Vladimir Putin necesita refuerzos en su ejército y para ello pretende aumentar el rango de edad del servicio militar obligatorio. Con la propuesta anunciada el pasado mes de diciembre por el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, todos los hombres que se encuentren entre los 21 y los 30 años estarán obligados a formar parte del ejército.
El rango actual que abarca de los 18 a los 27 se ha quedado escaso e imposibilita adoptar una postura ofensiva frente a Ucrania. Rusia ha perdido un gran número de efectivos, de acuerdo con el Institute for the Study of War (ISW), en las últimas semanas. Por este motivo necesitan reforzar sus tropas, para volver a atacar y continuar la invasión.
Con este plan podrían desplegar 20 nuevas divisiones y establecer un nuevo grupo de combate en las regiones del noroeste del país en respuesta a la posible adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, tal y como propuso Sergey Shoigu.
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Esta iniciativa planteada por el ministro de Defensa han sido aceptadas por Vladimir Putin, quien ha asegurado que las autoridades rusas no repetirán los errores del pasado y no se involucrarán en la militarización del país y la economía. Además garantizó que sus Fuerzas Armadas se formarán "con calma, rítmicamente, sin prisas y con persistencia".
Este proyecto aumentará un 30% los integrantes del ejército ruso, consiguiendo pasar de 1,330,900 millones a los 1,5 millones, cifras que a comienzos de este año estaban tasadas en el millón de efectivos. De esta forma el personal alistado por contrato, en la mayoría de los casos de manera forzada, se incrementaría a 695.000 y su fuerza numérica alcanzaría los 521.000 a finales del siguiente año. Esto paliaría la enorme escasez de mano de obra debido a las elevadas pérdidas.
Junto a este aumento considerable de personal, se espera una reacción ante las nuevas adhesiones a la OTAN, estimulando la creación de un grupo de fuerzas destinado al noroeste de Rusia. Además de este, Shoigu instó a la constitución de diez nuevas divisiones: cinco de artillería, dos de asalto aéreo y tres de infantería motorizada.
El ministro también apremió a la formación de tres comandos operativos de divisiones de aviación, un regimiento de aviación de combate, ocho de bombarderos y seis brigadas de aviación del ejército en las Fuerzas Aeroespaciales Rusas. Cada ejército de armas combinadas y ejército de tanques contaría con una división de aviación compuesta y una brigada de aviación del ejército de 80 a 100 helicópteros de combate.
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En cuanto a los equipamientos básicos de sus soldados, Putin asegura que “no tenemos restricciones de financiación y el país y el gobierno dan todo lo que pide el Ejército. Espero que la respuesta se formule en consecuencia y se logren los resultados correspondientes”. No solo armas, sino también botiquines y calzado "al más alto y avanzado nivel".
Estas promesas chocan con las declaraciones de sus soldados, como se muestra en el vídeo de un combatiente ruso enviado al frente y que enseña el equipamiento de airsoft que les han proporcionado a modo de chaleco antibalas.
A pesar de este refuerzo desesperado y forzoso de sus filas, el minsitro de Defensa se atrevió a declarar que el ejército ucraniano había sufrido "grandes pérdidas" y que "una parte considerable" del armamento que tenía ya había sido destruido. En contraste, Shoigu ensalzó el bando ruso afirmando que había demostrado la "alta profesionalidad de sus comandantes" y la preparación del personal militar "para cumplir las misiones de combate más difíciles". Un equipo de "excepcional confiabilidad, eficiencia de las armas y el material ruso".
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Sin olvidar el armamento nuclear, "la garantía para preservar nuestra soberanía e integridad territorial y, en su conjunto, el equilibrio de poder en el mundo" según Putin. Tal y como indicó Shoigu, la tríada nuclear rusa garantiza una "disuasión estratégica confiable", provista en un 91,3 % de armas modernas y otros 22 lanzadores de misiles, incluidos los misiles balísticos intercontinentales Sarmat.