Estados Unidos elegirá a su nuevo presidente el próximo martes 5 de noviembre, en unos comicios que se prevén muy reñidos. Las encuestas apuntan a unos resultados muy ajustados, por lo que tanto la candidata demócrata, Kamala Harris, como el republicano Donald Trump, han exprimido la campaña electoral para rascar votos en aquellos Estados que serán decisivos.
El sistema electoral en EEUU tiene grandes peculiaridades. Los electores no votan directamente al presidente, sino a los delegados que forman el Colegio Electoral, un organismo encargado de elegir después al nuevo presidente por mayoría absoluta.
En las elecciones presidenciales de EEUU se eligen a un total de 538 delegados, repartidos entre los 50 Estados de forma proporcional, en función de la población de cada uno de ellos. El Distrito de Columbia también tiene 3 electores, a pesar de no ser un Estado.
En cada Estado, el candidato que gana la mayoría de los votos populares se lleva todos los votos electorales que ese Estado tiene asignado, independientemente de la proporción de votos que obtuvieron el resto de candidatos. Este sistema se conoce como winner-takes-all ("el ganador se lo lleva todo") y se aplica en 48 estados y el Distrito de Columbia.
Los dos únicos Estados que no usan el sistema de winner-takes-all son Maine y Nebraska. En su caso, utilizan un sistema de distribución proporcional mediante el que cada elector se otorga por cada distrito congresional ganado, y el ganador general del Estado obtiene dos electores adicionales (correspondientes a los dos senadores).
Estos son los 7 'estados bisagra'
El sistema electoral en EEUU hace que los Estados en los que el resultado no esté claro sean decisivos. Así, los partidos tienden a concentrar sus esfuerzos de campaña en aquellos lugares donde la balanza pueda inclinarse hacia cualquiera de los dos candidatos.
Swing states o 'estados bisagra' es el nombre que se pone a los Estados en los que la población está tradicionalmente dividida y no hay una candidatura ganadora clara, por lo que resultan clave para los partidos. En total, se consideran que son siete: Pensilvania, Michigan, Georgia, Arizona, Nevada, Wisconsin y Carolina del Norte.
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Pensilvania (19 votos electorales): el actual gobernador, Josh Shapiro, es demócrata. En las elecciones de 2020, Joe Biden se hizo con un 49,8% de los votos, frente al 48,9% de Donald Trump. El Estado está considerado la pieza más codiciada tanto por demócratas como por republicanos y es uno de los tres, junto a Michigan y Wisconsin, en el que han coincidido el ganador estatal y nacional de las últimas cuatro presidenciales.
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Michigan (15 votos electorales): su gobernadora Gretchen Whitmer es también demócrata. En los últimos comicios, Biden se alzó con el total de los delegados pertenecientes al Estado, con un 50,5% de los votos, solo 2, 6 puntos por encima de Trump (47,9%). Después de Pensilvania, es el Estado más visitado por los dos candidatos en las últimas semanas.
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Georgia (16 votos electorales): el actual gobernador, Brian Kemp, es republicano. Y es que se trata de un Estado con gran tradición republicana, en el que un tercio de los potenciales votantes son negros. Sin embargo, en 2020 Biden se hizo con todos los votos por solo tres décimas de diferencia respecto a Trump (49,5 frente a 49,2%). El resultado fue tan insólito que el expresidente forzó un segundo recuento y llevó al límite el sistema electoral.
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Arizona (11 votos electorales): su gobernadora, Katie Hobbs, es del partido demócrata. Se trata del quinto Estado que Biden logró arrebatar a Trump en 2020, por apenas tres décimas (49,4 frente a 49,1%), algo que no sucedía desde 1996.
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Nevada (6 votos electorales): gobernado por el republicano Joe Lombardo. En 2020, Biden obtuvo un 50,2% de los votos, frente al 47,5% de Donald Trump. De todos los estados decisivos, es el que menos delegados para el Colegio Electoral entrega. Sin embargo, ninguno de los dos candidatos puede dejarlo pasar por alto.
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Wisconsin (10 votos electorales): el demócrata Tony Evers es el gobernador de este Estado, donde Biden venció en los últimos comicios estadounidenses con un 49,5% de los apoyos, frente a los 48,8% de Trump, quien se había hecho con la victoria cuatro años antes. Milwaukee, la ciudad más poblada del Estado, acogió en julio la convención republicana, mientras que Kamala Harris la eligió para dar su primer mitin.
- Carolina del Norte (16 votos electorales): es uno de los Estados con fuerte tradición republicana, aunque está gobernado por el demócrata Roy Cooper. Los demócratas solo han conseguido vencer dos veces en medio siglo: Jimmy Carter (1976) y Barack Obama (2008). En 2020, Trump se hizo con todos los votos por un 50%, frente al 48,6% de Biden. Cuatro años después, el expresidente necesita conservarlo a toda costa.
De esta forma, los resultados en Pensilvania, Michigan, Georgia, Arizona, Nevada, Wisconsin y Carolina del Norte serán decisivos en la elección del próximo presidente de EEUU. Juntos representan más de 90 votos en el Colegio Electoral -la mayoría se coloca en 270- y un pequeño puñado de votos puede inclinar el resultado final.
La mayoría de encuestas vuelven a dar unos resultados muy reñidos en estos Estados en las próximas elecciones del 5 de noviembre, en las que temas claves como la inmigración, la economía, el empleo o la política sobre el aborto son cruciales para los votantes.