Toneladas de basura espacial lanzadas desde la ISS llegarán a la Tierra en forma de un gigantesco palé de baterías
Esta carga, que abandonó la Estación Espacial Internacional, acabará por caer en nuestro planeta en los próximos días.
8 marzo, 2024 18:31En el año 2021 tuvo lugar un evento que muchos no vieron venir en España. La NASA ordenaba a los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) liberar un palé de baterías viejas para que cayeran a la Tierra. Una carga de basura espacial que superó todos los récords, convirtiéndose en la carga de basura más grande jamás lanzada. Tres años después, todo apunta a que esta carga está a punto de llegar a nuestro planeta.
Así lo apunta el medio Quartz, que recoge las declaraciones del astrónomo del Smithsonian Jonathan McDowell en las que habla de que el palé está llevando a cabo un proceso de reentrada incontrolada en los próximos días. De hecho, el propio McDowell habla de que el comienzo de la reentrada comenzaría este mismo día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
McDowell especifica que la Fuerza Espacial de los Estados Unidos predijo una horquilla de tiempo muy específica para esta reentrada: entre las 13:30 horas del 8 de marzo y las 09:30 horas del 9 de marzo, horas peninsulares españolas. Así, este palé de baterías EP-9 tendrá su final tres años después de que abandonase la ISS, y se espera que hasta media tonelada de fragmentos del mismo golpeen nuestro planeta.
2,9 toneladas lanzadas hace 3 años
Todo comenzó en 2020, con la idea de que la NASA trabajase en mejorar el sistema energético que daba vida a la Estación Espacial Internacional. En mayo de 2020, poco después del estallido de la pandemia de la COVID-19, un buque de carga japonés comandado por la JAXA (la Agencia Espacial de Japón) llegó a la ISS portando hasta 6 nuevas baterías de iones de litio.
Este proceso, de hecho, se repitió entre el 2017 y el 2020, entregando un total de hasta cuatro cargas conjuntas. De esta forma, la JAXA pudo enviar 24 unidades de baterías de iones de litio de gran capacidad a la ISS. La idea era reemplazar las vetustas baterías de níquel-hidrógeno que hasta ese momento habían dado funcionamiento a la ISS; en total, eran 48 baterías, que pesaban un total de 2,9 toneladas.
No obstante, el proceso en sí para reemplazar las baterías era arduo, y se enfrentó a todo tipo de problemas. Un carguero HTV llegaba a un brazo robótico que sujetaba las baterías, mientras que astronautas en plena caminata espacial se dedicaban a llevarlas a su sitio y reemplazarlas por las viejas baterías. Dicho esfuerzo concluyó el 1 de febrero de 2021, con los astronautas Mike Hopkins y Victor Glover concluyendo el reemplazo de las baterías.
En total, se llevaron a cabo 4 misiones de suministro desde el carguero HTV, y se recurrieron a 13 astronautas distintos que tuvieron que realizar hasta 14 paseos espaciales distintos. Se reemplazaron 48 baterías de níquel hidrógeno por 24 baterías de iones de litio; estas se encargaron de almacenar la energía recogida de los paneles solares de la ISS.
La cuestión es que el plan inicial era que las baterías que eran sustituidas se cargaban en los cargueros HTV, para que estos regresaran a la atmósfera. En algunos casos, estas cargas acababan ardiendo en la atmósfera y en otros, ciertos residuos acababan por caer al mar. Todo se torció a finales del pasado 2018, con el lanzamiento fallido de un cohete Soyuz.
Un palé de baterías se estrellará
Ese mismo año, un lanzamiento de un cohete Soyuz se vio envuelto en problemas. En ese cohete iban los astronautas Nick Hage y Alexey Ovchinin, y ambos estaban destinados a ayudar en una caminata espacial para reemplazar las baterías. Debido al fallo, tanto Hague como Ovchinin tuvieron que aterrizar, provocando que el carguero HTV tuviera que abandonar la ISS sin su palé de basura.
Esto provocó que el programa de caminatas espaciales se interrumpiera, y que la NASA se encontrase con un problema muy serio. En 2019 llegó otro HTV, pero este tuvo que cargar con el palé de restos anterior, haciendo que sobrase un palé entero de baterías antiguas. Todos estos factores provocaron que la NASA decidiera liberar la carga de basura al completo en marzo de 2021, provocando que esta cayera orbitando a la Tierra.
En aquel entonces, el palé estaba a unos 427 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y tal y como especificaron desde la NASA, este objeto tardaría unos años en acabar por llegar al planeta. Así ha sido; se espera que la mayor parte de la carga acabe por desintegrarse en su reentrada a la atmósfera, y que los restos supervivientes alcancen la superficie.
McDowell cree que al menos media tonelada de residuos impactarán, y desgraciadamente no se sabe la localización exacta en la que estos restos caerán. También se desconoce los daños potenciales que esta carga podría provocar de cara a su llegada a la superficie terrestre, siendo un recordatorio más de la enorme problemática que supone la basura espacial.