La Unión Europea tacha de "extremadamente preocupante" la decisión de Argelia de romper relaciones con España e imponerle un embargo comercial. Bruselas ha exigido este jueves al Gobierno argelino que dé "marcha atrás" en su decisión y vuelva a la mesa de diálogo con Madrid para encontrar una solución diplomática al actual conflicto.
El Ejecutivo comunitario avisa además a Argel de que la política comercial es una competencia exclusiva de la Unión Europea y no una cuestión bilateral con España, aunque de momento elude hablar de represalias.
Argelia ha agrandado la crisis abierta con España desde el mes de marzo, cuando el presidente Pedro Sánchez apoyó el Plan de Autonomía marroquí como la solución “más seria, creíble y realista” en el conflicto del Sáhara Occidental. No sólo ha suspendido el tratado de Amistad con nuestro país, sino que ha congelado todas las transacciones bancarias que hacen posible el comercio.
"La decisión de Argelia de suspender el tratado de Amistad y Buena Vecindad firmado con España en 2002 es extremadamente preocupante. Por eso, pedimos a las autoridades argelinas que la revisen", ha dicho la portavoz de Exteriores de la Comisión, Nabila Massrali. "Estamos preocupados y pedimos a Argelia que dé marcha atrás en su decisión", ha insistido el portavoz de Ursula von der Leyen.
El Ejecutivo comunitario ha resaltado que "Argelia es un socio importante de la Unión Europea en el Mediterráneo y un actor clave para la estabilidad regional". Por eso reclama a las dos partes que busquen "soluciones mediante el diálogo y la vía diplomática".
"Esperamos que, teniendo en cuenta su partenariado sólido y de larga duración, Argelia revise su decisión y trabaje con España para resolver los desacuerdos actuales", ha insistido Massrali. La Comisión Europea está dispuesta a prestar "toda la asistencia necesaria", pero el diálogo debe ser entre Madrid y Argel, ha puntualizado.
En cuanto al embargo comercial, Bruselas está todavía evaluando el impacto de la decisión, pero insiste en que no sería un problema bilateral entre España y Argelia, sino que afectaría al conjunto de la UE.
"La política comercial es una competencia de la UE y las relaciones comerciales son entre la UE y los países terceros. Esto define el marco en el que nos movemos y en el que operan los países terceros que comercian con la UE, no con los países individuales", ha señalado el portavoz de Von der Leyen.
Sin embargo, Bruselas tiene limitado su margen de maniobra a la hora de adoptar represalias por el hecho de que Argelia no forma parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que es el órgano que resuelve este tipo de disputas comerciales. Por ejemplo, Bruselas ha llevado a China ante la OMC por el embargo que impuso a Lituania a finales del año pasado.
La UE y Argelia tienen un Acuerdo de Asociación en vigor desde septiembre de 2005. El acuerdo establece el marco de relaciones en todos los ámbitos, incluido el comercio. Su objetivo era establecer un área de libre comercio, con el desmantelamiento completo de los aranceles, para septiembre de 2020. Una meta que se ha cumplido de forma global, aunque todavía quedan aranceles que Argelia debe eliminar.
Ahora mismo, Argelia apenas es el vigésimo octavo mayor socio comercial de la UE, ya que apenas representaba el 0,7% del comercio total de mercancías en 2020. En contraste, la UE es el mayor socio comercial de Argelia y representa la mayor parte de su comercio internacional (46,7% en 2019). En un eventual conflicto con Bruselas, el país norteafricano tendría todas las de perder.
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