado por los astronautas, pero puede ser controlado y supervisado a distancia gracias a Starlink. Vast señala que, con el lanzamiento de Haven-1, la compañía "está estableciendo un nuevo estándar, ofreciendo una combinación de forma y funcionalidad nunca antes vista en las estaciones espaciales comerciales y ampliando los límites de lo que es posible para dar forma al futuro de la vida en el espacio".