Un turista irlandés ebrio destroza una estatua recién restaurada en Bélgica: valía 95.000 euros

El turismo mueve cada año una enorme cantidad de millones de euros alrededor de todo el mundo. Sin embargo, no todo es positivo, ya que también produce inconvenientes en las ciudades y en los países donde se produce una masiva llegada de personas procedentes del extranjero. Un claro ejemplo ha sucedido hace unos días en Bélgica. 

Este turismo se convierte en una peligrosa mezcla cuando va acompañado de alcohol, como ha sucedido con este ciudadano irlandés que ha protagonizado un lamentable espectáculo en un emblemático edificio belga. Unos hechos que han quedado grabados en un vídeo que ha permitido identificar al energúmeno. 

Este turista irlandés, con claros signos de embriaguez, se subió a una popular estatua, provocando importantes destrozos en la misma ante la atenta mirada de muchas personas que presenciaban el suceso. El escándalo ha provocado una gran polémica tanto en la ciudad como en el país. 

Un turista irlandés borracho destroza una estatua recién restaurada en Bélgica

El alcohol lleva a muchas personas, especialmente turistas, a hacer locuras que terminan trayendo importantes consecuencias. Es lo que ha sucedido con este ciudadano irlandés que tras haber consumido grandes dosis de alcohol no se le ocurrió una mejor idea que subirse a una estatua de la ciudad. 

El monumento no pudo soportar ni su peso ni sus golpes y terminó sufriendo importantes desperfectos. Sin embargo, la mayor gravedad de este asunto es que esta mítica estatua había sido restaurada durante un largo periodo y había sido reestrenada justo el día anterior. 

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Este periodo de restauración había durado más de tres años y había tenido un coste de 95.000 euros, por lo que los terribles actos de este ciudadano irlandés habían sido especialmente graves. Este energúmeno se subió a la estatua y justo cuando intentaba bajarse la misma para no caerse al suelo, desprendió una parte de la misma. 

Nada más protagonizar su lamentable acto, comprobó que su polémica escalada había sido grabada, por lo que intentó huir del lugar de los hechos. Sin embargo, solo unos minutos después, las autoridades consiguieron detener al infractor. Después de comprobar los hechos, los expertos han determinado que los desperfectos causados por este turista irlandés borracho podrían llegar a tener un coste de cerca de 20.000 euros. 

Nel Vandevennet, líder del proyecto de restauración, comentó lo siguiente a VRT NWS: "Las reparaciones serán costosas, ya que requerirán el trabajo de verdaderos artesanos. La estatua está catalogada como patrimonio, por lo que la agencia de monumentos y paisajes de la región de Bruselas supervisará el proceso". 

Los vecinos de la zona han quedado muy preocupados por este acontecimiento, ya que la estatua es un gran símbolo de la ciudad. Su proceso de restauración había durado tres años y había una gran expectación por ver el resultado final. Muchos de ellos ni siquiera han podido comprobar los resultados de las obras ya que los destrozos provocados por este ciudadano irlandés han provocado que se retomen los trabajos de reparación. Los cuales además tendrán un gran coste para todos.