El lanzamiento del Euclid ha sido todo un éxito. El telescopio europeo ha despegado a eso de las 17:12 horas de España peninsular desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) y a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX que lo ha impulsado rumbo a su lugar de destino, muy cerca del James Webb lanzado en 2021.
Ambos se encontrarán en torno al punto de Lagrange L2 del sistema Sol-Tierra situado a 1,5 millones de kilómetros, distancia que tardará en recorrer un mes. Allí, Euclid empleará sus paneles solares para abastecerse de energía mientras coloca todos sus sensores mirando hacia el espacio profundo.
Su misión principal será la de recoger datos e imágenes con el fin de crear el mapa 3D más grande y preciso del Universo. Para lo que incorpora una cámara en el rango de la luz visible y otra centrada en el espectro del infrarrojo cercano.
"Euclid nos ayudará a explorar cómo se ha expandido el universo y cómo se ha formado su estructura a lo largo de la historia cósmica", según ha explicado Francisco Castander, el investigador del ICE-CESIS, IEEC y miembro del consejo de dirección del consorcio Euclid a Europa Press. "Lo cual puede revelar más sobre el papel de la gravedad y la naturaleza de la energía oscura y la materia oscura".
Al no poder detectarse directamente empleando la tecnología actual, los astrónomos miden estos fenómenos por si influencia gravitatoria en la materia visible, como las estrellas, las galaxias y otros cuerpos celestes. Es una tarea imposible de realizar desde la superficie de la Tierra, de ahí la necesidad de situar a Euclid a 1,5 millones de kilómetros en una de las regiones más estables del universo cercano conocido.
"Los datos de la misión proporcionarán un extraordinario legado que permitirá ampliar nuestro conocimiento sobre la formación y la evolución de las galaxias, y, en particular, de los astros menos luminosos de la Vía Láctea", ha señalado el director del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y también miembro del consejo de dirección del Consorcio Euclid, Rafael Rebolo.
Participación española
Junto con Thales Alenia Space, las diversas sedes de Airbus en España han participado activamente en el diseño, desarrollo y fabricación de varios sistemas esenciales del telescopio. Las instalaciones madrileñas de Barajas han suministrado el subsistema de estructura y control térmico del módulo de servicios situado en la parte inferior del Euclid y que aloja todas las unidades electrónicas y la propulsión.
Según indican desde la propia compañía, la estructura se entregó en junio de 2020 para su integración final, pero Airbus Barajas continuó con el suministro de las mantas técnicas y el apoyo a la integración y ensayos. También cuenta con participación en otros subsistemas como el del control térmico asociado que controla las temperaturas de los instrumentos a través de unos enlaces térmicos criogénicos desarrollados para la ocasión.
Por su parte, Airbus en Tres Cantos (Madrid) ha colaborado con 2 unidades electrónicas clave para la misión Euclid. La primera de ellas es la unidad de control del subsistema del Sensor de Guiado Fino (FGS) perteneciente al Sistema de Control de Órbita e Inclinación (AOCS). Proporciona la inteligencia al subsistema, controlando los sensores y la comunicación con el ordenador de a bordo.
La segunda es la unida de control para el Espectrómetro de Infrarrojos Cercanos que se posiciona como el instrumento principal de la misión. Se trata del cerebro del instrumento, controla los distintos mecanismos que lo componen y también se encarga de las comunicaciones con la plataforma.
Nada de esto serviría sin un sistema de telecomunicaciones acorde como el que ha desarrollado la rama española de Thales Alenia Space y que será el encargado de transmitir todos los datos e imágenes del cosmos a diario.
Ya en la Tierra, esperando el contacto se encuentra la estación de espacio profundo situado en la localidad abulense de Cebreros. Estas instalaciones, inauguradas en 2005, sirven de nexo para las misiones de la Agencia Espacial Europea que se encuentran a más distancia.