A mediados del pasado febrero, el Ministerio de Defensa de España anunció el envío del escudo antiaéreo NASAMS a Estonia como parte de su compromiso con la Alianza Atlántica. Tras un breve periodo de tiempo de preparación por parte del Ejército de Tierra y posterior logística a bordo de un barco, el material militar ya ha llegado al país báltico donde espera ponerse en activo en próximas fechas.
El lote incluye una batería completa del sistema de defensa con el fin de asegurar la soberanía del espacio aéreo protegiéndolo de aeronaves no autorizadas. El acuerdo cerrado por la ministra Margarita Robles y su homólogo estonio Hanno Pevkur contempla el préstamo durante 4 meses hasta que Tallin reciba sus propios sistemas.
"El flanco oriental de la OTAN ha crecido significativamente durante el último año", declaró Pevkur en el momento del anuncio. "Teniendo en cuenta la necesidad de llenar ese vacío crítico en nuestras capacidades de defensa aérea de mediano alcance, estoy muy contento de que hayamos llegado a un acuerdo con España sobre el despliegue de su sistema de defensa aérea terrestre de mediano alcance".
La ubicación elegida para el NASAMS español es la base aérea de Ämari situada al oeste de Tallin y donde el Ejército del Aire ya tiene desplegados cazas Eurofighters. Según han indicado, Estonia espera aprender "detalles tácticos" del despliegue español para el uso de un sistema de defensa aérea y su integración con otros sistemas de defensa. Cuando llegue, será el segundo sistema español de este modelo activo en la zona, tras la puesta en servicio de una unidad en Letonia a finales de junio de 2022.
Escudo antiaéreo
El Sistema avanzado de Misiles Tierra-Aire de Noruega, conocido popularmente por sus silgas NASAMS, es uno de los escudos antiaéreos de medio radio más potentes, modernos y avanzados desde el punto de vista tecnológico. Está desarrollado a medias ente Kongsberg, compañía noruega, y Raytheon, uno de los contratistas más importantes de Estados Unidos.
Comenzó su vida operativa a finales de los años 90 y, desde entonces, el NASAMS ha ido mejorando gracias a las actualizaciones que ambas empresas le han aplicado. Este sistema lleva en el Ejército de Tierra de España desde el 2003 debido al marco compensatorio industrial por la compra de 5 fragatas de Navantia por parte de la Armada noruega.
España tiene actualmente un total de 4 baterías del sistema antiaéreo de segunda generación compuestas cada una de ellas de un centro de mando, un radar Sentilen y dos lanzadores de misiles interceptores. El Ministerio de Defensa anunció el pasado enero que va a comenzar a tramitar la adquisición de otra batería más de NASAMS para el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo del Ejército del Aire con base en Zaragoza.
El radar Sentinel, fabricado por Raytheon puede identificar objetivos hasta un rango de 120 kilómetros y monitorizar más de 60 amenazas al mismo tiempo. Una de sus particularidades son los 1.800 kilogramos que pesa —como un coche grande— que le permite transportarse con una eslinga mediante helicóptero y emplazarla de este modo en azoteas o lugares complicados.
Los lanzadores NASAMS españoles emplean munición AIM-120 AMRAAM (siglas de Misil Aire-aire Avanzado de Medio Alcance) fabricados por Raytheon. Cada uno de los misiles tiene un peso de 157 kilogramos que se reparten en 3,65 metros de longitud, 178 milímetros de diámetro y 533 milímetros de envergadura.
El sistema de propulsión corre a cargo de un cohete alimentado con combustible sólido que le proporciona un alcance efectivo de entre 7 y 10 kilómetros y una altitud máxima de 10.000 metros. Originalmente fue desarrollado para acoplarse a los aviones de combate, pero finalmente se adaptó para poder emplearse en los lanzadores de NASAMS, viéndose recortadas algunas especificaciones debido a ello.