Celebración del día mundial del cannabis en Berlín

Celebración del día mundial del cannabis en Berlín Reuters

Europa

El plan de Alemania para legalizar el cannabis choca con las reservas de la Unión Europea

Berlín pretende convertirse en un modelo para Europa, pero su iniciativa podría ser incompatible con las normas comunitarias.

4 noviembre, 2022 03:17
Bruselas

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"Si esta ley llega a aprobarse, sería el proyecto más liberal para legalizar el cannabis en Europa, pero también el mercado más regulado", aseguró el ministro de Sanidad de Alemania, Karl Lauterbach, al presentar la semana pasada el plan del Gobierno de coalición semáforo para despenalizar el uso recreativo de esta droga. "Podría ser un modelo para Europa", sostiene Lauterbach.

La norma prevé autorizar la producción, suministro y distribución de cannabis para uso recreativo, pero dentro de un marco controlado por el Estado. La compra y posesión de hasta 30 gramos de cannabis para uso personal de mayores de 18 años en el espacio público o privado dejará de considerarse un delito. La droga se venderá en tiendas con licencia o incluso en farmacias. Además, se permitirá el autocultivo de hasta tres plantas por persona. Los procedimientos penales en marcha serán archivados.

Lauterbach justifica esta iniciativa con el argumento de que la actual política antidroga no está logrando su objetivo de reducir el consumo y además empuja a los usuarios hacia la delicuencia. La legalización del cannabis -que figura en el acuerdo de coalición firmado en 2021 por socialdemócratas, liberales y verdes- permitirá reforzar los controles de calidad, evitar la distribución de sustancias contaminadas, mejorar la protección de los mejores y combatir el mercado negro, alega Berlín.

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Sin embargo, el propio Gobierno de Olaf Scholz admite que su proyecto legislativo podría chocar con varios tratados internacionales firmados por Alemania: la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 y la Convención contra el Tráfico Ílicito de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas de 1988.

La legalización del cannabis, tal y como la plantea Berlín, también podría ser incompatible con la legislación de la UE, en particular con el Convenio de Aplicación de Schengen y la Decisión Marco sobre tráfico de drogas. El Ejecutivo alemán se ha comprometido a notificar formalmente el proyecto de ley a la Comisión Europea antes de su aprobación para tratar de obtener su luz verde.

El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, durante la rueda de prensa en la que anunció su plan para legalizar el cannabis el 26 de octubre

El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, durante la rueda de prensa en la que anunció su plan para legalizar el cannabis el 26 de octubre Reuters

De momento, Bruselas acoge con frialdad el plan de Scholz. "Todavía no hemos recibido el documento alemán o la solicitud de consulta. En ausencia de legislación adoptada que establezca claramente los detalles de las medidas, no podemos comentar sobre planes o declaraciones", explica la portavoz de Interior del Ejecutivo comunitario, Anitta Hipper.

"La legislación vigente de la UE establece sanciones penales mínimas para el tráfico ilícito de drogas y prohíbe el cultivo de cannabis", resalta la portavoz. En concreto, la Decisión Marco del Consejo 2004/757/JAI exige que todas las actividades relacionadas con el tráfico de cannabis estén tipificadas como delito y sancionadas en consecuencia en las leyes nacionales. 

Uso personal

Eso incluye la producción, la fabricación, la extracción, la preparación, la oferta, la oferta para la venta, la distribución, la venta, la entrega en cualesquiera condiciones, el corretaje, la expedición, el envío en tránsito, el transporte, la importación o la exportación de drogas.

No obstante, "el acervo de la UE no cubre el uso personal de drogas", señala Hipper. "Por lo tanto, corresponde a los Estados miembros decidir cómo abordar el uso personal de drogas. Esto significa que los países pueden optar por criminalizar o no el uso personal de drogas, incluido el cannabis", apunta la portavoz.

La estrategia que sopesa el Gobierno alemán para sortear estos escollos consiste en presentar una declaración interpretativa a las demás partes en los convenios internacionales. En ella, alegará que su iniciativa para legalizar el cannabis es compatible con los objetivos de lucha contra el tráfico de drogas. 

En cuanto a la legislación europea, Berlín se compromete a consultar de forma estrecha y transparente, no sólo con la Comisión sino con el resto de Estados miembros, con el fin de "minimizar el riesgo de procedimientos de infracción y/o reclamaciones de responsabilidad del Estado".

Manifestación del día mundial del cannabis en Berlín

Manifestación del día mundial del cannabis en Berlín Reuters

Y tampoco descarta presentar una iniciativa para modificar las normas comunitarias en cuestión. Pero si Bruselas concluye de manera inequívoca que el modelo alemán es incompatible con el derecho de la UE, el Gobierno no seguiría adelante por esta vía, asegura Lauterbach. 

La coalición semáforo tiene previsto presentar el proyecto de ley a finales de año o principios del que viene, con el objetivo de que la legalización del cannabis entre en vigor como muy tarde en 2024. Alrededor de 4 millones de personas consumieron esta droga en Alemania en el último año, el 25% de los cuales eran jóvenes entre 18 y 24 años, según los datos del ministerio de Sanidad.

Prohibida la importación

De acuerdo con el plan de Berlín, la publicidad del cannabis recreativo estará totalmente prohibida y la droga se venderá con un empaquetado sencillo sin ningún diseño promocional. El prospecto debe incluir advertencias sobre los riesgos de adicción, posibles daños neurológicos y de salud en los consumidores menores de 25 años, precauciones necesarias para proteccion de niños y adolescentes o información sobre centros de asesoramiento sobre drogas. El Gobierno prohibirá la importación del cannabis, así que toda la droga consumida en Alemania tendrá que ser cultivada en Alemania.

Una vez que los productos de cannabis sean legalizados, su venta estará sujeta a un impuesto sobre el volumen de negocios y a una tasa especial sobre el cannabis. La despenalización del cannabis podría traer a Alemania ingresos fiscales anuales y ahorros de costes de alrededor de 4.700 millones de euros y crear 27.000 nuevos puestos de trabajo, según un estudio realizado el año pasado.

Otros países de la UE han dado ya pasos para legalizar el cannabis, aunque el modelo de Alemania es el más ambicioso. En Malta, una ley de diciembre de 2021 despenaliza el consumo y el cultivo de esta droga, aunque con límites. También el Gobierno luxemburgués aprobó en junio de 2022 un proyecto de ley que permite a los adultos cultivar hasta cuatro plantas de cannabis en sus domicilios.

El caso más conocido es el de Holanda, donde desde 1976 las autoridades han tolerado el uso del cannabis en coffee shops. En 2020, entró en vigor un proyecto de ley que permite el cultivo y la venta de esta droga con fines recreativos en un proyecto piloto de cuatro años de duración.