El programa secreto de drones suicidas de Reino Unido para Ucrania: muy baratos e impresos en 3D

El constante suministro de armamento y municiones por parte de los países de la OTAN a Ucrania, España incluida, no parece ser suficiente. Según el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, la entrega de material debería acelerarse para que la defensa ucraniana pueda seguir plantando cara a las tropas rusas. A los tanques Leopard y Abrams que durante tanto tiempo reclamó Volodímir Zelenski y el gobierno que preside, en cualquier momento pueden sumarse cazas como los F-16 o nueva munición de largo alcance para alcanzar objetivos valiosos en la retaguardia rusa.

Mientras estas peticiones y concesiones están siendo en su mayor parte públicas, con un constante tira y afloja entre Ucrania y los países que están colaborando en el esfuerzo bélico para detener la invasión de Putin, hay varios programas en marcha que pasan más desapercibidos o que directamente son alto secreto. Era lo que ocurría hasta la semana pasada con un programa del Reino Unido para desarrollar drones que pudieran servir a Ucrania a corto plazo.

De hecho, Rishi Sunak, primer ministro británico, aseguró en la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich que su país sería "el primero en proporcionar a Ucrania armas de mayor alcance". Y aunque todo apunta a los misiles Storm Shadow, con un rango de hasta 400 kilómetros, es muy probable que estas armas también incluyan alguno de los sistemas aéreos no tripulados incluidos en esta iniciativa clandestina.

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Entre ellos hay tanto drones de vigilancia y reconocimiento, más tradicionales, como drones suicidas con forma de ala delta impresos en 3D, toda una novedad que podría ponerse al servicio de las fuerzas ucranianas rápidamente y a un coste muy bajo. Y es que, frente a las complejidades logísticas y alto coste de la entrega de armamento pesado y los largos períodos de adiestramiento, sistemas de este tipo pondrían en manos de Ucrania una flota de amenazas aéreas que podrían inclinar la balanza hacia sus intereses en el escenario actual.

La iniciativa KINDRED

Este ambicioso programa de aeronaves no tripuladas tiene su origen en el Grupo de Capacidades Futuras del Ministerio de Defensa británico, encargada de desarrollar las nuevas generaciones de armamento del ejército de las islas. Una de las participantes es la empresa QinetiQ, habitual colaboradora de la Royal Navy en proyectos experimentales y de alta tecnología.

La imagen compartida por la empresa QinetiQ del posible dron impreso en 3D QinetiQ Omicrono

Fue la propia empresa la que destapó esta iniciativa secreta, anunciando a través de un comunicado (retirado de su web en apenas unas horas) que participó en un programa para "proporcionar recomendaciones sobre sistemas de aeronaves no tripuladas que pudieran ser desplegados fácilmente por el ejército ucraniano". 

El comunicado de QinetiQ no aportaba más detalles temporales ni especificaciones sobre los drones, pero venía acompañado de una foto que muestra "un pequeño dron con ala barrida y aleta caudal, aparentemente propulsado por un par de motores de microturbina, y posiblemente impreso en 3D", según The War Zone.

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Lo que sí se sabe es que este programa forma parte de la iniciativa KINDRED, un proyecto más amplio para evaluar el tipo de armas que pueden ser puestas en servicio por Ucrania en menos de 4 meses. En el caso de los drones, este plazo se redujo a tres semanas, el tiempo que tuvieron QinetiQ y otras cuatro empresas para mostrar sus tecnologías experimentales ante altos funcionarios del Ministerio de Defensa en el campo de pruebas de Boscombe Down, al sur de Inglaterra.

Entre esos proyectos de prueba, según la empresa responsable de los Banshees y otros drones, se "incluían cargas útiles C2 [es decir, de mando y control] y sensores, así como UAS VTOL [drones de despegue y aterrizaje vertical] y un dron suicida de ala delta impreso en 3D".  

Primer lanzamiento del dron impreso en 3D SULSA Royal Navy Omicrono

Hasta la fecha, uno de los proyectos británicos más avanzados en este sentido es el SULSA, desarrollado por ingenieros de la Universidad de Southampton. En 2015, este dron realizó su primer vuelo de prueba tras ser lanzado desde la cubierta del buque de guerra HMS Mersey. 

