Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, pondrá rumbo a Pekín este jueves para intentar restablecer la calma en la agitada relación diplomática que viven Estados Unidos y China. Durante su visita de cuatro días, se reunirá con altos funcionarios chinos con el objetivo de rebajar la tensión económica y política. Yellen se convierte así en la segunda persona del gobierno de Biden que visita el país asiático en el último mes para tratar de alcanzar este objetivo.
Según distintos expertos, las relaciones entre EEUU y China atraviesan el peor momento de las últimas décadas. El motivo: la crisis del globo espía que sobrevoló territorio estadounidense el pasado invierno y los recientes comentarios de Biden en los que comparó a Xi Jinping con un “dictador”, apenas unos días después de la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, a Pekín.
Sin embargo, Rosemary Foot, profesora de relaciones internacionales en la Universidad de Oxford, indica a EL ESPAÑOL que la "causa principal del deterioro de la relación" radica en los conflictos geopolíticos y en el desarrollo económico, que han generado tensión entre ambas superpotencias desde 2010. Además, explica que ha habido una falta de comunicación a nivel gubernamental respecto a las intenciones de EEUU y China, lo que ha llevado a una "falta de comprensión de las preocupaciones de la otra parte" y, como resultado, eso ha generado más conflictos.
Por esta razón, según un alto funcionario de la administración que habló con la CNBC, Yellen aprovechará estas reuniones para intentar "profundizar y aumentar la frecuencia de la comunicación entre los dos países en el futuro, estabilizar las relaciones diplomáticas, evitar malentendidos y ampliar la colaboración".
Además, un ex alto funcionario del Departamento de Estado de EEUU responsable de la política con China ha contado a EL ESPAÑOL que la visita será “una gran oportunidad para abordar las fricciones bilaterales en una amplia gama de prioridades de EEUU".
Una de estas prioridades que Yellen quiere tratar en las reuniones, de acuerdo con un comunicado del Departamento del Tesoro, es cómo "manejar de manera responsable" la competencia entre las dos economías más grandes del mundo. Este asunto cobra una relevancia significativa debido a que ambos países se encuentran inmersos en una guerra de sanciones.
Washington ha implementado varias regulaciones que limitan las importaciones chinas y restringen el acceso del gigante asiático a tecnologías sensibles creadas en EEUU, como semiconductores, biotecnología y tecnología de alto rendimiento utilizada en robótica e Inteligencia Artificial. Además, Biden ha impuesto sanciones a China por sus reiteradas violaciones de los derechos humanos, aunque desde Pekín niegan rotundamente estas acusaciones.
Por otra parte, China ha impuesto sus propias sanciones, como la que afecta a la empresa Micron, un fabricante estadounidense de chips de memoria. Esta sanción prohíbe a la compañía acceder a infraestructuras clave en China, algo que le genera un perjuicio económico considerable porque el asiático es un mercado muy importante para la empresa. Además, el pasado 1 de julio, China aprobó una nueva ley de política exterior en la que se recoge su derecho a tomar represalias ante las medidas y sanciones de EEUU que consideren perjudiciales.
Esta situación es preocupante para Yellen, que ha expresado en varias ocasiones que sería "desastroso" desconectarse económicamente de China. En este sentido, la secretaria del Tesoro de EEUU ha dejado claro que su objetivo en estas reuniones será fomentar una mayor comunicación en torno a las sanciones y subrayar que las acciones tomadas por su país tienen como propósito proteger la seguridad nacional y reducir la dependencia de China, sin buscar un completo distanciamiento económico con el gigante asiático. Esto no significa que Yellen no vaya a abordar el espinoso tema de los abusos de los derechos humanos, según señaló un alto funcionario del Departamento del Tesoro a la CNBC.
En estos encuentros se espera que Yellen también exija la cooperación de China en desafíos globales como el cambio climático y la deuda. Como mencionó la secretaria en un discurso el pasado mes de abril, considera de suma importancia que ambos países colaboren en temas globales, a pesar de las diferencias existentes entre ellos.
Yellen ha reiterado en múltiples ocasiones su preocupación por la abrumadora deuda que afrontan los países en desarrollo y ha destacado específicamente el papel de China como el mayor acreedor bilateral a nivel mundial. Por lo tanto, se prevé que durante las discusiones con China Yellen defenderá la importancia de que el país asiático promueva un alivio significativo de la deuda. En lo que respecta al cambio climático, Yellen ha señalado que China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, seguido de EEUU, por lo que es probable que también intente que China cumpla con sus responsabilidades en ese ámbito.
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Aunque es poco probable que Yellen logre "avances significativos", según un funcionario del Tesoro que habló con Financial Times, la administración Biden espera que sea el primer paso hacia la mejora de las relaciones bilaterales. Como explicó Ronald Schramm, profesor de Asuntos Internacionales y Públicos en la Universidad de Columbia, a EL ESPAÑOL, al exponer "abiertamente los asuntos relacionados con nuestra competencia económica sobre la mesa, es más probable que lleguemos a un acuerdo estable de cooperación y competencia a largo plazo".