Así es el Wing Loong II, el nuevo dron de ataque con el que Marruecos supera al ejército español
La aeronave no tripulada, de fabricación china, tiene capacidad para realizar tareas de espionaje y para ejecutar ataques aire-tierra.
24 octubre, 2022 01:05Marruecos continúa a pleno rendimiento con la adquisición de nuevo material militar para sus tropas con especial enfoque en aeronaves tanto tripuladas como no tripuladas. Las últimas adquisiciones en salir a la luz las han protagonizado los drones Wing Loong II de fabricación china y especialmente diseñado para ejecutar tanto labores de espionaje como de ataque a objetivos terrestres. Un modelo para el que España no tiene ningún equivalente.
Rabat aumentó el presupuesto de defensa un 6% en 2022 pasando a destinar un 4% del PIB del país —algo menos de 5.000 millones de euros— a la sustentación de sus fuerzas armadas. Al mismo tiempo, cuenta con varios programas abiertos de ampliación y mejora de equipamiento con Estados Unidos como principal proveedor, aunque el reino no se cierra a la negociación con China y sus empresas de exportación militar.
Los Wing Loong II están fabricados por la empresa estatal china AVIC (Aviation Industry Corporation) y Pekín los exporta a varios países como Argelia, Arabia Saudí, Libia o Emiratos Árabes Unidos. Todo un éxito para la industria aeronáutica del gigante oriental.
España no cuenta en sus filas con ningún tipo de dron armado, mientras Marruecos no ha cesado en incorporar unidades con esta capacidad en los últimos años. Principalmente de origen israelí —a raíz del restablecimiento de las relaciones diplomáticas en 2020— y turco con los Bayraktar TB2 que tan buenos resultados les está dando a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Dron de ataque
Otra de las elecciones de Marruecos para esta tanda de incorporaciones es el dron chino Wing Loong II que se presentó en la Exposición de Aviación de Pekín en 2015 como una plataforma autónoma capaz de realizar misiones de espionaje y ataque. Tuvo su primer vuelo oficial en febrero de 2017 y entró en servicio a lo largo de ese mismo año.
Su diseño se basa directamente del Wing Loong I haciéndolo algo más alto y largo. El tren de aterrizaje retráctil está formado por dos ruedas principales debajo de la panza del dron y una más adelantada del morro, un esquema muy similar a la de cualquier aeronave que restringe su operación a aeropuerto y aeródromos.
Su corta vida operativa no le ha impedido participar batallas de la guerra civil libia de la mano de Emiratos Árabes Unidos que fue el cliente de lanzamiento principal en el extranjero. Según algunos reportes, la fuerza aérea del país árabe ejecutó ataques a bases militares en Libia destruyendo drones Bayraktar TB2. También la BBC reportó que se habían empleado para atacar una academia militar en el mismo país lanzando misiles chinos Blue Arrow 7.
En su apartado de espionaje, el Wing Loong II dispone de un pod situado en el morro de la aeronave donde acomoda un sistema óptico electrónico que le permite recoger imágenes tanto de día como en plena noche gracias a su sensor de infrarrojos. También dispone de radares aire-superficie capaces de distinguir objetivos y realizar seguimiento de ellos.
Tiene 11 metros de largo por 20,5 de envergadura con un peso de 4.200 kilogramos y una velocidad de crucero de 200 km/h. Proporciona autonomía de 20 horas y un radio operativo de 1.500 kilómetros al centro de control situado en tierra firme y con conexión por satélite con el dron. Su altitud máxima es de 10.000 metros y en su arsenal de 400 kilogramos. Cada ala incorpora 3 puntos rígidos dobles —con 12 anclajes en total— capaces de transportar bombas, cohetes o misiles aire tierra.
El Blue Arrow 7 es la versión de exportación del misil aire-superficie AKD-10, uno de los más avanzados desarrollados internamente en China. Su principal cometido es el de arma antitanque aunque ha demostrado su valía contra pequeñas infraestructuras en el campo de batalla gracias principalmente a su gran poder de penetración.
Según datos aportados por autoridades chinas, el misil puede detectar automáticamente su objetivo, dirigirse a él mediante un sistema de guiado por láser e impactar con una precisión de 3 metros. También apuntan a que tiene un rango efectivo de 3 kilómetros y a la posibilidad de equiparlo tanto en drones como en helicópteros.
Predator español
Por su parte, España no dispone de nada equivalente ni parecido al Wing Loong II. Todos los drones encuadrados en las Fuerzas Armadas dejan de lado la capacidad de ataque para centrarse en el espionaje y la vigilancia, algo que el marroquí también puede realizar.
Dentro de esta última categoría están los 4 Predator-B —también llamados Reaper— de fabricación estadounidense que cuentan con base de operaciones en Talavera la Real (Badajoz) pero que actualmente se encuentran desplegados en Canarias para las maniobras Sirio 22. Marruecos quiso adquirir también este modelo de dron en una versión —la SeaGuardian— que incorporaba armamento, pero lo último que se supo en 2021 es que Estados Unidos había paralizado el proceso de autorización de la venta.
El Predator es un desarrollo de General Atomics para la Fuerza Aérea de Estados Unidos llevado a cabo en los años 90 como una de las principales plataformas de vigilancia aérea, espionaje y reconocimiento. Visto el éxito, la compañía decidió trabajar en una segunda versión que levantó —oficialmente— el vuelo a principios de 2001.
En cuanto a operaciones, la CIA empleó varias unidades de Predator de primera generación peinando algunas zonas de Afganistán con el fin de encontrar a Osama bin Laden. Más recientemente, también se encuentran actualmente sobrevolando los cielos de Europa para monitorizar los movimientos de las tropas rusas en las zonas fronterizas.
Tiene una longitud de 11 metros por una envergadura de 20 y un peso máximo al despegue de 4.700 kilogramos, donde se incluyen los 1.700 dedicados a la carga a bordo. Su propulsor está firmado por Honeywell y desarrolla 900 caballos con los que puede alcanzar una velocidad de crucero de 313 kilómetros por hora.
Las especificaciones del dron español son también algo más avanzadas con una altitud máxima de 15.000 metros junto con una autonomía de 27 horas ininterrumpidas y todo el equipamiento necesario para realizar labores de inteligencia.