De bombarderos B-2 a cazas F-35: el arsenal nuclear que la OTAN ya moviliza en sus maniobras
Los ejercicios Steadfast han comenzado este semana y se concluirán el próximo 30 de octubre con la participación de 14 países y 60 aeronaves.
18 octubre, 2022 03:15Los nuevos derroteros de amenazas nucleares vertidas por Putin han puesto en alerta a la OTAN, a la que pertenece España. Los servicios de inteligencia de la Alianza Atlántica llevan semanas monitorizando los movimientos del armamento radiactivo del Kremlin y organizando las maniobras Steadfast Noon que empiezan este lunes 17 en el noroeste de Europa.
En ellas participarán 14 países —la OTAN no dice cuales— y tendrá una duración de 2 semanas en las que se ensayará la operación de armas nucleares. En concreto las bombas que Estados Unidos tiene desplegadas en diferentes bases aéreas de Alemania, Bélgica, Italia, Países Bajos y Turquía. "Este ejercicio es una prueba importante para la disuasión nuclear de la Alianza", declaró el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg.
"Es un ejercicio rutinario, defensivo. Y no está dirigido contra ningún país", haciendo alusión a la coincidencia en el tiempo con la invasión de Rusia a Ucrania y el redoble nuclear de Moscú. "El propósito de la disuasión nuclear de la OTAN no es provocar un conflicto sino preservar la paz, disuadir la agresión y prevenir la coerción".
Según recoge la OTAN en un comunicado, se trata de unas maniobras planeadas desde hace mucho tiempo y en las que participarán 60 aviones de toda la alianza. También indican que las aeronaves involucradas en el ejercicio no llevarán armamento nuclear real a bordo.
Los detalles sobre qué modelos exactos participarán son escasos, tan solo se conoce que estarán presentes los bombarderos B-2 estadounidenses y varios modelos de cazas de doble capacidad que pueden tanto realizar ataques con armamento convencional como nuclear. Tal y como apunta Wall Street Journal, las maniobras tendrán como centro de operaciones las bases de Kleine Brogel (Bélgica) y de Büchel (Alemania) donde Estados Unidos tiene parte de su arsenal.
Bombas nucleares
Los ejercicios que acaban de comenzar se llevarán a cabo en un escenario ficticio y están especialmente diseñados para el ensayo de despliegue y lanzamiento de las bombas nucleares tácticas B61 estadounidenses. Actualmente, tan solo el país norteamericano, Reino Unido y Francia cuentan con armamento nuclear de forma orgánica.
La B61 es una bomba termonuclear de gravedad que fue diseñada a principios de los años 60 para la Marina y la Fuerza Aérea de Estados Unidos. El fin era reemplazar a la primera hornada de armamento de este tipo por uno más ligero e integrarlo en los sistemas de lanzamiento de la época para lo que se encargó el trabajo a los científicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos, el mismo de donde salieron la Little Boy y la Fat Man que tiraron sobre Hiroshima y Nagasaki.
La producción en cadena comenzó en 1968 y, desde entonces, la B61 se ha ido actualizando con nuevas tecnologías más avanzadas alcanzando 13 versiones diferentes. La más nueva es la B61-12 cuya primera unidad se terminó de montar en diciembre de 2021 comenzando de esta forma su producción en serie, aunque los modelos desplegados en Europa son más antiguos.
La B61 es una bomba no guiada de doble uso que puede servir tanto de arma táctica —ataques quirúrgicos a zonas o infraestructuras acotadas— o estratégica —para destruir ciudades enteras—. Cuenta con un rendimiento variable que va desde los 10 a los 340 kilotones y dispone de todo lo necesario para poder acarrearse en el exterior a bordo de aviones de alta velocidad así como una carcasa que le permite vuelos supersónicos.
Las diferencias de tamaños y pesos entre todas las versiones desarrolladas son muy pequeñas y cuenta con una longitud de 3,6 metros por un diámetro de 34 centímetros y una masa que ronda los 324 kilogramos, a excepción de la versión 11 que llega a los 540 kilos.
