Las buenas relaciones entre Marruecos y Estados Unidos quedan patentes en los grandes acuerdos militares que han cerrado en los últimos años. La última adquisición del ramo aeronáutico han sido unidades de helicópteros Bell 412 EPI fabricados por el país estadounidense para la lucha antisubmarina. Un modelo para el que España tiene un equivalente —también estadounidense— fabricado por Sikorsky.
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La Marina Real marroquí ya ha recibido 2 unidades de la aeronave que se encuadra como una plataforma moderna y polivalente. Marruecos espera recibir otras 22 unidades de este helicóptero cuyo anuncio de incorporación ha llegado al mismo tiempo que el de los drones chinos Wing Loong II.
La guerra submarina y antisubmarina es una de las grandes tareas pendientes de Marruecos, que no dispone de ningún sumergible y lleva varios años evaluando la adquisición de uno. Pero su posición estratégica en el Estrecho de Gibraltar —una de las zonas del mundo con más tráfico de submarinos— hacen imprescindible contar con un buen número de aeronaves capaces de detectarlos y, en última instancia, atacarlos.
Helicóptero antisubmarino
Esta versión de helicóptero es una modificación naval de uno del modelo base 412 que Bell pone a disposición de los clientes para uso comercial. Aunque cada vez más está teniendo buena acogida en operadores militares principalmente para el transporte de personal y logística.
Las unidades que acaban de llegar a Marruecos llevaban un tiempo pasando las pruebas de aceptación final en Estados Unidos. Un proceso donde se evalúa si se cumplen todos los requisitos y términos recogidos en el contrato.
De hecho, la propia compañía presentó en mayo de 2022 la versión 412M para aplicaciones militares con diferentes configuraciones entre las que se encuentra la lucha contra submarinos. La adquisición de las unidades marroquíes data de 2021 por lo que se estaría hablando de la anterior versión que no dispone de tecnología militar tan avanzada de serie.
Lo que sí se conoce es que incorporarán torpedos especialmente diseñados para impactar contra sumergibles así como toda una serie de sistemas a bordo para la detección. Desde radares multidominio Osprey 30 con capacidad de seguimiento de 1.000 objetivos simultáneos, identificador y una cobertura de 370 kilómetros a sistemas sónar de largo alcance.
Cuenta con una tripulación de dos pilotos que se encargarán de manejar los 17 metros de largo de la nave y los 5.300 kilogramos de peso máximo al despegue. Tiene una velocidad máxima de 260 kilómetros por hora y una autonomía de 980 kilómetros. Las especificaciones del modelo de la Marina Real marroquí pueden variar al tratarse de una modificación que acarree con elementos pesados como misiles o torpedos, pero cuenta con el mismo motor de la estadounidense Pratt & Whitney.
La alternativa española
En el caso de la Armada española, toma el papel de helicóptero antisubmarino los Sikorsky SH-60B perteneciente a la 10ª Escuadrilla de Aeronaves que tiene su base en Rota (Cádiz). Esta aeronave cuenta con un lanzador de hasta 25 sonoboyas, sensores y detectores para monitorizar lo que ocurre debajo de la superficie del agua.
El primer SH-60B entró en servicio en la Marina estadounidense en 1984. Se trata de una versión modificada del Sikorsky UH-60 Black Hawk con pintura anticorrosión, motor más potente y anclajes para armamento. Sus primeras misiones las realizó a bordo de fragatas, destructores y cruceros de Estados Unidos como elementos de ataque a la superficie y antisumbarino.
Cuenta con una larga lista de sensores a bordo entre los que se incluyen un detector de anomalías magnéticas remolcado y lanzadores de sonoboyas. También dispone de un radar de búsqueda y, como opción, un sistema infrarrojos especialmente preparado para operaciones nocturas.
El armamento antisubmarino se compone de hasta 3 torpedos MK-46 y un misil aire superficie Penguin o bien 4 misiles Hellfire AGM-114. Como ametralladora recurre a una GAU-16 de calibre 12,7 milímetros e incorpora un designador de objetivos láser.
Los torpedos Mark 46 que tienen una autonomía de 11 kilómetros, una velocidad subacuática de 74 km/h y un sistema de guiado acústico tanto activo como pasivo que entrega una ojiva explosiva de 44 kilogramos.
El Sikorsky es un helicóptero sensiblemente más grande que el Bell, puesto que cuenta con casi 20 metros de largo y un motor de 1.900 caballos —1.250 en el modelo marroquí— para levantar casi 10 toneladas de peso máximo. Prácticamente el doble, dado que esta es una plataforma desarrollada para uso militar desde el comienzo y con él la capacidad de acarrear todo tipo de armamento.