El coronavirus divide a la UE: así son las medidas adoptadas en Italia, Francia y Alemania
Los líderes europeos celebran este martes una cumbre telefónica para mejorar la coordinación en materia sanitaria y de respuesta económica a la crisis.
10 marzo, 2020 04:03Noticias relacionadas
Los Gobiernos de la Unión Europea vuelven a dividirse a la hora de poner en marcha medidas preventivas para contener la expansión del coronavirus. Italia, el país más afectado con diferencia, ha optado por una de las decisiones más drásticas tomadas hasta ahora por una democracia: una cuarentena para restringir los movimientos al mínimo imprescindible en todo el país. "La decisión correcta hoy es quedarse en casa", ha dicho el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, al declarar la emergencia nacional.
Francia, Alemania y España -que registran alrededor de un millar de casos cada uno- han optado por respuestas muy diferentes. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha prohibido las reuniones de más de mil personas y se prepara para endurecer todavía más las limitaciones en los espacios públicos.
En Alemania, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, recomienda un enfoque similar pero de momento no hay veto general. En España, el Gobierno de Pedro Sánchez no ha adoptado ninguna medida restrictiva respecto a las grandes concentraciones de personas, por ejemplo en conciertos o fiestas como las Fallas de Valencia.
Los dirigentes de la UE justifican estas divergencias en que en cada país la evolución de la epidemia es diferente y por tanto debe adoptarse una respuesta a medida de cada caso. Se trata de lograr un equilibrio entre la necesidad de atajar un pico de infecciones que colapse los sistemas sanitarios y de prevenir un daño económico excesivo.
Ni el gabinete de crisis creado por la Comisión de Ursula von der Leyen ni las dos reuniones de ministros de Sanidad de los Veintisiete celebradas en los últimos días han servido para lograr una respuesta europea unificada al coronavirus.
Tras el lunes negro en las bolsas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha decidido que son los jefes de Estado y de Gobierno los que deben asumir las riendas de la crisis y ha anunciado una cumbre telefónica urgente para los próximos días. "Necesitamos cooperar para proteger la salud de nuestros ciudadanos", ha escrito Michel en su cuenta de Twitter. La teleconferencia tendrá lugar este martes a partir de las 17:00 horas.
La convocatoria parece responder a una petición del presidente francés, Emmanuel Macron, que minutos después recurría a la misma red socia para solicitar a sus socios europeos "una actuación urgente para coordinar las medidas sanitarias, los esfuerzos de investigación y nuestra respuesta económica". "Para hacer frente al Covid-19, la unión hace la fuerza. Actuemos juntos desde ya", pide Macron.
La epidemia del coronavirus empieza a afectar al funcionamiento de las instituciones de la UE. La Eurocámara ha trasladado su pleno de esta semana de Estrasburgo a Bruselas y lo ha acortado de tres a un día por miedo a los contagios. Durante la apertura este lunes, su presidente, el socialista italiano David Sassoli, ha pedido a los eurodiputados que dejaran un asiento libre de separación. Por su parte, el Consejo de la UE cancela todas las reuniones no imprescindibles y reclama reducir el tamaño de las delegaciones.
Italia
En Italia, en poco más de dos semanas, el número de infectados por coronavirus se ha disparado a 9.172 y 463 personas han muerto, lo que le convierten en el país más afectado después de China.
La reacción del Gobierno de Giuseppe Conte fue decretar una cuarentena de emergencia hasta el 3 de abril en la región de Lombardia y otras 14 provincias del norte del país, que restringe al máximo los desplazamientos en estos territorios. En total, 16 millones de personas aisladas. El caos a la hora de anunciar el confinamiento en la madrugada del sábado al domingo provocó la huida hacia el sur de miles de personas que temían quedarse encerradas.
