La Administración del Ciberespacio de China (CAC), el regulador tecnológico del gigante asiático, ha vetado la compra de los productos fabricados por la compañía estadounidense Micron Technology al considerar que pueden representar un riesgo de seguridad nacional para el país, escalando así las tensiones entre las dos superpotencias.
Después de la revisión sobre la seguridad de la red a la que fueron sometidos los productos de Micron, el regulador chino ha concluido que estos "presentan problemas potenciales de seguridad de red relativamente serios", lo que supone un riesgo de seguridad importante para la cadena de suministro de infraestructura de información clave de China "y afecta la seguridad nacional".
Por este motivo, ha determinado que no se debe aprobar la revisión de seguridad de la red y, de acuerdo con la legislación sobre seguridad de la red y otras leyes y reglamentos, "los operadores de infraestructura de información crítica en China deben dejar de comprar productos de Micron".
En un comunicado, la Administración ha defendido que el propósito de la revisión de seguridad de la red a la que se sometió a los productos de Micron es evitar que los problemas de seguridad del producto pongan en peligro la seguridad de la infraestructura de información clave para China.
En este sentido, ha afirmado que el país promueve la apertura al exterior y, siempre que se cumpla con las leyes y regulaciones chinas, las empresas de todos los países podrán ingresar al mercado chino.
Evaluando la situación
De su lado, un portavoz de Micron indicó a la cadena BBC que la compañía había "recibido el aviso del CAC tras la revisión de los productos vendidos en China", señalando que la empresa está evaluando la conclusión y sus próximos pasos. "Esperamos continuar entablando conversaciones con las autoridades chinas", agregó.
Asimismo, el Gobierno de EEUU dijo que trabajaría con sus aliados para abordar lo que llamó "distorsiones del mercado de chips de memoria causadas por las acciones de China".
"Nos oponemos firmemente a las restricciones que no tienen base de hecho", dijo un portavoz del Departamento de Comercio de EEUU para quien esta decisión es inconsistente con las afirmaciones de China de que está abriendo sus mercados y está comprometida con un marco regulatorio transparente.