Israel y Hezbolá, frente a frente: la capacidad del armamento de Netanyahu contra la milicia libanesa
El incremento de la tensión en la región viene motivado por el ataque de Hezbolá a un campo de fútbol, dejando 12 niños y adolescentes muertos.
29 julio, 2024 01:35El lanzamiento de un cohete Falaq 1 de Hezbolá contra territorio israelí se saldó en la tarde del sábado —hora de España— con la muerte de 12 niños y adolescentes en un campo de futbol situado en la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán, al norte del país. Se trata del ataque más mortífero de cuantos se han ejecutado contra Israel desde el pasado 7 de octubre.
Las reacciones no se hicieron esperar. Primero con las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores Israel Katz, afirmando que Israel "se está acercando a una guerra total contra Hezbolá y el Líbano". También indicó que "Hezbolá ha cruzado todas las líneas rojas" y que "esto no es un ejército contra otro, es una organización terrorista iraní contra civiles y niños".
Poco después, Israel bombardeó de forma simultánea un total de siete regiones del interior y sur del Líbano en respuesta al ataque de la tarde del sábado Hezbolá. "Estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte", aseguró en este caso Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor del Ejército israelí.
"La Resistencia Islámica en el Líbano desmiente categóricamente las acusaciones vertidas por algunos medios de comunicación enemigos y diversas plataformas mediáticas sobre la acción que tuvo como objetivo Majdal Shams", han señalado desde Hezbolá. "Nuestro deber es devolver a los habitantes del norte sanos y salvos a sus hogares, en Galilea y en los Altos del Golán", agregaron. Una mayoría de la comunidad internacional no reconoce la anexión de esta última región a Israel y la ONU lo considera como territorio ocupado.
Desde Irán aseguran que "cualquier acción ignorante del régimen sionista puede conducir al aumento de la inestabilidad, inseguridad y guerra en la región", en palabras del portavoz del Ministerio de Exteriores Nasser Kanaani. "El régimen [refiriéndose a Israel] serás el principal y definitivo responsable de las consecuencias y reacciones imprevistas de un comportamiento tan estúpido".
El principal proveedor de armas de Hezbolá es Irán. Según datos de Ministerio de Defensa israelí, Teherán financia con unos 650 millones de euros al año al grupo libanés mientras que la Guardia Revolucionaria del mismo país les proporciona entrenamiento militar y asesoramiento en todo lo relacionado con la operativa.
Tal y como recoge Reuters, los expertos dicen que Teherán envía armas a la milicia libanesa por tierra a través de Irak y Siria, ambos países de Medio Oriente donde Irán ha tejido vínculos muy estrechos y tiene gran influencia. Muchas de las armas desplegadas por el grupo chiita son modelos de fabricación iraní, rusa o china.
Cohetes y misiles
Los últimos informes sobre la fuerza militar de Hezbolá indican que está compuesta en buena parte por un arsenal de cohetes muy numeroso. Se estima que tiene más de 150.000 misiles y cohetes de diversos tipos y alcances, según el World Factbook de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
Por su parte, Hezbolá dice que cuenta con cohetes que pueden alcanzar todas las zonas de Israel, aunque muchos de ellos no están guiados y la precisión se resiente a medida que el objetivo se establece es a más larga distancia. También disponen de otro tipo de armamento de precisión, drones y misiles antitanque, antiaéreos y antibuque.
La última guerra abierta que se produjo entre Hezbolá e Israel ocurrió en el año 2006. En ese momento, la milicia libanesa disparó alrededor de 4.000 cohetes no guiados a suelo israelí y estuvieron representados fundamentalmente por armamento estilo Katyusha. Armas de fabricación rusa con un alcance de hasta 30 kilómetros.
La principal diferencia entre aquella contienda y la actual es la popularización de los sistemas de guiado que permiten ejecutar los ataques con una precisión nunca antes vista, según declara Sayyed Nasrallah, líder de Hezbolá. Ya en 2022, el grupo armado tenía la capacidad de modernizar miles de cohetes con esta nueva tecnología para convertirlos en misiles de precisión dentro del Líbano. Un cambio sustancial respecto a la dependencia de terceros en la que estaba sumida anteriormente.
En la actualidad, Hezbolá cuenta con modelos de ataque a tierra iraníes como los cohetes Raad (Trueno, en árabe), Fajr (Amanecer), Zelzal (Terremoto) y Fateh. Los tres primeros de esta lista son cohetes con alcances que van desde los 40 a los 210 kilómetros con hasta 600 kilogramos de carga explosiva a bordo. Todos estos parten de una plataforma no guiada, aunque es posible que existan versiones con algunos sistemas que sí lo permitan.
