Así es el Demonio del Viento, el nuevo misil de Israel con el que ejecutar ataques masivos sobre Hezbolá
- La última incorporación de la compañía estatal IAI es el misil de crucero Wind Demon, compatible con todo tipo de helicópteros y aviones de patrulla.
- Más información: Jericó, el misil nuclear más potente de Israel: una ojiva de 1.000 kilos capaz de atacar cualquier punto de Irán
Tras el ataque con más de 200 misiles de Irán a Israel, las Fuerzas de Defensa del país presidido por Benjamin Netanyahu declararon que la respuesta se llevará a cabo en el momento y forma que consideren oportuno. Este bombardeo obligó a que las defensas antiaéreas de las zonas pobladas trabajaran a pleno rendimiento y se ejecutó en paralelo a las operaciones e incursiones del Ejército israelí en el Líbano, desde donde el Ministerio de Defensa de España ya ha realizado dos vuelos de repatriación.
La incursión de Hamás de octubre de 2023 supuso un cambio de paradigma en la región y el inicio de una escalada que, por el momento, parece no haber llegado a su techo de máxima tensión. Estos conflictos de proximidad y alta intensidad —en el que también se podría incluir la guerra entre Rusia y Ucrania— han obligado a un replanteamiento del arsenal disponible en Israel.
El escenario actual requiere de municiones más baratas que aumenten la disponibilidad y sean compatibles con varias plataformas aéreas desde las que ejecutar los ataques. También se valora la posibilidad de lanzamiento a baja cota, lo que impide la detección y reduce de forma significativa la exposición de las tripulaciones y aparatos.
Continuando en esta línea, hace poco más de dos meses la compañía estatal Israel Aerospace Industries (IAI) presentó en el Salón Aeronáutico de Farnborough un nuevo misil denominado Demonio del Viento (Wind Demon, en inglés), capaz de adaptarse a una amplia variedad de plataformas aéreas.
Tal y como explicaron en una nota de prensa, este proyectil supone una nueva aproximación a los misiles de crucero encargados de ejecutar ataques a la superficie desde el aire, y se describía como una munición "ligera y asequible".
Demonio del Viento
"Vemos una creciente demanda en el mercado de sistemas efectivos y asequibles que ofrezcan ataques en masa", declaró Guy Barlev, vicepresidente ejecutivo y director general del grupo de sistemas, misiles y espacio de IAI.
"Diseñamos Wind Demon para satisfacer esta demanda del mercado y lo hacemos ofreciendo capacidades significativas a un precio asequible que permite a los clientes comprar en grandes cantidades". Es un planteamiento similar al de la estadounidense Anduril, que recientemente presentó los Barracuda, baratos y fáciles de producir a gran escala.
Tal y como explica IAI, el misil Wind Demon ofrece una respuesta pragmática a la naturaleza cambiante de la guerra, donde "una masa asequible puede generar letalidad". También indican que se trata de una plataforma modular caracterizada por su "adaptabilidad y capacidades avanzadas para operar en todos los dominios de la guerra".
Se ha desarrollado tras una "revisión exhaustiva que destacó la necesidad de contar con grandes cantidades de munición efectiva" sin renunciar a un rango de vuelo amplio. Una vez disparado desde una plataforma aérea, como un helicóptero o un avión de patrulla, el Wind Demon sigue un plan de vuelo de misión hacia un objetivo estacionario o en movimiento, que puede estar a más de 200 kilómetros.
Si bien IAI no especifica exactamente el rango operativo que consigue su Demonio del Viento, en su ficha técnica sí se muestran algunos datos y especificaciones. El misil tiene un peso en el momento del despegue de 140 kilogramos y cuenta con una precisión de tiro de 1 metro.
El Wind Demon se encuadra dentro de los misiles autoguiados que "también ofrecen capacidades de man in the loop", apuntan. Esto supone que una persona puede monitorizar en todo momento hacia dónde se dirige la munición y, en caso de decidirlo, anular el ataque.
Además, "permite acercarse al enemigo a baja altura desde la distancia, lanzar el misil y retirarse". Estas capacidades las consigue gracias a un sistema de buscador electroóptico y láser de objetivos que llevan a cabo las labores de "detección, discriminación y clasificación de objetivos con precisión milimétrica para operaciones diurnas y nocturnas".
La cabeza de guerra supera los 20 kilogramos y puede adaptarse según las necesidades de la operación entre ojivas explosivas, de fragmentación y de penetración. Al mismo tiempo, "su bajo perfil de vuelo mejora su capacidad de supervivencia al evitar la detección y la interrupción, en combinación con su sistema de navegación inmune" a la guerra electrónica.
Popeye Turbo
Con un rango efectivo varias órdenes mayor, Israel tiene en su arsenal el misil de crucero Popeye. Cuenta con versiones de lanzamiento desde el aire, pero el que más destaca es su versión naval compatible con los submarinos de la clase Delfín y capaz de llevar una cabeza de guerra nuclear a bordo.
La familia de misiles Popeye comenzó a desarrollarse en los años 80 del siglo pasado por parte de la compañía Rafael Advanced Systems. El misil entró en servicio en 1986, pero su éxito internacional promovió la continuidad del programa para la incorporación de mejoras y la creación de nuevas versiones.
Fue entonces cuando, en 1994, Rafael incorporó un motor tubofán extra que le confería mayor alcance a la munición y con la finalidad de vendérselo a Reino Unido. Los británicos finalmente se desmarcaron del proyecto, pero Israel continuó financiando el desarrollo durante los años posteriores. Ya en 2002, la inteligencia estadounidense detectó un lanzamiento de misil en el océano Índico con un alcance de unos 1.500 km.
A partir de ese momento y con la llegada de los submarinos Delfín —y posteriormente los Delfín II— los analistas apuntaron a la incorporación del Popeye Turbo (de turbofán) a la panoplia disponible en sus sumergibles. Se estima que tiene un alcance de 2.000 kilómetros y que puede llevar una ojiva nuclear de 20 kilotones.