Europa perdió la independencia tecnológica en el terreno del lanzamiento de cargas espaciales —satélites, sondas, sensores...— tras el último vuelo del cohete Ariane 5 que se produjo el 6 de julio del año pasado. Desde entonces, todas las entidades públicas y compañías privadas europeas han tenido que recurrir a plataformas de terceros, como la estadounidense SpaceX, para ejecutar sus misones. Sin embargo, esto está a punto de cambiar con el próximo vuelo inaugural de Ariane 6.
El primer lanzamiento de este modelo de cohete diseñado, desarrollado y fabricado bajo la batuta de Ariane Group tiene previsto ocurrir el próximo 9 de julio entre las 20:00 y las 23:00. Más allá del momento histórico para toda Europa, será también esencial para la industria aeroespacial de España que desempeña algunos papeles fundamentales en todo el proceso de fabricación.
El polo principal dentro del territorio nacional se encuentra en las instalaciones de Airbus Defence and Space en Getafe (Madrid). Allí, la compañía cuenta con unas instalaciones punteras en el mundo en la rama del diseño y fabricación de piezas y estructuras de fibra de carbono, un material muy presente en la construcción de diversas partes de Ariane 6.
"Para Airbus es clave el éxito de este vuelo inaugural de Ariane 6", ha señalado Raúl Medina, responsable de lanzadores en Airbus Space Systems en España, a EL ESPAÑOL - Omicrono. Respecto al anterior modelo, "la participación española en el lanzador casi se ha duplicado, llegando al 4,7% en este caso".
Esto ha implicado ser los responsables del diseño y la fabricación de hasta 7 elementos del cohete en su configuración más potente. Y "una importante carga de trabajo tanto a Airbus como a nuestros proveedores en España y toda Europa". A la que hay que añadir los sistemas fabricados por Sener y Thales Alenia Space.
Huella española en Ariane 6
"Somos responsables de dos cilindros de grandes dimensiones de la parte central del lanzador", señala Medina. En particular, se trata de dos piezas denominadas IFS —una superior y otra inferior— en las cuales "van diferentes unidades electrónicas que dirigen el lanzador".
Estas IFS son las estructuras de fibra de carbono más grandes jamás fabricadas en Europa, según indica Airbus. Sirven, desde un punto de vista estructural, como piezas intermedias entre la primera etapa de propulsión del núcleo del cohete y la segunda, esta última protagonizada por la nave Vinci de nueva factura.
Cada una de ellas tiene 6,2 metros de alto, un diámetro de 5,4 metros y un peso de 1.200 kilogramos. Estos cilindros cuentan con su propio control térmico, el anillo pirotécnico para la separación de las dos etapas del lanzador, cableado y equipamiento de otras unidades electrónicas.
En la parte más superior de Ariane 6, Airbus en España es la responsable del adaptador de vehículo de lanzamiento (LVA, por sus siglas en inglés) que "hace posible que se pueda instalar la carga de pago" en el interior del cohete; como pueden ser los satélites.
Es una estructura de 457 kilogramos formada por un cono truncado de 1,9 metros de altura y 5,4 metros de diámetro. "Estamos trabajando en una LVA Heavy que soporte lanzamientos de más carga, podría llegar a resistir 20 toneladas".
Dentro de este mismo segmento, el personal de Airbus en Getafe se encarga de los adaptadores de carga útil. "Son estructuras troncocónicas que sirven para sujetar el satélite al lanzador durante el despegue utilizando un anillo mordaza".
Al igual que sus compañeros de vuelo, "va provisto de conectores para mantener vivo el satélite, muelle y la banda de separación". Este sistema es el encargado de eyectar al satélite en el momento que el lanzador llega a la órbita deseada. "Acciona la banda y los muelles le alejan" de la nave.
Boosters y kilómetros de cable
"El cambio de paradigma respecto a Ariane 5 es que somos los responsables de la parte alta de los boosters", señala Raúl Medina. Se trata de los propulsores alimentados por combustible sólido que se integran en los laterales del lanzador para proporcionar un mayor empuje durante los primeros segundos del despegue.
