Macron y Meloni acuerdan reforzar las fronteras exteriores de la UE tras meses de desacuerdos

Las relaciones entre París y Roma habían tocado fondo desde la llegada al poder del Gobierno de derecha radical de Meloni, que está en las antípodas ideológicas de Macron. De hecho, el presidente francés ha basado su carrera política en frenar a la ultraderecha de Marine Le Pen en Francia con políticas centristas y europeístas.

El peor choque entre Francia e Italia se produjo el pasado mes de mayo, cuando el ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, acusó al Gobierno de "extrema derecha" de Roma de ser "incapaz de resolver los problemas migratorios". El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, respondió cancelando en el último minuto una visita oficial a París para reunirse con su homóloga, Catherine Colonna.

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Las ofensas del ministro Darmanin contra el Gobierno de Italia son inaceptables. Este no es el espíritu con el que se debe hacer frente a los desafíos europeos comunes", escribió Tajani en su cuenta de Twitter. Colonna tuiteó después que había hablado con su colega italiano y le había trasladado que "la relación entre Italia y Francia se basa en el respeto mutuo, entre nuestros dos países y entre sus líderes".

Este respeto mutuo es el que han querido mostrar Macron y Meloni en su comparecencia de prensa conjunta (sin preguntas), en la que han aparcado totalmente sus profundas diferencias ideológicas y han puesto todo el énfasis en los puntos de convergencia y acuerdo entre los dos países.

En primer lugar, el presidente francés y la primera ministra italiana se han comprometido a mantener su apoyo militar a Ucrania todo el tiempo que sea necesario. Los dos dirigentes han destacado la entrega al Gobierno de Kiev del sistema de defensa aérea SAMP/T (de fabricación franco-italiana), que según ha dicho Macron servirá para "proteger a los civiles y las instalaciones ucranianas frente a los misiles rusos" y es un ejemplo de colaboración entre los dos países.

"Debemos continuar (en nuestro apoyo a Ucrania) para que la contraofensiva lanzada hace algunos días sea lo más eficaz posible", ha dicho el presidente francés. "No hay ninguna duda de que Italia y Francia continuarán apoyando la causa de Ucrania todo el tiempo que sea necesario. Simplemente porque si dejáramos de hacerlo viviríamos en un mundo mucho más caótico, un mundo en el que la guerra se acercaría cada vez más a nuestros países", concide Meloni.

En materia migratoria, Macron ha lanzado un capote a la primera ministra italiana al subrayar que "no hay buena política migratoria en Europa si no hay una política coherente de protección de nuestra frontera común". El presidete francés ha reclamado además mejorar la cooperación con los países de origen y de tránsito con el fin de frenar la salida de migrantes y ha defendido el reciente acuerdo en la UE sobre política migratoria, que a su juicio permitirá a París y Roma trabajar juntas de forma pragmática.

Por su parte, Meloni ha argumentado que no se pueden gobernar los movimientos secundarios de los migrantes irregulares dentro de la UE (lo que Francia le reprochaba a Italia) si no se frenan primero las entradas en frontera. En este sentido, la primera ministra italiana ha apostado también por una asociación con los países del norte de África, y en particular con Túnez, país que visitó hace una semana junto con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Por lo que se refiere a la reforma del Pacto de Estabilidad, tanto Macron como Meloni han defendido que la prioridad debe ser reindustrializar el continente y aumentar la inversión en la doble transición digital y verde, y no la vuelta a la disciplina fiscal a toda costa que defiende Alemania. "No podemos consentir el regreso a parámetros que hoy serían inadecuados para hacer frente a la situación actual", ha alegado la primera ministra italiana.