El 7 de octubre de 2023 quedará marcado para la historia aeroespacial de España. A eso de las 2:19 de la madrugada, el Miura 1 despegó desde el Centro de Experimentación de El Arenosillo (Huelva) ejecutando satisfactoriamente su lanzamiento inaugural y completando los objetivos tecnológicos establecidos por PLD Space. La consecución de este reto supone, además, un importante salto para su próximo desafío: Miura 5. Este último modelo ya se encuentra en un avanzado estado de desarrollo dentro de la compañía ilicitana y tiene previsto levantar el vuelo en 2025.
Regresando al lanzamiento de esta mañana, el vuelo ha tenido una duración de 306 segundos en los que Miura 1 ha alcanzado el apogeo en los 46 kilómetros de altitud. Inicialmente el plan publicado por PLD Space concretaba una altitud máxima de 80 kilómetros, por lo que habrá que esperar al análisis de la telemetría para saber si la trayectoria y el rendimiento del motor han sido correctos.
La misión concluyó con el amerizaje del cohete en el océano Atlántico, frente a las costas de Huelva, donde un equipo de rescate se encuentra actualmente trabajando para localizar y recuperar el Miura 1. El lanzamiento también ha servido para someter a condiciones de microgravedad durante unos segundos —de los 6 minutos planeados— al dispositivo del Centro de Tecnología Espacial Aplicada y Microgravedad alemán (ZARM), que aplicará toda la información obtenida durante el vuelo para realizar futuros experimentos.
El Miura 1 es el primer cohete privado íntegramente europeo. PLD Space lo ha desarrollado desde cero y convierte a España en el décimo país del mundo con capacidad directa al espacio. "Este lanzamiento posiciona a PLD Space como la empresa de referencia en la carrera espacial europea", ha señalado Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de la empresa. "La satisfacción del equipo es contagiosa, de hecho, el éxito de esta misión es un logro compartido que incluye a nuevos inversores, partners y proveedores. Y quiero hacer una mención especial al INTA y los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado".
"Este lanzamiento es el resultado de más de 12 años de duro trabajo, pero es sólo el principio de lo que está por venir", según ha declarado Raúl Torres, director de lanzamiento y cofundador de PLD Space, unos minutos después del despegue del Miura 1. "Gracias a este vuelo experimental, podremos extraer un gran volumen de información que nos permitirá validar gran parte del diseño y la tecnología que servirá de base para desarrollar nuestro lanzador orbital, Miura 5".
Próxima parada: Miura 5
El éxito del Miura 1 allana en buena parte el camino hacia la puesta en funcionamiento del Miura 5. Tal y como comentó Raúl Verdú, cofundador de PLD Space y responsable de desarrollo de negocio, a EL ESPAÑOL-Omicrono, entre el 70 y el 80% del primero se encuentra presente en el segundo. Haber conseguido completar con éxito las principales etapas de propulsión y control de vuelo en este primer lanzamiento supone un gran paso en la demostración tecnológica del hermano mayor.
"Desarrollamos Miura 1 para acelerar el desarrollo tecnológico de Miura 5 y, tras el éxito de esta misión, el equipo podrá avanzar a gran velocidad hacia su primer vuelo: nuestro objetivo final", recalca Verdú. Y es que, el Miura 5 será el primer cohete español con capacidad de desplegar cargas orbitales. Este cohete cuenta con un potencial comercial mucho mayor y ya tienen compañías interesadas en los primeros lanzamientos programados.
Según explican desde la compañía, en la actualidad, más del 90% del equipo de PLD Space "está volcado en el desarrollo del Miura 5". El despegue inaugural tendrá lugar en el puerto espacial europeo en Kourou (Guayana Francesa) en el año 2025 para poco después entrar en actividad comercial, probablemente en 2026.
En cuanto a especificaciones técnicas, el Miura 5 dispone de 36 metros de longitud por 2 metros de diámetro —12 y 0,7 metros en el Miura 1, respectivamente— que se reparten los casi 69.000 kilogramos que pesará en el momento del despegue. La primera etapa reutilizable la componen un total de 5 motores de combustible líquido y bioqueroseno como propulsantes que generan 950 kN de empuje a nivel del mar. Ésta fase de propulsión inicial supone la mayor parte de la longitud total del cohete con 20,37 metros y se calcula que podría ejecutar hasta 15 lanzamientos al año.
La segunda etapa, por su parte, cuenta con un único motor con 50 KN de empuje en el vacío y 10,94 metros de longitud. En ella se sitúa la cofia con una capacidad de carga de pago de 540 kilogramos que será donde se integren los sistemas orbitales de los clientes que han adquirido los servicios de la compañía de Elche.
Contar con un par de etapas cambia drásticamente todo lo relacionado con el plan de vuelo del cohete y añade una importante complejidad a la operativa. Tan sólo unos minutos después del despegue, la primera etapa se desacoplará y caerá al mar gracias a un sistema de paracaídas que amortiguará el amerizaje. En la zona de llegada se encontrará un barco que la rescatará y la transportará a puerto para que los ingenieros de la compañía la vuelvan a poner a punto para el próximo lanzamiento.
Por otro lado, la mencionada segunda etapa, una vez separada de la primera, tendrá que encender el motor para elevar la carga de pago hasta la altura orbital que el cliente desee. Una vez en el punto y momento exactos, el sistema de despliegue actúa liberando la carga. Tanto la cofia como la segunda etapa tiene previsto desintegrarse en una reentrada programada en la atmósfera.
PLD Space tiene por delante unos meses de trabajo frenético si quieren cumplir con los plazos que maneja públicamente la compañía. Se deberán enfrentar a un densísimo programa de test de encendido en las instalaciones que tiene PLD Space anexas al Aeropuerto de Teruel —donde ya probaron el único motor de Miura 1—, poner a prueba todos los sistemas diferentes respecto a la primera versión y al mismo tiempo buscar financiación para continuar con los desarrollos y la fabricación de más de un Miura 5.