El Ariane 6 cuenta en la actualidad con dos versiones. La que efectuará el vuelo inaugural será la 62, que emplea un par de estos boosters, mientras que la variante 64 dispone de cuatro. El grado de participación de España, por tanto, depende del modelo que se lanzará en cada misión.
Cada uno de ellos está compuesto por un cono de 8 metros de alto, un diámetro de 3,4 y un peso de 3.500 kilogramos. "Va equipado con control térmico, cableado y unidades electrónicas", señala.
"También es importantísimo mencionar que somos los responsables de la fabricación del 90% de todo el cableado eléctrico del lanzador, unos 30 kilómetros por cada cohete". Una tarea que Airbus en España no tenía asignada en Ariane 5 y que supone una de las esenciales para el funcionamiento del cohete.
Dado el incremento en la carga de trabajo respecto a la generación anterior, la compañía decidió mudarse desde sus instalaciones de Barajas a las mencionadas de Getafe. "Construimos una planta de producción de 20.000 metros cuadrados", asegura.
Para Medina, los suministradores repartidos por toda España y parte de Europa han marcado la diferencia. "Sin ellos, este reto tecnológico no hubiera sido posible". Pone de ejemplo a Jupasa, una compañía especializada en la industria metálica de precisión con sede en Yuncos (Toledo) y con la que Airbus ha "realizado parte del montaje de la estructura LVA".
"También puedo mencionar a ICM y a Sintersa, las dos empresas colaboran con nosotros en la fabricación del cableado eléctrico", prosigue Medina. Ambas con localizaciones en la Comunidad de Madrid.
Además de los ingenieros de Airbus en Getafe, en el Ariane 6 participan compañías españolas como Sener que es la encargada de la antena de telemetría y Thales Alenia Space en la parte del transmisor de esa misma telemetría.
Próximos lanzamientos
Los inicios de Ariane 6 se remontan al año 2014, cuando comenzaron las primeras negociaciones sobre el desarrollo de una nueva plataforma al detectar la obsolescencia de Ariane 5. "Se sabía que su vida útil había comenzado a terminar y nosotros ya habíamos sido un suministrador de estructuras de fibra de carbono para ese modelo".
La apuesta por este material en el nuevo cohete es absoluta ya que proporciona "una mayor competitividad desde el punto de vista que puede lanzar cagas de pago de mayor envergadura", asegura Medina. A pesar de no ser un cohete reutilizable y no poder alcanzar las cifras de SpaceX, la fibra de carbono consigue rebajar el coste por cada kilogramo que se coloca en órbita. "Lo hace más atractivo para las compañías".
Una de las claves de la fabricación de Ariane 6 es que se está llevando a cabo la producción de varios lanzadores en paralelo. Medina indica que la capacidad de lanzamiento máxima se alcanzará una vez finalicen la "fase de rampa" por la cual van incrementando paulatinamente el ritmo de entregas y despegues.
"Esto ocurrirá en el modelo FM15 [la unidad 15 lanzada] que se debería alcanzar en torno al año 2026", explica Medina. "A partir de ahí el ratio de producción que deberíamos tener es 9 al año como mínimo y 12 como máximo". La planta de Airbus en Getafe tiene casi terminado su trabajo de la unidad FMS 8, que si todo sale bien podría lanzarse el año que viene o en 2026. Ariane Group tiene previsto otro lanzamiento antes de finalizar 2024.
Una de las principales compañías que apuestan por el Ariane 6 es Amazon para su programa Kuiper. Se trata de una constelación —al más puro estilo Starlink de SpaceX— que tiene previsto comenzar a desplegarse en los próximos años hasta alcanzar los 3.000 orbitadores. La estadounidense, fundada por Jeff Bezos, tiene en la actualidad contratados 18 lanzamientos con el cohete.