Siguen los problemas para el cohete europeo Vega C. La solución propuesta ante el fallo que hizo fracasar en diciembre de 2022 en su primer vuelo comercial, es ahora la causa de que la agencia europea tenga que retrasar una vez más sus planes para esta lanzadera. El Eurolauncher no volverá a despegar hasta 2024. El problema radica en una prueba de boquilla rediseñada. Este lunes la Agencia Espacial Europea informaba de este nuevo retraso en una rueda de prensa.
A finales del año pasado el cohete Vega-C sufría un fallo y perdía dos satélites. Después de despegar del puerto espacial europeo en Kourou, Guayana Francesa ocurría una anomalía en el Zefiro 40, la segunda etapa del lanzamiento, lo que puso fin a la misión Vega C, según informó en su momento la empresa Arianespace.
La investigación posterior reveló que el problema estaba en la tobera del motor Zefiro 40, en concreto, tenía un defecto en la homogeneidad del material de la boquilla, lo que provocó una erosión termomecánica del inserto de garganta de carbono-carbono. Como solución se decidió utilizar un nuevo material y se fijó el último trimestre de 2023 para un nuevo lanzamiento.
Nuevos fallos
Sin embargo, a mediados de año los planes de la ESA empezaban a torcerse de nuevo. Una prueba de cocción estática en junio revelaba que las propiedades termomecánicas del nuevo material no daban buenos resultados con la geometría heredada. Una comisión determinó que el fallo encontrado era completamente diferente al problema que tenía el diseño anterior.
"Se detectaron algunas anomalías, pero no hubo impactos en la presión, hasta que llegamos a los 39,7 segundos cuando el inserto de garganta en carbono-carbono fue expulsado", ha dicho esta semana Giovanni Colangelo, inspector general de la ESA. Ante esta situación la agencia dedicará los próximos 12 meses a mejorar aún más el diseño de la boquilla del motor Zefiro 40. Antes de someter el nuevo diseño a dos pruebas de disparo nuevas, intentarán predecir los resultados mediante simulaciones por ordenador.
La fecha de regreso de Vega-C se ha retrasado un año entero hasta el último trimestre de 2024. Mientras tanto, la ESA ha fijado el lanzamiento de Vega, un modelo más pequeño para el segundo trimestre de 2024.
Problemas de agenda
Mientras se soluciona este nuevo contratiempo, la ESA deberá recurrir a otros cohetes para lanzar al espacio las diferentes cargas y viajes que tiene marcados en la agenda. Sin embargo, alternativas como el cohete Vega no cuentan con la capacidad suficiente para realizar el trabajo de su hermano mayor Vega-C.
Así, este modelo no podría cargar con el radar Sentinel 1-C. El lanzamiento de este radar lo decidirá la Comisión Europea más adelante. También, la agencia ha jubilado a su cohete más pesado el Ariane 5 y aún está pendiente de poner en marcha su sucesor el Ariane 6. Este gigantesco cohete se enfrenta a sus últimos meses de trabajos en tierra firme antes de emprender el primer lanzamiento comercial rumbo al espacio.