El modelo más avanzado de todos es el Fateh-110. Se trata de un misil balístico de corto alcance desarrollado por Irán y basado en el Zelzal-2, al que se ha añadido un sistema de guiado y control de vuelo. Tiene un rango de hasta 300 kilómetros, erigiéndose como el que más alcance proporciona a Hezbolá. Puede llevar en su interior una ojiva explosiva de hasta 500 kilogramos.
Dentro de Israel, la vasta mayoría de su arsenal se centra en ataques de corto alcance, con autonomías de sus proyectiles rondando pocos centenares de kilómetros. Destaca el Delilah, originalmente desarrollado como un dron, fue más tarde reconvertido en un misil aire-superficie y superficie-superficie con un radio de acción de 300 km y hasta 54 kilogramos de cabeza de guerra.
La excepción para el largo alcance es el conocido como Jericho III (Jericó tercero, por su referencia bíblica) que se encuadra dentro de los misiles balísticos de rango intermedio con una autonomía que puede alcanzar los 6.500 kilómetros.
Tras una serie de pruebas en 2008 y con el fin de sustituir al Jericho II, el nuevo misil balístico entró en servicio en el año 2011. Se trata de un programa en el que Israel ha continuado trabajando e incorporando algunas mejoras, como un nuevo propulsor en el año 2013. Dispone de una longitud de 16 metros por 1,56 de diámetro que se reparten los 29.000 kilogramos en el momento del lanzamiento, unos 1.300 correspondientes a la cabeza de guerra.
Israel dispone del programa nuclear más maduro de la región y, oficialmente, el único capaz de fabricar armamento de este tipo. Según el Instituto de Investigación de la Paz de Estocolmo (SIPRI), las Fuerzas de Defensa cuentan con unas 80 armas nucleares. De ellas, aproximadamente 30 corresponden con bombas de gravedad listas para desplegarse a bordo de aeronaves. El medio centenar restante se estima que son compatibles para su lanzamiento a bordo del misil Jericó III.
Fuerzas terrestres
La flota de tanques de las Fuerzas de Defensa israelíes se compone principalmente de tanques modelo Merkava, uno de los mejores blindados de todo el mundo. La última versión en activo —Merkava IV— dispone de la más alta tecnología tanto de autoprotección como de ataque, así como una elevada capacidad de conectividad con el resto del ejército.
En total, suponen 1.360 vehículos de los que buena parte se encuentran en la actualidad centrados en la Franja de Gaza. El ataque terrestre es uno de los vectores a tener en cuenta aunque supone una merma de capacidad militar muy importante respecto al potencial ordinario al tener el otro frente abierto.
"Si sus tanques llegan al sur del Líbano, no sufrirán escasez, porque no les quedarán tanques", advirtió hace sólo unos días el secretario general de Hezbolá, Hasan Nasrallah. El grupo armado, que no cuenta con ningún carro de combate, ha ido creando una importante red de combatientes con armamento ligero antitanque, muy similar al que se ha estado empleando con alta eficacia en la guerra de Ucrania.
"Hezbolá ha invertido una energía considerable en desarrollar un equipo de combate consistente en pequeños grupos con alta movilidad que pueden desplegarse rápidamente para enfrentar y atacar a los blindados israelíes al sur del Líbano", según ha dicho Nicholas Heras, director de estrategia e innovación del New Lines Institute, a Business Insider. El experto también señala el terreno montañoso que copa buena parte de la geografía de la región y que favorece a los combatientes islámicos.
De hecho, en la anterior guerra de 2006, varios blindados israelíes causaron baja por misiles antitanque rusos modelo Kornet lanzados por milicianos de Hezbolá. De 400 unidades involucradas en aquel entonces, 48 Merkava fueron alcanzados, 40 dañados y 20 penetrados. "Se cree que cinco Merkavas fueron completamente destruidos".
En estos 18 años, Israel ha mejorado notablemente la protección de sus tanques mediante la incorporación de equipos de defensa embarcados. El denominado sistema Trophy consiste en una red de sensores capaces de identificar amenazas como los mencionados misiles, calcula su trayectoria y lanza de forma autónoma un interceptor para derribarlas.
Pero la tecnología disponible en las filas de Hezbolá también ha evolucionado. "Han desarrollado el sistema Thrallah, que tiene dos lanzadores de misiles antitanque AT-14 uno al lado del otro y que se disparan de forma consecutiva", explica en este caso Nicholas Blandford, investigador principal no residente del Atlantic Council y autor de un libro sobre Hezbolá, al mismo medio.
"La idea es que si el primer misil es derribado por el sistema de defensa Trophy de un tanque israelí, no tengan tiempo para contrarrestar el segundo misil", agrega. Asimismo, Hezbolá dispone del sistema antitanque Almas que proporciona una capacidad de ataque a distancia más efectiva contra los blindados israelíes; así como una probada experiencia en el terreno.
