Pacto para la Comisión de Von der Leyen: el PP europeo acepta a Ribera y los socialistas a los candidatos de Meloni y Orbán
- El líder de los populares en Bruselas, Manfred Weber, ha presentado a su grupo la decisión esta misma mañana.
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Tras varios días de negociación frenética en los pasillos de la Eurocámara, ha habido fumata blanca. El Partido Popular Europeo (PPE) ha acordado con los socialistas y los liberales votar a favor de los nuevos comisarios europeos de Ursula von der Leyen, con Teresa Ribera incluida y manteniendo todas sus competencias como vicepresidenta ejecutiva responsable de Competencia y Transición Ecológica. Los tres grupos reeditan así el acuerdo de gran coalición que permitió en julio reelegir a Von der Leyen para un segundo mandato como jefa de la Comisión.
El PP español ya ha anunciado que se descuelga de este pacto cocinado por el jefe del grupo, el alemán Manfred Weber, y que mantiene su oposición a Ribera. "Con nuestro apoyo no va a contar", ha dicho la diputada del PP, Ester Muñoz. Los eurodiputados del PPE del resto de países han apoyado de forma unánime la propuesta de Weber.
La luz verde a la nueva Comisión Europea se ha formalizado a última hora del día. Los coordinadores de los grupos políticos han dado su aprobado por mayoría de dos tercios a Ribera y a los otros seis comisarios que aún estaban pendientes desde la semana pasada. Entre ellos, el italiano Raffaele Fitto, designado por Giorgia Meloni, que se mantiene además como vicepresidente ejecutivo pese a que los socialistas querían despojarle de este cargo.
También ha sido como comisario, con el voto favorable de socialistas y liberales, el húngaro Olivér Várhelyi, estrecho aliado del ultra Viktor Orbán, que lidera el grupo de derecha radical Patriotas por Europa. No obstante, a Várhelyi sí que se le arrancan algunas competencias: Von de Leyen le asignó la cartera de Sanidad, pero ya no se ocupará de salud sexual y reproductiva.
La aprobación de Ribera ha chocado con un escollo de última hora que ha retrasado todo el proceso cuatro horas, hasta las 11 de la noche. El PPE -respaldado por los grupos a su derecha- ha intentado hasta el final incluir en la carta de evaluación de la española la exigencia de que dimita si es "condenada" por su gestión en la DANA.
Los socialistas, con el apoyo de verdes y de la izquierda radical, se negaban en rotundo a incluir condiciones en la carta. Y bloqueaban a su vez la confirmación de Fitto y de la vicepresidenta del PPE, la finlandesa Henna Virkkunen. La solución de compromiso que se ha encontrado para salir del impás es incluir la petición del PPE en una declaración adjunta sin ningún valor jurídico. Patriotas por Europa y Europa de las Naciones Soberanas han votado contra Ribera.
Una vez concluida la evaluación de todos los comisarios, el pleno del Parlamento Europeo dará su visto bueno al equipo de Von der Leyen en su conjunto en una votación prevista para el próximo 27 de noviembre en Estrasburgo. La gran coalición no tendrá ningún problema para alcanzar la mayoría simple requerida. De esta forma, la nueva Comisión Von der Leyen podrá empezar a trabajar el 1 de diciembre.
Tras una semana de caos y hostilidades en la Eurocámara por el veto cruzado a Teresa Ribera por parte del PPE y a Fitto por parte de socialistas y liberales, los tres grupos políticos que conforman la gran coalición han enterrado el hacha de guerra con el fin de desbloquear el Gobierno de la UE. Todas las familias políticas esgrimen que es prioritario que la UE se ponga en marcha de inmediato en un momento en que Donald Trump prepara ya su regreso a la Casa Blanca y Vladímir Putin amenaza con usar armas nucleares en Ucrania.
El PPE ha aceptado levantar el veto a Teresa Ribera después de su comparecencia de este miércoles en el Congreso para dar explicaciones sobre su actuación en la DANA de Valencia. Una vez dado este paso, que le habían exigido como requisito previo, los populares europeos consideran que la cuestión de las responsabilidades debe dirimirse en España. Una posición que no comparte la delegación española, que ha abandonado la reunión del grupo en la que se ha presentado el acuerdo visiblemente enfadada. Weber ha estado en contacto durante toda la negociación con Alberto Núñez Feijóo.
"El Partido Popular Europeo quiere dejar constancia de que (Ribera) debe dimitir si es imputada por sus responsabilidades derivadas del ejercicio de sus competencias como vicepresidenta del Gobierno de España", ha dicho la formación en un comunicado. Sin embargo, los populares han renunciado a exigir este compromiso de dimisión como condición previa para dar su visto bueno a la española, como sí hicieron la semana pasada.
A cambio de esta cesión del PPE, los socialistas europeos -dirigidos por la española Iratxe García, muy cercana a Pedro Sánchez- han tenido que aceptar votar a favor de los candidatos de Meloni y Orbán, algo que se negaban a hacer. De hecho, pretendían que los populares los aprobaran con los votos de la derecha radical para no mancharse las manos. También querían que Fitto fuera degradado de vicepresidente ejecutivo para la Cohesión y las Reformas a comisario raso.
"En la conformación del colegio de comisarios todos los países tienen derecho a elegir a un comisario o comisaria. No lo elijo yo, sino el Gobierno de ese país", dijo el presidente del Gobierno este martes tras el G20 de Río de Janeiro para justificar este cambio de postura.
Además de solventar los vetos cruzados, el PPE, los socialistas y los liberales han pactado una declaración conjunta que renueva el acuerdo de gran coalición alcanzado en julio para reelegir a Ursula von der Leyen. Las tres formaciones (que se autodefinen como el centro político en la Eurocámara) se comprometen a seguir trabajando juntas por el futuro de Europa durante toda la legislatura y a apoyar el programa de Gobierno de la presidenta.
Sin embargo, los socialistas también han fracasado en su propósito de obligar al PPE a renunciar a cualquier pacto con la derecha radical, algo que querían incluir explícitamente en esta declaración. Los populares aseguran que siempre recurrirán a la gran coalición como primera opción, pero se reservan el derecho a explorar otras coaliciones si las negociaciones con socialistas y liberales fracasan.
Desde el inicio de la legislatura, el PPE ya ha votado varias veces con la derecha radical. Una configuración que se conoce en Bruselas como 'mayoría Venezuela', porque la primera vez que se produjo fue en la votación para reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela.