La caída de 'El Crook', el líder de la Mara Salvatrucha que Bukele liberó y EEUU ha atrapado

A Elmer Canales Rivera (El Salvador, 1976) nadie le llama por su nombre. Nadie, salvo el juez que le juzgará en Nueva York por terrorismo tras su extradición desde México. Conocido y tratado como "el Crook [pillo, en inglés] de Hollywood", es considerado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos como el segundo al mando de la Mara Salvatrucha, una de las organizaciones criminales más peligrosas de América. El Crook fue parte de su fundación en la ciudad de Los Ángeles y en ella ha dejado una gran huella de violencia, extorsión y terror: a sus espaldas arrastra diversos delitos por los que todavía no ha cumplido condena en EEUU y varios países de Centroamérica.

Hace dos años se convirtió en un prófugo de la justicia. Pero no se escapó de prisión: Canales Rivera fue liberado en 2021, cuando todavía cumplía en El Salvador una condena de 40 años por delitos de secuestro, homicidio agravado, robo, tráfico de objetos prohibidos al interior de prisiones y extorsión. No existe una versión oficial del motivo. Sin embargo, investigaciones de El Faro, periódico salvadoreño, desvelaron que su puesta en libertad, realizada de forma secreta e ilegal por parte del Gobierno de Nayib Bukele, fue parte de un pacto que en aquel momento estaba en vigencia entre las autoridades salvadoreñas, la Mara Salvatrucha y las dos facciones del Barrio 18, la otra pandilla poderosa del país.

Pacto y huida 'de lujo' a México

De acuerdo con la ficha carcelaria del Sistema de Información Penitenciaria (SIPE) de Elmer Canales Rivera, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el estado del preso es "inactivo por libertad" desde, al menos, la tercera semana de noviembre de 2021. Justamente una semana después de que la Mara Salvatrucha (MS-13) cometiera una primera masacre en la que fueron asesinadas 45 personas. En aquel momento, el Gobierno de El Salvador no rompió las negociaciones con las tres principales estructuras criminales, sino que utilizó a líderes pandilleros para "apaciguar las aguas": junto a él fueron libres otros treinta presos de alta peligrosidad del penal de máxima seguridad de Zacatecoluca.

Miembros de la mara Salvatrucha esperan su traslado a la cárcel. Reuters

Gracias a fotografías publicadas en redes por su actual pareja y a testimonios de miembros y exmiembros de la pandilla, El Faro reconstruyó parte de su viaje: una vez libre, El Crook vivió por un tiempo en la capital de El Salvador. Lo haría en un lujoso apartamento donde la renta mensual ascendía hasta los 2.000 dólares. Luego, las autoridades salvadoreñas le trasladarían a Guatemala, desde donde cruzaría la frontera con México por el estado de Chiapas. Sería aquí, donde se estima que las maras funcionan en conjunto con el Cartel de Sinaloa, el Cartel Jalisco Nueva Generación, el Cartel del Golfo y Los Zetas desde principios de siglo, donde el cabecilla se escondería del resto de las autoridades internacionales durante dos años.

Mara Salvatrucha: infame, violenta y transnacional

El Crook de Hollywood es uno de los "doce apóstoles del diablo", como se hacen llamar los miembros fundadores y de más alto rango de la Mara Salvatrucha. Sobre él sólo se encuentra Borromeo Enrique Henríquez, también conocido como el "Diablito de Hollywood", y supuestamente preso en El Salvador. Ambos representan a una de las pandillas más infames y violentas del panorama criminal transnacional. Fue de hecho en el 2002, mientras Canales Rivera estaba recluido en el penal salvadoreño de Apanteos, cuando fundó, junto a Henríquez y otros criminales, una primera cúpula carcelaria de la pandilla llamada Ranfla, que en los años posteriores se consolidaría como el organismo de dirección nacional de la organización criminal.

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Tanto la Mara Salvatrucha (MS-13) como su pandilla rival, el Barrio 18 (B-18), se configuran en origen como respuestas de supervivencia cultural ante la exclusión social y la necesidad de construcción identitaria durante el conflicto armado en el Triángulo del Norte en los años 80 y 90. Obradas en Los Ángeles, California, como estrategias de migración, ambas pandillas se estructuraron en territorio estadounidense como una forma de resistencia y afiliación grupal antes de su posterior expansión, principalmente, a la mayoría de los países de Centroamérica.

La violencia homicida en El Salvador

El término "mara" denota grupos diversos, y la MS-13 se origina como una escisión del B-18, marcada por disputas territoriales, control de negocios ilegales y la competencia de los hombres pandilleros por flirtear con otras mujeres. En realidad, la rivalidad entre estas pandillas va más allá de lo fáctico, manifestándose en códigos simbólicos de aniquilamiento identitario, donde la violencia extrema se convierte en un intento imaginario de borrar la afiliación del otro, llevando la limpieza identitaria al extremo y al absurdo.

Nayib Bukele, durante una rueda de prensa de 2020 en El Salvador. José Cabezas Reuters

El efecto que han tenido en El Salvador es sustancial. A pesar de los Acuerdos de Paz en 1992, que pusieron fin a más de 12 años de guerra con un saldo trágico, la violencia se transformó en un fenómeno efímero de supuesta paz seguido por un aumento alarmante de la violencia homicida. Paradójicamente, en la posguerra, El Salvador experimentó más asesinatos que durante el conflicto armado. Entre 2002 y 2012, la tasa de homicidios promedio fue de 55,6 por cada 100.000 habitantes, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Es decir, ocho veces el promedio mundial. La llamada "tregua entre pandillas" en 2012 conllevó una disminución temporal, pero para 2014 la violencia homicida regresó a niveles alarmantes, con cerca de 4.000 homicidios.

Caída de El Crook y regreso a prisión

Después de dos años como fugitivo, las autoridades estadounidenses finalmente lograron capturar a El Crook en México. Fue detenido el miércoles 8 de noviembre y posteriormente trasladado a Estados Unidos, primero a Texas y luego a Nueva York. Sin embargo, el Gobierno estadounidense había solicitado a El Salvador la extradición de Canales Rivera hace más de dos años, cuatro meses antes de que el Gobierno de Bukele pactara su liberación. Se le acusaba de conspirar para proporcionar apoyo material a terroristas, cometer actos de terrorismo que trascienden las fronteras estadounidenses, financiar el terrorismo y ejecutar actividades narcoterroristas. 

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Delitos a los que tendrá que hacer ahora frente tras su entrega a Estados Unidos, donde será juzgado junto a otros 13 líderes de alto rango de la MS-13. "Rivera Canales es responsable de los esfuerzos de la pandilla durante décadas para aterrorizar a las comunidades, atacar a las fuerzas del orden y sembrar violencia en Estados Unidos y en el extranjero", indicó en un comunicado el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick B. Garland". A kilómetros de Washington DC, el Gobierno salvadoreño permanece todavía en silencio.