El armenio Arayik Harutiunián, líder de Nagorno Karabaj, anunció hoy su dimisión después de cuatro años en el cargo y en medio de una crisis humanitaria debido al bloqueo del territorio por parte de Azerbaiyán.
"Mañana presentaré mi dimisión. Es una decisión irrevocable que tomé hace dos días tras contactos con todos los actores internos y externos", dijo Harutiunián en las redes sociales. La decisión ha supuesto una sorpresa tanto en el enclave armenio integrado en Azerbaiyán como en la propia Armenia, aunque el líder karabají está en permanente contacto con el primer ministro de ese país, Nikol Pashinián.
Harutiunián, que fue muy criticado tras la derrota ante Azerbaiyán en la guerra ocurrida entre septiembre y noviembre de 2020, explicó que su biografía supone un problema para conducir una "política flexible" en relación con Azerbaiyán, que asegura estar dispuesto a respetar los derechos de la minoría armenia del Karabaj. El líder político había mantenido durante la última semana intensas consultas con representantes de la sociedad local.
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"La derrota en la guerra y las dificultades consiguientes redujeron notablemente la confianza en las autoridades y el presidente", señaló. Además, también cesó al jefe del Gobierno del Karabaj, Gurguen Nersisián, que ha sido sustituido por el secretario del Consejo de Seguridad, Samvel Shajramanián.
A finales de julio, Harutiunián insistía en que "ningún país puede privarnos del derecho a la autodeterminación", pero también aseguraba que Nagorno Karabaj está dispuesto a dialogar con Azerbaiyán, que desde hace casi nueve meses bloquea la única ruta que une el enclave con Armenia y el resto del mundo.
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Azerbaiyán convocó hoy a la embajadora de Francia en el país, Anne Bouillon, para protestar por la visita de alcaldes galos, entre ellos la parisina Anne Hidalgo, al puesto de control fronterizo de Lachín para entregar ayuda humanitaria al Karabaj.
Bakú consideró tal actuación como una "interferencia directa en los asuntos internos" de Azerbaiyán, "pero también un ataque a la soberanía y la integridad territorial del país protegidas por el derecho internacional".
Azerbaiyán y Armenia libraron en 2020 una guerra de 44 días por el control de Nagorno Karabaj, contienda en la que Bakú recuperó más de dos tercios de territorio en la región montañosa y sus alrededores, si bien Armenia conserva la comunicación con el enclave a través del corredor de Lachín.
El Karabaj, donde viven unas 120.000 personas, es reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano, pero está poblado por armenios étnicos.