De un país sin una gran industria militar, Turquía ha pasado a ser referente en el mundo aeronáutico con cazas y drones. Dentro de esta última categoría, Ankara está actualmente desarrollando el ANKA-3, una nueva plataforma que promete ser invisible —o al menos intentarlo— a los radares enemigos y que acaban de mostrar por primer vez. Una aeronave de este tipo, que España no tiene, es esencial para realizar todo tipo de operaciones sin ser detectado y, además, será la compañera de un nuevo modelo de caza.
El gran éxito turco en la industria de los drones llegó de la mano del Bayraktar TB-2 que tan buen rendimiento ha dado a las tropas de Ucrania en la invasión de Rusia. Un camino que quieren replicar con el ANKA-3, cuyo desarrollo ha caído en las manos de la compañía estatal Turkish Aerospace Industries (TAI) y que promete dar mucho de qué hablar en esta nueva generación de aeronaves no tripuladas furtivas. En la que también está trabajando Estados Unidos, Rusia y China.
La primera vez que Turquía habló sobre este modelo de dron fue el pasado diciembre. "El ANKA-3, con su motor a reacción y velocidad, su alta capacidad de carga útil y estructura sin [estabilizador de] cola que es casi invisible en el radar, abrirá una nueva página en el campo de los drones", declaró el vicepresidente turco Fuat Oktay.
"Espero que continuemos compartiendo las buenas noticias de nuestro proyecto ANKA-3 con nuestra nación el próximo año". Y así ha sido. Lo último que se conoce viene de la mano del propio CEO de Turkish Aerospace Temel Kotil, quien publicó en Twitter el inminente primer vuelo del dron furtivo. Todo apunta a que será el próximo mes de abril, aunque la fecha exacta sigue siendo desconocida.
Dron ala delta
Por el momento, se desconoce desde cuándo TAI lleva trabajando en él aunque sí se sabe que el montaje del primer prototipo se completó en enero. También explican que a lo largo de febrero y marzo han realizado algunos encendidos y pruebas en tierra firme —sin fotos ni vídeos publicados— a la espera de levantar el vuelo por primera vez el próximo mes.
Al ser todavía un diseño muy temprano, Ankara se reserva una gran cantidad de datos y, los que hay, pueden variar a lo largo de periodo de desarrollo. Una de las características que más llaman la atención es su formato en ala delta. Este tipo de aeronaves se diseñan así para ser lo más suavizadas posibles desde el punto de vista aerodinámico y así esquivar las ondas de los radares.
Como explica Kotil, el hecho de carecer de estabilizador vertical reduce considerablemente la firma radar al eliminar de raíz una superficie donde esas ondas pueden rebotar y dar la voz de alarma. A pesar de ello, tampoco cumple con los estándares aerodinámicos de las aeronaves invisibles como pueden ser los cazas de quinta generación ya que el ANKA-3 lleva anclajes para munición y tanques de combustible externos.
Según recoge Defence Turk, el dron tendrá un peso al despegue de unos 6.500 kilogramos y el tamaño aproximado de un caza pequeño. Cuenta con una gran entrada de aire en la parte frontal —cubierta con una pieza roja en las fotos— y otras dos auxiliares más pequeñas, una a cada lado de la aeronave.
El motor elegido para el ANKA-3 es uno a reacción que le proporcionaría capacidades similares a las de una aeronave tripulada de su tamaño. Como por ejemplo, vuelo a grandes altitudes, a gran velocidad y durante mucho tiempo.
Otros datos publicados son una capacidad de carga útil de 1.200 kilogramos, un techo de vuelo de 12.200 metros con una autonomía de 10 horas a 9.000 metros de altitud. También que consigue una velocidad de crucero de 463 kilómetros por hora y una punta de 787 km/h.
En las imágenes publicadas también se puede ver que el ANKA-3 dispone de bahías dentro del fuselaje para el almacenamiento de bombas y también algunos anclajes bajo las alas. En ellas, se emplazarían bombas guiadas TEBER fabricadas por la también turca Roketsan, tanto del modelo 81 como del 82. Esta munición ya se encuentra presente en otros drones de Bayraktar.
Turquía también aprovechará las capacidades del dron para realizar labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento gracias a sistemas integrados a bordo. Aunque la guerra electrónica también parece postularse como una de las futuras aplicaciones del dron, principalmente en las tareas de neutralización de sistemas de radares y de defensa aérea.
Compañero caza
Turquía también se encuentra desarrollando un nuevo avión caza de superioridad aérea que, según recoge The War Zone, podría servir de nave nodriza del ANKA-3. Lo han denominado TF-X y promete aportar una capacidad completa de quinta generación y pasar desapercibido a los radares enemigos.
Cuenta con un diseño que recuerda a los cazas de quinta generación estadounidenses —F-25 y F-22— y hace escasos días se publicaron un par de fotografías mostrando lo avanzado del programa. Al igual que el dron, el TF-X tiene previsto levantar por primera vez el vuelo en este 2023 y entrar en servicio para finales de esta década si a Turkish Aerospace Industries les sale todo a pedir de boca.
En el desarrollo de este caza está participando Reino Unido a través de la compañía BAE y tiene previsto sustituir a los F-16 que actualmente conforman la espina dorsal de la fuerza aérea turca. Cuenta con 21 metros de largo por 14 de envergadura y tiene un peso máximo al despegue de 27.000 kilogramos.
Empleará un par de motores General Electric que le permite alcanzar los 2.470 kilómetros por hora (2 veces la velocidad del sonido) a una altitud máxima de 17.000 metros. También se sabe que podrá equipar todo tipo de misiles, bombas y sistemas de guerra electrónica; así como tendrá enlace con drones como el ANKA-3.