Biden rescata la estrategia de "la Guerra Fría" con Kim Jong-un y envía un submarino nuclear a Corea
La nueva Declaración de Washington reforzará la presencia militar de EEUU en la región a cambio de que Seúl no produzca armas nucleares.
27 abril, 2023 02:18La visita este miércoles del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, a EEUU ha renovado la alianza entre Seúl y Washington. Su encuentro con el presidente estadounidense, Joe Biden, ha servido para cerrar el envío de un submarino nuclear a la península de Corea para hacer "más visibles" las capacidades de disuasión a Kim Jong-un.
Un alto funcionario estadounidense informó anónimamente la mañana del miércoles de este despliegue "ocasional", que describió como propio del momento "más tenso de la Guerra Fría". Es la primera vez que Washington asiste de esta manera a Corea del Sur desde la década de 1980.
La decisión responde a las recientes pruebas de misiles y armas nucleares ejercidas por Pyongyang. En una rueda de prensa del miércoles por la tarde, Biden sentenció que "un ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados es inaceptable y resultará en el fin de cualquier régimen que perpetúe esa acción".
La estrategia incluye también la creación de un Grupo Consultivo Nuclear para el intercambio bidireccional de información sobre la amenaza de Corea del Norte y energía nuclear, informa Reuters. Esto "tiene por objeto reforzar el paraguas de seguridad estadounidense y tranquilizar al aliado surcoreano", con el que en palabras de Biden EEUU comparte "un vínculo inquebrantable".
Ambas maniobras se enmarcan en la que se ha bautizado como Declaración de Washington, que establecerá un ritmo regular de visitas de bombardeos y portaaviones americanos a Seúl. Además, EEUU y Corea se comprometen a compartir información detallada y dar al país asiático un papel prominente en la planificación de la contingencia estadounidense.
A cambio, Seúl se compromete a no buscar el desarrollo de un arma nuclear, y a cumplir escrupulosamente con el Tratado de No Proliferación Nuclear ratificada por el país en 1975, informa Efe. Esto significa un sacrificio de la voluntad del gobierno y la población surcoreanos de equiparse para afrontar la amenaza del norte.
Biden y Yoon han acordado que tampoco se devolverá ningún arma nuclear estadounidense a la península, y que Corea del Sur seguirá sin controlar el arsenal nuclear estadounidense. Estados Unidos retiró las últimas ojivas nucleares en Corea en 1991, cuando Norte y Sur se comprometieron a no producir ni desplegar armas nucleares, un acuerdo que Pyongyang ha violado repetidamente.
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El pacto de no conseguir armas nucleares a cambio de la protección estadounidense fue ya un patrón en las relaciones entre Washington y distintos países europeos durante la Guerra Fría, y ahora el esquema se está reproduciendo en las relaciones con otras naciones de Asia-Pacífico.
Estas medidas distan de los verdaderos objetivos de Corea del Sur, y es poco probable que consigan cambiar la dirección del programa nuclear norcoreano. Al menos, permitirán a Yoon argumentar ante su público nacional que Washington se está tomando en serio las preocupaciones de Corea del Sur.
EEUU concibe lo pactado como una manera de abordar la tensión que impera estos meses en Extremo Oriente. De hecho, la Casa Blanca ha ido informando a China por adelantado sobre las medidas, según el funcionario anónimo.
Por su parte, Yoon ha aprovechado el foro para dirigirse a Xi Jinping: "Señor Presidente, los intentos de alterar el statu quo por la fuerza, la fragmentación y la interrupción de la cadena de suministro, los desafíos a la seguridad alimentaria y energética amenazan la paz y la estabilidad mundiales", afirmó el mandatario surcoreano.
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Washington prevé que los acuerdos pactados con Seúl desencadenen una nueva escalada en la región promovida por Pekín, y se ha mostrado "decepcionado" por que el gigante asiático no haya "usado su influencia" sobre Pyongyang, afirma Infobae.
El segundo invitado de Biden
Yoon Suk-yeol ha sido recibido con todos los honores militares en la que ha sido la segunda visita de Estado ofrecida desde que Biden llegó a la Casa Blanca en 2021. La primera, del presidente francés, Emmanuel Macron, tuvo lugar en diciembre del año pasado.
Además de seguridad, los mandatarios estadounidense y surcoreano han abordado temas relacionados con la cooperación económica, la informática y el cambio climático.
La visita tuvo su apertura el martes en los jardines de la Casa Blanca con unas 6.000 personas aplaudiendo y agitando pequeñas banderas de EEUU y Corea del Sur. Hubo alfombra roja, orquesta militar y hasta salvas de cañón para marcar la ocasión.
En esa ceremonia de bienvenida ambos líderes hicieron declaraciones para conmemorar el 70 aniversario de la alianza militar firmada al término de la Guerra de Corea (1950-1953), por la que Washington, que mantiene 28.500 soldados en suelo surcoreano, se compromete a defender a su socio de un hipotético ataque norcoreano.
Biden y Yoon, acompañados por sus esposas, Jill Biden y Kim Keon-hee, visitaron el monumento a los veteranos de la Guerra de Corea en Washington, y allí mismo se reunieron con la sobrina del cabo, Judy Wade y su esposo, Joseph Wade.
Ambos gobiernos prevén anunciar también un nuevo programa de intercambio de estudiantes, y celebrarán las inversiones tecnológicas que el país asiático lidera en Estados Unidos.