Un bolso de lujo de 2.000 euros ha agitado por completo la política surcoreana a tan solo unos pocos meses de las elecciones legislativas en una atmósfera ya de por sí caliente. El ‘escándalo del bolso Dior’, como lo ha denominado la prensa surcoreana, se desató a finales del año pasado, cuando se filtró un vídeo de la primera dama, Kim Keon-hee, recibiendo un bolso de la firma francesa de la mano de un pastor coreano-estadounidense en 2022.
Desde entonces, la situación ha experimentado un aumento constante en la tensión. El presidente Yoon Suk-yeol se mantiene firme en su negativa de renunciar y ha optado por guardar silencio en cuanto a los detalles del asunto. Mientras tanto, esta polémica ha generado una profunda división dentro de su propio partido, el conservador Partido del Poder Popular (PPP), al mismo tiempo que la oposición aprovecha la oportunidad para criticarlo, aspirando a mejorar su posición en las encuestas de cara a las elecciones de abril.
El vídeo en cuestión saltó a la palestra en diciembre, cuando fue publicado por el canal izquierdista de Youtube Voice of Seoul. En las imágenes se muestra cómo el pastor, Choi Jae-young, que filmó el acto con una cámara integrada en su reloj, entra en una tienda para comprar el bolso de piel de becerro con un precio de 3 millones de wones. Después, Choi lleva el bolso a la sede de Covana Contents, una empresa propiedad de la primera dama.
Dentro de la oficina, el pastor se encuentra con la primera dama y le entrega el bolso. En el vídeo, se escucha a Kim respondiendo en coreano: "No continúes haciendo esto" y "Nunca compres algo tan caro". Aunque en principio el vídeo no muestra si Kim había aceptado el obsequio, según el medio Korea Herald, la oficina del presidente ha corroborado la recepción del bolso por parte de la primera dama y ha afirmado que está "siendo gestionado y almacenado como propiedad del gobierno".
Choi, en una comparecencia posterior, afirmó que decidió grabar el vídeo para exponer cómo Kim estaba abusando de su poder como primera dama. “Todo comenzó cuando Kim nombró a un alto funcionario de la Comisión de Servicios Financieros (en un ambiente privado)”, señaló Kim en unas declaraciones recogidas por Korea Herald. Y añadió que había “privatizado y monopolizado todos los sistemas de la oficina presidencial”.
La oposición al gobierno ya ha expresado sospechas de que la primera dama podría haber infringido la legislación anticorrupción. Esta normativa prohíbe a los funcionarios públicos y a sus cónyuges aceptar regalos que excedan el valor de un millón de wones (aproximadamente 690 euros) o un total de tres millones de wones en un solo año provenientes de la misma persona.
Una ‘bomba’ política
El asunto se ha convertido en una auténtica ‘patata caliente’ de cara a las próximas elecciones. Voice of Seoul presentó una primera denuncia acusando tanto a Yoon como a Kim de soborno ante las autoridades surcoreanas. Otro grupo civil, Solidaridad Popular para la Democracia Participativa, presentó en diciembre una demanda ante la Comisión de Derechos Civiles y Anticorrupción, solicitando una investigación ante una posible violación de la ley anticorrupción.
Los legisladores del partido gobernante, por su parte, se han mostrado divididos en cuanto a si Kim debería emitir una disculpa pública o no para reconquistar el respaldo de los votantes. Han Dong-hoon, líder interino del PPP, afirmó que la polémica de los bolsos Dior “podría ser un asunto de preocupación pública”.
Una encuesta de Embrain Public, encargada por la cadena de noticias YTN, reveló que el 69% de los encuestados considera que Yoon debería abordar el tema y tanto los veteranos del partido como los expertos han estado instando al presidente a lidiar con el tema antes de las próximas elecciones.
Ahn Cheol-soo, un miembro de alto perfil del PPP, calificó el martes en una entrevista para una radio local la polémica como “grave” y algo que “no debe pasarse por alto”. "He visto casos en los que cuestiones negativas que no se abordan adecuadamente antes de las elecciones acaban afectando al sentimiento de los votantes", añadió.
Otro miembro del partido gobernante, Kim Kyung-yul, llegó a comparar a la primera dama con Maria Antonieta en una entrevista en Youtube la semana pasada. Tildada de frívola, derrochadora y caprichosa, la última reina de Francia antes de la Revolución Francesa fue señalada por intervenir en la política del rey Luis XVI y despedir ministros de manera arbitraria. Esta analogía generó una gran polémica en el país y obligó a Kim a disculparse posteriormente.
Un largo historial de polémicas
La primera dama ha sido el centro de varios escándalos desde antes de las elecciones presidenciales debido a su peculiar comportamiento y a la controversia en torno a su expediente académico. En enero de 2022, circuló por internet una grabación y una transcripción de su conversación con Voice of Seoul, en la que hablaba con una franqueza inusual sobre su marido. Aunque esa sinceridad acabó siendo recibida positivamente e incluso vista por algunos con admiración.
"Mi marido es bastante tonto. Es un torpe total: no podría hacer nada sin que yo lo cuidara", señaló. "Por muy tonto que sea, lo mantengo a mi lado porque me hace caso. ¿Quién más aguantaría a alguien como él? No es que sea guapo o fuerte, y tiene barriga, ronca por las noches, come como un cerdo y siempre está expulsando gases. ¿Crees que podrías soportarlo?".
Durante ese mismo año, Kim fue acusada de haber plagiado su tesis doctoral y otras publicaciones académicas durante su época universitaria. No obstante, tras una investigación de ocho meses llevada a cabo por la Universidad de Kookmin, donde obtuvo su doctorado, se concluyó que no había infracciones graves del código de conducta académica ni evidencias de plagio.
Asimismo, según la revista Time, Kim también enfrenta acusaciones de evasión fiscal y, en febrero, un tribunal determinó que sus cuentas, así como las de su madre, se emplearon en un escándalo de manipulación del precio de las acciones de Deutsche Motors. A principios de este mes, el presidente Yoon vetó un proyecto de ley que habría facultado a la Asamblea Nacional coreana para investigar la presunta participación de la primera dama en la manipulación bursátil.
Esta nueva polémica pone contra las cuerdas al presidente surcoreano, quien después de una disputa sin precedentes con los líderes del PPP sobre cómo abordar la crisis, se enfrenta a una creciente presión de la opinión pública. Este miércoles, el diario coreano Hankyoreh informó que la oficina presidencial ya está contemplando la posibilidad de que Yoon exprese personalmente su posición al respecto.
De no hacerlo, señalan algunos expertos, podría enfrentarse a duras repercusiones. "Si la oficina presidencial intenta pasar sin abordar este asunto, habrá consecuencias políticas", señaló Lee Kwan-hu, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Konkuk, a Hankyoreh. "Fue el propio Yoon quien prometió 'convertirse en un presidente que comunica'. Tras su toma de posesión, empezó a responder a las preguntas de la prensa cuando iba y venía del trabajo. Si su postura ha cambiado, debería explicarse".