Están diseñadas para desplegarse desde bombarderos (B-52, B-1 y B2) como por cazas de doble propósito (F-18, Tornado, F-15E, F-35 y F-16), aunque se ha retirado su compatibilidad del B-52, B-1 y F-18. Se calcula que alrededor de 150 bombas B61 están desplegadas en las diferentes bases militares estadounidenses en Europa y Turquía.
Bombardero B-2
El Comando Estratégico de Estados Unidos decidió en 2010 dejar de asignar bombas nucleares B61 al gigante bombardero B-52, aludiendo que no era lo suficientemente resistente como para penetrar las defensas aéreas modernas, por lo que el B-2 es el único de toda la Fuerza Aérea con capacidad de despliegue de este tipo de armamento.
El Northrop Grumman B-2 es uno de esos programas que salen de los laboratorios más secretos de cuantos tiene a su disposición el Departamento de Defensa. De hecho, algunos modelos primigenios de esta aeronave volaron en el Área 51 bajo la denominación de Black Project (Proyecto Negro), el estándar de seguridad más alto.
Comenzó a desarrollarse en los años 70 como una plataforma furtiva —que pasa desapercibido a los radares enemigos— con capacidades de espionaje y de bombardero. Y su primer vuelo conocido se produjo en 1989, con la Guerra Fría en sus últimos compases.
Uno de los mayores secretos del B-2 es el material del que está construido. Se trata de un compuesto de carbono y grafito más fuerte que el acero, más ligero que el aluminio y con la propiedad de absorber una cantidad significativa de radiación proveniente de los radares enemigos. Esto, junto con su velocidad y altitud, le convierten en el preferido de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para realizar ataques de forma sigilosa.
Sus únicos dos ocupantes manejan una aeronave de 21 metros de longitud por 52 de envergadura en un formato ala delta que le proporciona una gran estabilidad en pleno vuelo.
Tiene un peso máximo al despegue de 170 toneladas que se impulsan con 4 motores firmados por General Electric. Con ellos consigue una velocidad cercana a la supersónica —aunque sin llegar a traspasar la barrera— a unos 12.000 metros de altitud y una autonomía de 11.000 kilómetros.
Tan solo equipa armamento en sus 2 bahías internas para que su estudiado formato no se vea interrumpido por elementos externos. Puede acarrear, en diferentes configuraciones, hasta 16 bombas nucleares B61 o B83 —otro modelo con hasta 1,2 megatones—, 16 bombas GBU-31, 80 GBU-38 y 2 GBU-57, un tipo de bombas dedicadas a penetrar en búnkeres.
Cazas F-35
Con motivo del uso por parte de más miembros de la OTAN, Estados Unidos cuenta con una carta más o menos amplia de aeronaves compatibles con el B61. El F-16, F-15 E y el Tornado —todos de cuarta generación— lleva varios años certificados para poder acarrear y desplegar la bomba termonuclear B61. Por otro lado, el F-35 completó en octubre de 2021 su certificación final para poder operarla.
El Lockheed Martin F-35 es el primer caza de quinta generación con esta compatibilidad y se coloca como el más apropiado para ejecutar este tipo de ataques gracias a su capacidad furtiva. Entró en servicio en 2016 y, desde entonces, se ha establecido como uno de los grandes éxitos de exportaciones de Estados Unidos.
Según los presupuestos de 2023, España podría interesarse en su versión naval para sustituir a los vetustos Harrier de la Armada —que están al límite de su vida operativa— y operar embarcados en el buque Juan Carlos I.
Este modelo de caza tiene un peso máximo al despegue de 31.700 kilogramos que tienen que ser impulsados por un único motor Pratt & Whitney. Actualmente, el Departamento de Defensa se encuentra evaluando un cambio de motorización con General Electric como una de las mejor posicionadas para la actualización, que también incluirá la compatibilidad con nuevo armamento y mejoras en el software.
Tiene una velocidad máxima de 1,6 veces al del sonido y techo de vuelo de 15.000 metros. Además de la bomba nuclear B61, cuenta con un amplísimo catálogo de armamento compatible que va desde misiles aire-aire, aire-tierra, antiembarcaciones y todo tipo de bombas guiadas y no guiadas. También incorpora sistemas de guerra electrónica, radares y sensores.