Así son los mini rovers que la NASA usará para explorar la Luna: funcionan con energía solar y están sincronizados
Englobados dentro del proyecto de demostración CADRE, estos dispositivos probarán la cooperabilidad de estos sistemas robóticos en misiones lunares.
8 marzo, 2024 19:40En la era de jolgorio aeroespacial que vivimos, misiones como Artemis o proyectos como Starship causan furor en España. La idea de volver a la Luna más de medio siglo después sigue movilizando a empresas y agencias de todo tipo, incluyendo a la NASA. Un ejemplo de esto es su nuevo conjunto de rovers CADRE, encargados de mapear la superficie de la Luna con lo último en tecnología e innovación.
Esta clase de mini rovers se constituyen como la última demostración técnica de la agencia espacial para, en sus palabras, "mostrar la promesa de las misiones multirobot". Consta de tres rovers compactos, que estarán en completa sincronía y disfrutarán de un tamaño tan reducido como el de una maleta de mano. Realizarán experimentos de exploración para mapear el satélite en conjunto, trabajando en equipo.
Los rovers CRADE han sido desarrollados por los ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en el sur de California (Estados Unidos). Ya han sido ensamblados y están siendo sometidos a una serie de pruebas para garantizar su eficacia en la misión, sino sus capacidades de supervivencia tanto en la Luna como en el propio viaje hacia ella.
Los mini rovers de la NASA
Este proyecto forma parte de una demostración técnica apodada CADRE, por sus siglas en inglés, Exploración Robótica Distribuida Autónoma Cooperativa. La NASA tiene planeado instalar tanto los rovers como el hardware asociado necesario en un módulo de aterrizaje que se lanzará a la región Reiner Gamma de la Luna, con la idea de demostrar las capacidades de cooperación de estas máquinas.
Y es que el objetivo de todo esto, dice la NASA, es "demostrar que un grupo de naves espaciales robóticas pueden trabajar juntas para realizar tareas y registrar datos como un equipo", sin necesidad de órdenes directas de los controladores de la misión en la Tierra. Los tres rovers CRADE usarán un radar de penetración terrestre de forma completamente autónoma para observar qué hay bajo la superficie de la Luna.
El trío de rovers ha sido sometido a largas jornadas de testeo, y han sido configurados a la perfección para integrarse con el módulo de aterrizaje. En estas pruebas se incluyen observaciones en condiciones ambientales extremas para garantizar que los rovers puedan aguantar los entornos lunares. Por ejemplo, la NASA encerró estos rovers en una cámara de vacío térmico, que simula condiciones como las temperaturas extremas de frío y calor o la falta de aire respirable.
También se sometió al hardware asociado a los rovers a una llamada "mesa vibratoria". Esta es una mesa que como indica su nombre vibra con mucha intensidad; lo que pretende esta prueba es comprobar si las altas vibraciones del viaje fuera de la atmósfera afectan a los dispositivos. Desde la NASA pretenden 'agitar' a los rovers para simular el lanzamiento del cohete.
Englobados dentro de las pruebas ambientales, también se realizaron testeos en elementos de hardware directamente montados en el módulo de aterrizaje. Según la NASA, estos elementos incluyen una estación base que servirá, valga la redundancia, como base para que los rovers se comuniquen entre sí y una cámara para dar vista a los operarios de las actividades de los rovers. Asimismo, se integraron pruebas en los sistemas de despliegue que bajarán los rovers a la superficie lunar.
El software de autonomía cooperativa del proyecto CADRE también ha sido puesto a prueba, en este caso con versiones a escala real de los rovers, en modelos de desarrollo. La NASA demostró que con este software los rovers pudieron lograr objetivos clave para el proyecto, como conducir juntos en formación o ajustar planes de grupo compartiendo mapas actualizados.
Dadas las condiciones extremas de iluminación a las que se tendrán que someter los dispositivos una vez comiencen su misión, la NASA ha querido emularlas en su entorno de pruebas. Se realizaron recorridos nocturnos bajo enormes reflectores para que los rovers pudieran ver sombras y luces extremas. Ante estos obstáculos, la formación de drones trabajó como debía; planificaron caminos coordinados, pausas para cargar baterías en conjunto, etcétera.
Los siguiente pasos de la NASA son muy claros. El hardware se enviará a Intuitive Machines para que sea instalado en el módulo de aterrizaje Nova-C que se lanzará en un cohete SpaceX Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy. Si el proyecto tiene éxito, la NASA abre la puerta a que misiones futuras incluyan equipos completos de robots para, entre otras cosas, tomar mediciones científicas distribuidas y simultáneas, "potencialmente en apoyo de los astronautas", dice la agencia.