"La clave para aumentar el uso de los UAV es la producción sencilla de fuselajes resistentes y de bajo coste. Creemos que nuestro uso pionero del nailon impreso en 3D ha hecho avanzar el diseño en la comunidad de UAV de todo el mundo", afirmó en su día el profesor Andy Keane, del Grupo de Ingeniería y Diseño Computacionales.

Para fabricarlo se utilizó la técnica de sintetización selectiva por láser o SLA, una tecnología de impresión 3D que utiliza un láser para trazar patrones y fusionar capas de materiales y así obtener piezas. Es utilizado habitualmente en la industria aeronáutica, pero también en el diseño de coches de carreras y en implantes médicos personalizados.

Depredadores aéreos

Hasta la fecha, el modelo de UAV más conocido de QinetiQ es el Banshee, un dron utilizado como objetivo para pruebas y demostraciones, y su hermano mayor, el Banshee Jet 80+, una versión mejorada y con doble motor a reacción. Estos equipos fueron creados para probar las capacidades de las contramedidas frente a cazas y misiles de portaviones de la clase Queen Elizabeth como el HMS Príncipe de Gales, donde se realizó la primera demostración con un Banshee Jet 80+ en septiembre de 2021.

El Banshee Jet 80+ necesita una catapulta neumática para su lanzamiento desde plataformas terrestres o marítimas y tiene una envergadura de alas de 2,49 metros y una longitud de 2,95 metros. Cuenta con dos motores de turbina de gas de 40 kg de empuje estático, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 648 km/h. El radio llega a los 100 km gracias a su autonomía de 45 minutos y la altitud máxima a la que puede llegar es de 8.000 metros.

Sus cargas útiles más habituales son 8 bengalas de humo, hasta 16 bengalas de seguimiento por infrarrojos, cápsulas dispensadoras de señuelos, aumentadores activos de radar y otros equipos para servir como objetivo de pruebas. Pero sobre el papel, su configuración base puede ser un buen punto de partida para adaptarse como dron kamikaze, como los que Ucrania ha utilizado en sus ataques contra bases militares rusas.

Drones kamikaze ucranianos

Aunque la mayor parte de la atención se ha fijado en los Kalashnikov Kub y los drones iraníes que Rusia ha utilizado contra varias ciudades ucranianas y algunos objetivos militares, Ucrania también tiene su propia flota de UAVs suicidas. Los más conocidos son los Switchblade cedidos por EEUU, que cuentan con un sistema avanzado para operar bien manualmente o de forma totalmente autónoma.

Según AeroVirronment, su fabricante, los preparativos para el lanzamiento de la versión más pequeña de este dron (Switchblade 300) no llevan más de 2 minutos. El aparato proporciona al operador vídeo en tiempo real y coordenadas GPS para la recopilación de información.

Un soldado lanza un Switchblade 300.

Por su parte, el Switchblade 600, más grande y pesado, se diseñó pensando en ataques a objetivos como carros de combate o cualquier otro tipo de vehículo blindado. Esta versión cuenta con una autonomía de 40 minutos y está equipada con sensores electroópticos e infrarrojos de alta resolución. 

Esta versión superior incorpora una ojiva explosiva especialmente penetrante para blindajes y cuenta con un rango de acción superior a los 100 kilómetros. En total, el vehículo junto con la carga explosiva tiene un peso de 37 kilogramos y, en el momento del choque, puede alcanzar los 185 kilómetros por hora.

Dron ucraniano

Pero Ucrania, como se está comprobando desde el inicio del conflicto, se está especializando en aplicar el ingenio para adaptar vehículos inicialmente no diseñados como drones suicidas. Es el caso de la versión modificada del avión teledirigido RZ60 que se ha podido ver recientemente en redes sociales, así como los drones caseros que se han utilizado para atacar todo tipo de objetivos rusos.

Hay otros envueltos en misterio, como el dron que elude las defensas antiaéreas rusas. Fue revelado al público por una imagen difundida por las instancias militares de Rusia que han conseguido atraparlo. "Se han volado unas 7 unidades al mismo tiempo", señalaron en un mensaje recogido por Defence Blog, haciendo referencia a un ataque kamikaze coordinado contra posiciones controladas por Moscú.

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