Por eso, Conte ha decidido este lunes extender el confinamiento al conjunto del país. "Ya no habrá una zona roja. El conjunto de Italia será un área protegida", asegura el primer ministro. "Debemos evitar los desplazamientos que no sean por motivos de emergencia o razones esenciales de trabajo dentro de áreas designadas", ha explicado.
Se suspenden todas las manifestaciones culturales, lúdicas y deportivas y también las ceremonias civiles y religiosas, como bodas o entierros. Y se prolonga el cierre de las escuelas y las universidades. Los bares y restaurantes sólo podrán permanecer abiertos si pueden garantizar una distancia de seguridad de un metro entre clientes.
La prohibición de visitas de familiares a los presos en las cárceles ha provocado motines y fugas en las prisiones italianas, que en el caso de Módena se han saldado con siete reclusos muertos.
El Gobierno de Roma ha sido el primero en la UE en anunciar un paquete de medidas por valor de 6.300 millones de euros para hacer frente al coronavirus, que dispararán el déficit del 2,2% al 2,5% del PIB. Bruselas ha dado su aval al plan y ha anunciado que los gastos para hacer frente a la epidemia no computarán en el cálculo del déficit. Las autoridades italianas estudian ahora una garantía del Estado para los bancos que ofrezcan una moratoria de la deuda a empresas y hogares.
Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha prohibido las reuniones de más de mil personas, lo que ha obligado por ejemplo a cancelar el final de la última gira de Madonna en París. Se permiten excepciones por ejemplo para manifestaciones, para el transporte público o para "acontecimientos considerados como útiles para la vida de la nación". Además, se han cerrado las escuelas y guarderías en los departamentos del Alto Rihn y Oise, los más afectados por el brote.
Francia se prepara ya a pasar a la fase 3 del estado de alerta por el coronavirus, que prevé entre otras medidas la suspensión de algunos transportes públicos, el cierre de escuelas en todo o la mayor parte del territorio, la restricción general de las concentraciones y la movilización de todo el sector sanitario para hacer frente a la epidemia.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha avisado de que el impacto del coronavirus sobre la economía francesa "será grave, de varias décimas del PIB". Le Maire ha pedido una respuesta "fuerte, masiva y coordinada" de la UE en forma de plan de estímulo y ha anunciado las primeras medidas para ayudar a las empresas francesas.
Entre otras cosas, las compañías podrán solicitar por correo electrónico el aplazamiento del pago de las cotizaciones sociales o beneficiarse de desgravaciones de impuestos si están en riesgo de desaparición. Además, el ICO francés tomará medidas para sostener la tesorería de las pymes y se facilitará su acceso a los paros parciales.
Alemania
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, ha pedido este lunes a todos los ciudadanos que hagan todo lo posible para reducir su riesgo de infección. Les ruega que se planteen de qué actividades son realmente necesarias durante las próximas semanas y meses y a cuáles pueden renunciar. "Desde mi punto de vista, es más fácil prescindir de un concierto, un partido de fútbol o una visita a la discoteca", ha defendido.
El Gobierno alemán no se plantea de momento cerrar por completo escuelas y guarderías. Alega que existe el riesgo de que los médicos, enfermeros o policías no puedan ir a trabajar por tener que cuidar a sus hijos, lo que tendría repercusiones muy negativas para la vida pública.
No obstante, Spahn sí es partidario de suspender los grandes eventos, aunque no hay un veto general en Alemania porque la decisión final corresponde a las autoridades sanitarias locales. "Recomiendo encarecidamente a los organizadores que cancelen eventos con más de 1.000 participantes", ha dicho.
En el frente económico, el Gobierno alemán prepara medidas para ayudar a las empresas a hacer frente a los problemas de liquidez causados por la crisis del coronavirus, según ha anunciado la canciller Angela Merkel. Ya existe un acuerdo dentro de la Gran Coalición para aumentar la inversión pública en 12.400 millones de euros de aquí a 2024 y facilitar que las compañías puedan pedir subsidios para los trabajadores con horario reducido.