Ucrania ataca Berdyansk.

Ucrania ataca Berdyansk. Twitter

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Ucrania ataca Berdyansk, Krasnodar, Donetsk y Rostov para desarmar a Rusia de cara a la ofensiva

Kiev ha roto otra línea roja, con ataques a territorio ruso mediante drones y misiles, algo que ni Reino Unido ni Estados Unidos permiten.

27 mayo, 2023 02:35

El patrón común de las ofensivas ucranianas que han acabado con éxito en Sumy, Járkov o Jersón hay que buscarlo en la labor de zapa anterior al propio ataque. De hecho, no hemos visto en ninguna de las tres regiones grandes batallas urbanas ni grandes asedios con miles de muertos. Simplemente, Ucrania basa sus victorias en el trabajo previo: desmontar los sistemas de inteligencia rusos, atacar sus fuentes de suministro, dejarles sin suficiente combustible, bombardear sus depósitos de municiones y obligarles, a la larga, a huir de sus posiciones.

Los avances ucranianos han sido más bien retiradas rusas provocadas por el miedo a quedarse aislados y por la falta de organización. Obviamente, cuanto más avanza la guerra, más complicado es sorprender a un enemigo que ya conoce la estrategia ajena y que de alguna manera espera que se repita. Ahora bien, la entrada en juego de los Storm Shadow británicos ha cambiado por completo la perspectiva desde la que Ucrania puede afrontar su tarea de desgaste. Ya no tiene por qué limitarse a objetivos cercanos al frente de guerra, sino que puede ir a por los verdaderos núcleos de abastecimiento aunque queden a decenas de kilómetros.

En ese sentido, si los meses de junio y julio del año pasado destacaron por el uso constante de HIMARS para atacar con precisión la retaguardia rusa, mayo de 2023 ha sido también un mes de desgaste, de ataques poco mediáticos, pero cuya efectividad decidirá lo que vaya a suceder en las próximas semanas. No solo eso, sino que Ucrania ha roto otra línea roja, con ataques a territorio ruso mediante drones y misiles. Al ser algo que, en principio, ni Reino Unido ni Estados Unidos permiten, hay que suponer que se han utilizado armas de fabricación propia.

Así, en menos de veinticuatro horas, Ucrania ha atacado la base aérea de Rostov y un complejo de comunicaciones en Krasnodar. Ambas ciudades están en el sur de Rusia, pegadas al Mar de Azov, y se supone que de ahí sale buena parte de las municiones y los blindados que luego pasan a Crimea y a Donetsk. Aunque el Kremlin asegura que todos los ataques fueron repelidos, hay imágenes de sobra en las redes sociales que atestiguan las explosiones y los incendios en ambos lugares.

Coincidiendo con estos dos ataques, Ucrania ha golpeado también la propia capital de Donetsk, en concreto las llamadas Torres Gemelas (Twin Towers), donde a lo largo de estos años de guerra en el Donbás se han refugiado distintos grupos de milicianos y francotiradores para defender el acceso a la ciudad. Aquí sí que el ataque se ha hecho con HIMARS, lo que hace pensar que el daño puede ser importante y puede privar a Rusia de uno de sus centros de vigilancia de cara a un avance enemigo.

De las Donetsk a Berdiansk

Sin embargo, el gran ataque de la madrugada del jueves al viernes se centró en la ciudad de Berdiansk, una de las claves de una posible ofensiva este verano. Berdiansk está situada justo al otro extremo del Mar de Azov y fue una de las primeras ciudades conquistadas por Rusia cuando empezó su invasión desde Crimea el pasado 24 de febrero de 2022. La importancia de Berdiansk radica no solo en que tiene puerto al mar y por lo tanto puede recibir todo tipo de suministros desde territorio ruso, sino que de alguna manera protege la península de Crimea y da acceso inmediato a Mariúpol por carretera, el otro gran puerto controlado por los rusos.

Berdiansk, en la región de Zaporiyia, ha de ser uno de los objetivos ucranianos en la próxima ofensiva. Es imprescindible mermar la capacidad rusa de defensa en el triángulo formado por Tokmak, Melitopol y Berdiansk, además de dejar claro que, con la nueva tecnología en su poder, el Mar de Azov ha dejado de ser un lugar seguro de transporte de hombres, armas y mercancías. Eso obligará a los rusos a buscar otras opciones y a coordinarse de otra manera, algo que hasta ahora les ha costado bastante.

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Esta es la segunda vez en esta semana que Ucrania ataca Berdiansk y obviamente no es casualidad. De nuevo, el alcance de esos ataques varía según la fuente: Ucrania ya afirmó haber dañado la infraestructura del puerto en el bombardeo del pasado domingo y ahora asegura haber destruido el transportador Saratov, causando daños en otros dos buques: el Caesar Kunikov y el Novocherkassk, según informa la cadena estadounidense CNN. Por supuesto, los rusos lo niegan todo y presumen del trabajo de sus defensas antiaéreas.

Es difícil saber si estos ataques suponen el inicio de la contraofensiva o aún forman parte de sus preparativos. En rigor, puede que dé lo mismo. Ucrania es consciente de que se juega mucho, no solo en términos territoriales, sino políticos. Un ataque precipitado que acabe en fracaso justo en año preelectoral en los Estados Unidos podría ser fatal para sus aspiraciones. Necesita demostrar al mundo que toda la ayuda recibida tiene sentido y que se puede derrotar militarmente a Rusia. Si para eso hay que esperar a julio, esperará. Mientras, los rusos tendrán que preocuparse de ir tapando los agujeros que se van abriendo en los 1.300 kilómetros de frente. En medio de una tremenda lucha interna por el poder, no será fácil.