Escudos y sistemas antiaéreos
La rama de escudos antiaéreos es otra de las más importantes dentro del arsenal disponible. Hezbolá dijo el pasado 29 de octubre que había derribado un dron israelí sobre el sur del Líbano con un misil tierra-aire. Esa fue la primera vez que anunciaba el uso de este tipo de armamento, aunque ya se sabía que contaban con esta capacidad desde hace mucho tiempo.
Desde entonces, el grupo armado ha utilizado este tipo de misiles en varias ocasiones durante las últimas hostilidades y ha conseguido derribar drones israelíes Hermes 450 y Hermes 900. En cuanto a los sistemas antiaéreos utilizados, el más importante y capaz de todos es el Pantsir-S1, de desarrollo ruso en los años 90 del pasado siglo.
Se diseñó como un sistema de defensa de punto capaz de integrar misiles interceptores 9M335 con un rango operativo de 20 kilómetros a una altitud máxima de 15. El vehículo donde van montados también incorpora un radar y un par de cañones que se pueden utilizar para defensa corta. Hezbolá cuenta con más sistemas antiaéreos, la mayoría de ellos armamento portátil que puede operar una única persona.
El despliegue defensivo israelí se puede dividir en este caso en 3 capas: Arrow y Honda de David como las más externas, Spyder intermedia y la Cúpula de Hierro como la más interna.
Los sistemas antiaéreos Arrow emplean misiles balísticos exoatmosféricos desarrollados conjuntamente por Israel y Estados Unidos. Cuenta con 2.400 kilómetros de radio de acción efectivo y una altitud máxima de 100 kilómetros. Por su parte, la Honda de David emplea misiles Stunner con un rango de interceptación de amenazas aéreas que va desde los 40 a los 300 kilómetros.
La Cúpula de Hierro es la capa más interna de todas. Lleva en servicio desde el 2011 y se ha convertido en el paraguas de los ataques provenientes de territorios palestinos en. "Es el sistema de defensa antimisiles más desplegado del mundo, con más de 2.000 interceptaciones y una tasa de éxito superior al 90%", según anuncian desde la compañía de defensa Rafael.
Los encargados de eliminar los proyectiles en última instancia son los misiles Tamir, también de fabricación israelí. Tienen una longitud de unos 3 metros, un diámetro de poco más de 15 centímetros y una masa situada alrededor de los 90 kilogramos. Los misiles Tamir están equipados con todo tipo de sensores electroópticos y cuentan con guiado gracias a los alerones movibles instalados.
Drones y aviones
El apartado de drones también es un pilar muy importante para Hezbolá, que ha lanzado drones kamikaze cargados de explosivos en numerosas ocasiones contra territorio israelí. También los han utilizado en algunas de sus operaciones más complejas, lanzando algunos destinados a mantener ocupadas a las defensas antiaéreas mientras que otras aeronaves no tripuladas se dirigían hacia objetivos.
Más recientemente, el grupo ha anunciado ataques utilizando drones que lanzan bombas y regresan al Líbano, en lugar de estrellarse contra su objetivo. Sin embargo, la información al respecto es muy escasa y desde Hezbolá nunca han informado sobre la carga que llegan este tipo de plataformas.
La rama aérea de las Fuerzas de Defensa dispone de una nutrida flota de aeronaves nuevas o, al menos, actualizadas a los últimos estándares tecnológicos. A saber: 66 unidades de F-15, 175 de F-16 y 32 de F-35, teniendo pendientes 17 cazas por recibir de este último.
Mientras que los modelos F-15 y F-16 se encargan de mantener la superioridad aérea, con importante capacidad de ataque aire-aire y aire-tierra. El Lockheed Martin F-35 se consolida como la punta de lanza en el terreno de la penetración en espacio aéreo enemigo gracias a sus cualidades de sigilo.
El F-35 es un caza de quinta generación especialmente diseñado para ejecutar operaciones sin ser detectado por los radares. Israel lo ha empleado en numerosas ocasiones para realizar ataques a tierra a posiciones muy protegidas y regresa a la base a gran altitud sin levantar sospechas.
El segmento de los drones es uno de los puntos donde Israel destaca en el panorama internacional. Sus plataformas se centran normalmente en actividades de inteligencia y espionaje, aunque algunas de ellas también pueden incluir armas menores como cohetes o misiles de pequeño calibre. En esta categoría entran drones como el IAI Heron o el Elbit Hermes.
En cuanto a los kamikazes, Israel emplea aeronaves como el IAI Harop o IAI Harpy, ninguna de ellas con la capacidad de alcanzar suelo libanés. La ventaja de Teherán en este aspecto también se basa en la utilización de algunos de sus aliados de la zona para efectuar lanzamientos, como parece haber sido el caso del ataque de hoy.