El acusado de drogar y vender a su mujer por internet, Dominique P., y su hija, 'Caroline Darian'.

El acusado de drogar y vender a su mujer por internet, Dominique P., y su hija, 'Caroline Darian'.

Europa

Una mujer violada por 72 hombres busca justicia: su marido la ofrecía drogada en internet gratuitamente

La policía francesa ha contabilizado 72 hombres, pero tan sólo ha identificado a 52. Las violaciones comenzaron en 2011 y no se descubrieron hasta el año 2020.

2 septiembre, 2024 03:14

La drogaba hasta dejarla inconsciente para posteriormente ofrecerla gratuitamente a hombres que reclutaba a través de internet, para que la violaran y maltrataran en su propia casa en Avignon (sur de Francia). Tras trece años, Dominique P. (71 años en la actualidad) y 51 hombres (de los más de 72 violadores implicados) serán juzgados por un delito que comenzó en 2011.

El caso se ha descubierto después de detener a Domenique en el año 2020, al ser pillado in fraganti grabando a tres mujeres por debajo de su falda en un centro comercial. La policía francesa, al revisar su ordenador, encontró miles de imágenes y vídeos de su esposa inconsciente siendo violada y maltratada. Señalaron que en su mayoría se encontraba en posición fetal.

La mujer, que mantiene su identidad bajo anonimato, contaba con la posibilidad de solicitar un juicio a puerta cerrada pero ha preferido que sea público. "Eso es lo que sus agresores habrían querido", dijo Antoine Camus, uno de sus abogados.

Domenique, exempleado de la compañía de electricidad EDF, reconoció haberla administrado por las noches poderosos ansiolíticos, en concreto Temesta, sin que ella fuera consciente de ello.

El juicio contra éste y el resto de implicados se llevará a cabo por una audiencia especializada en abusos por sumisión química y durará cuatro meses. 

Los 51 acusados tienen ahora entre 21 y 68 años y provienen de diversos oficios: un bombero, un comerciante, un enfermero, un expolicía, un electricista, un empresario, un periodista, entre ellos solteros, casados o divorciados. Los análisis forenses han determinado que ninguno de ellos sufre ninguna patología psíquica. No obstante, han determinado que todos ellos experimentan un sentimiento de superioridad ante el cuerpo de la mujer.

Reincidencia

La instrucción ha revelado que en la mayoría de los casos el sujeto acudió al domicilio del matrimonio -en la localidad de Mazan- en una sola ocasión, mientras que diez de ellos repitieron en varias ocasiones, varios de ellos hasta seis noches.

En su defensa, muchos han alegado haber actuado de tal forma al considerar que se trataba de un acto consentido tanto por la mujer como por el marido, fruto de su relación abierta y "libertina".

Sin embargo, Domenique asegura que "todos sabían que su esposa estaba drogada sin sun consentimiento", por lo que todos, de haber querido, podrían haberse ido y no haber participado en el delito.

Estrictas normas

Los hombres eran contactados a través de la página de encuentros coco.fr (cerrada desde el momento en el que se destapó la trama). Por esta vía, Domenique explicaba de manera clara y concisa las estrictas reglas que debían seguir si querían aprovecharse de su esposa: no despertarla, no oler a perfume ni a tabaco, calentarse las manos con agua caliente y desvestirse en la cocina, para evitar olvidar prendas en la habitación.

Domenique, además de grabarlas, participaba en las violaciones y animaba a sus cómplices para que humillaran a su mujer. Todo esto de manera gratuita, sin pedirles dinero a cambio.

Todos estos actos fueron desconocidos por ella hasta los 68 años, el momento en el que la policía sorprendió al hombre con el que llevaba 50 años casada grabando por debajo de la falda de tres chicas en 2020.

'Un proceso terrible'

Según el abogado de la víctima, Antoine Camus, "va a ser algo terrible" ya que "por primera vez va a vivir, en diferido, las violaciones que sufrió durante 10 años", al no tener "ningún recuerdo". Camus también defiende a los tres hijos y cinco nietos.

'Caroline Darian', seudónimo de una de las hijas, asegura en su libro 'Y dejé de llamarte papá' que también fue fotografiada desnuda por su padre, sin su consentimiento. Además de cuestionarse si fue drograda también en algún momento y que no lo recuerde, algo que Domenique niega.