Dos días después de los ataques de Hamás en la franja de Gaza, la Operación 'Espadas de Hierro' lanzada por Israel sigue en marcha. Para ello, el Gobierno liderado por Netanyahu ha reclutado a 300.000 reservistas, una cifra récord. De esta forma pretende dar respuesta al ataque coordinado de Hamás en múltiples frentes de Gaza y pasa de la respuesta defensiva inicial a la "ofensiva", según ha reconocido este lunes el portavoz militar israelí, Daniel Hagari.
Desde el ataque sorpresa del sábado, los aviones israelíes han estado atacando objetivos en Gaza mientras sus fuerzas terrestres han luchado por retomar el control de las aldeas y ciudades fronterizas invadidas por hombres palestinos armados.
Hagari ha indicado este lunes que se ha restablecido el control de esas comunidades, pero que continúan los enfrentamientos aislados. "Ahora estamos realizando búsquedas en todas las comunidades y despejando la zona", ha señalado en una declaración televisada a nivel nacional.
Por otra parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha anunciado que ha ordenado el bloqueo total de la Franja de Gaza, lo que significa que el enclave palestino quedará sin suministro de agua, electricidad, alimentos y combustible, en medio de una guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
"He dado una orden: Gaza estará bajo un cierre total. Estamos luchando contra animales humanos y responderemos en consecuencia", indicó el ministro, según un comunicado de su oficina.
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"No habrá electricidad, alimentos, agua ni combustible" en la Franja desde Israel, subrayó Gallant, que está llevando a cabo una evaluación de la situación operativa en el Comando Sur del Ejército, junto con el jefe del Comando, Yaron Finkelman.
Israel sostiene un bloqueo por tierra, mar y aire sobre la Franja de Gaza desde 2007, cuando Hamás tomó el control del enclave que, con 2,2 millones de habitantes, cuenta con una sola central eléctrica que necesita combustible para funcionar y abastecer a hospitales, viviendas y refugios.
Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamás lanzara un ataque múltiple sin precedentes por tierra, mar y aire, que pilló al país por sorpresa con el lanzamiento de miles de cohetes e incursiones terrestres de milicianos en suelo israelí, donde han masacrado y secuestrado a decenas de israelíes.
Los oficiales militares habían anunciado previamente que su atención se centraba en asegurar el lado israelí de la frontera antes de llevar a cabo cualquier tipo de contraofensiva en Gaza, según informa Reuters.
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Hagari ha anunciado también que el Ejército ha llamado a filas a 300.000 reservistas desde el sábado, una cifra que parece indicar que Israel se prepara para llevar a cabo una posible invasión, aunque dichos planes no han sido confirmados oficialmente.
"Nunca hemos reclutado a tantos reservistas a tal escala", afirmó. "Vamos a pasar a la ofensiva". Por otra parte, Hagari ha confirmado las informaciones de los medios de comunicación que cifran en 700 personas los muertos del lado israelí de la frontera, incluidos 73 miembros confirmados por las fuerzas de seguridad. En su mensaje televisado también ha reconocido que el Ejército de Israel ha matado a cientos de pistoleros palestinos.
Así, Israel ha respondido con fuertes y constantes bombardeos sobre la Franja, donde viven 2,3 millones de gazatíes, muchas veces de forma indiscriminada.
En dos días de guerra, los muertos en Israel superan los 700 y más de 2.200 heridos, mientras que la Franja de Gaza registra al menos 493 muertos, entre ellos 91 niños, y 2.751 heridos, entre ellos 244 menores.
La organización Human Rights Watch denunció este lunes que Israel y Hamás "incumplen sus obligaciones legales", y calificó las políticas israelíes contra la población gatazí como "un castigo colectivo ilegal, que es un crimen de guerra".