Un soldado ucraniano. Reuters
Ucrania ante el río Konka: a un paso de burlar la estrategia rusa y quedarse a 100 kilómetros de Crimea
El sur de Ucrania está menos protegido y el ejército de Zelenski podría avanzar más rápido, provocando el desplazamiento ruso a otros frentes.
28 junio, 2023 02:50Las intrigas políticas que rodean estos días el Kremlin, junto a las amenazas nucleares en la Central de Energodar o las declaraciones de Lukashenko, han opacado por completo un movimiento bélico que puede ser decisivo en el devenir de la guerra de Ucrania. Mientras todo el mundo mira a Moscú o a Minsk, y la propia portavoz de Defensa ucraniana hace énfasis en las operaciones del frente este y, en concreto, alrededor de la siempre mediática Bakhmut; el ejército del general Zaluzhnyi está muy cerca de conseguir lo impensable hace no tanto: asentarse en la orilla sur del río Dniéper a su paso por Jersón.
Aunque sabemos desde este fin de semana -así lo reconocían los corresponsales rusos, pues Ucrania ha instalado la ley del silencio respecto a sus operaciones- que algunas unidades habían cruzado el reconstruido puente Antonovsky y se habían plantado en las marismas del otro lado del Dniéper, todos habíamos dado por buena la versión de que se trataba de una expedición casi rutinaria, sin más pretensión que tantear el terreno de cara a una futura ofensiva en el medio o largo plazo.
Lo que no imaginábamos es que estuvieran ya a las puertas del siguiente puente, el que permite cruzar el río Konka a la altura de la carretera E97. Unas imágenes publicadas este lunes muestran a un tanque ruso desubicado que pisa una mina explotada a distancia en dicho puente, justo después de varias salvas de artillería. Si entendemos que esas salvas iban dirigidas a las tropas enemigas, hay que deducir que los ucranianos están ya ahí: o han cruzado el puente o están a punto de hacerlo. Y es un avance inesperado e importantísimo.
Explotar una presa para nada
¿De dónde viene la importancia de este puente sobre el río Konka? De entrada, hablamos de la zona del sur de Ucrania, menos protegida por los rusos, que entendían que los ríos y las marismas ya eran suficiente obstáculo natural y que era mejor construir sus trincheras, fortificaciones y campos de minas en la zona alrededor de la central nuclear de Zaporiyia, más al este.
En otras palabras, es una zona desde la cual Ucrania podría tener un avance más rápido o, al menos, podría exigir que Rusia desplazara hombres de otros frentes, estirando aún más el chicle.
Zelenski planeando la estrategia junto a sus generales. Reuters
En segundo lugar, se suponía que la estrategia de volar la presa de Nova Kajovka tenía como fin evitar este tipo de acciones. Al aumentar el caudal y el ancho del río cerca de su desembocadura en Jersón, los ataques anfibios estaban llamados al desastre. Ahora bien, Ucrania probablemente haya conseguido algo más sencillo: en medio del caos y las intrigas, directamente se ha dedicado a pasar tropas sobre el asfalto sin que, sorprendentemente, estas hayan sido frenadas.
Por último, y aunque una cosa es enviar tropas para establecer una cabeza de puente y otra muy distinta conseguir pasar blindados suficientes por una carretera ya permanentemente vigilada, el hecho de que Ucrania esté al otro lado del río abre dos posibles rutas: hacia el este, según como esté el terreno tras los efectos de las inundaciones, es decir, hacia la propia Nova Kajovka y la central de Energodar; y hacia el sur, siguiendo la misma E97, hacia la península de Crimea.
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A cien kilómetros de Crimea
Y es que de Oleshky, la ciudad más cercana al puente sobre el Konka, a Armiansk, la entrada por tierra a la península, no hay más de cien kilómetros. Todos, insistimos, por buenas carreteras y con la duda de quién hay ahí defendiendo el terreno. Si algo nos ha enseñado el intento de asonada de Prigozhin del pasado fin de semana, es la lentitud con la que las tropas rusas se mueven de un lado a otro, incluso la desidia con la que lo hacen, requiriendo de enormes cantidades de soldados para cubrir zonas que podrían manejarse mejor con un poco más de organización.
Tampoco se entiende que a estas alturas ese puente sobre el río Konka siga de pie. Que se preocuparan tanto por hacer volar una presa buscando un interés militar dudoso y, sin embargo, olvidaran el único acceso por carretera una vez consigues cruzar el Dniéper, es incomprensible.
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Por eso es tan importante saber si Ucrania controla ya el puente o si simplemente está en sus inmediaciones. Es una diferencia decisiva porque, en el primer caso, Rusia ya solo podría replegarse y sería cuestión de tiempo -mucho tiempo, insistimos, el transporte no es sencillo- que Ucrania concentrase un número suficiente de hombres y vehículos como para plantearse avanzar hacia el sur o hacia el este.
En lo que se confirman estos avances en la zona más occidental del frente, Ucrania sigue presionando a los rusos en Rivnopil, justo entre la provincia de Donetsk y la de Zaporiyia, y en las inmediaciones de Bakhmut, aunque, como insisten desde el Ministerio de Defensa, aún no hay tropas ucranianas en la ciudad… ni es probable que las veamos a corto plazo.
El objetivo más bien parece avanzar por los flancos y en algún momento embolsar a las tropas rusas que defienden la ciudad para inutilizarlas, en vez de luchar contra ellas y repetir el error de Prigozhin y los suyos.
De hecho, los avances en el flanco sur han llegado ya hasta las inmediaciones de la localidad de Kurdyumivka, junto a la T0513. Si Ucrania consigue capturar la ciudad y cortar la carretera, acabará con la posibilidad de enviar suministros desde Gorlovka y aumentará la presión sobre la localidad de Optyne, que ya está siendo amenazada desde el oeste, obligando probablemente a los rusos a replegarse… aunque cada vez les queda menos territorio hacia donde huir.
