Járkov es la segunda ciudad más grande Ucrania. Situada al este del país, se encuentra a menos de 500 kilómetros de la capital, Kiev. Pero está todavía más cerca de Rusia. Todo ello la convierte en un punto estratégico que ha sido bombardeado por el Kremlin desde el inicio de la guerra para hacerse con su control lo más rápidamente posible.
El mercado de Barabashovo tampoco se libró de las bombas y fue atacado el pasado 17 de marzo. Se trata de la plaza comercial más grande de Ucrania y una de las mayores de Europa, con una superficie de 300.000 metros cuadrados. Un lugar al que miles de ucranianos acudían cada día para hacer sus compras más diversas. Desde productos de primera necesidad a la rareza más inimaginable, productos cotidianos y artículos de lujo.
Hoy, el mercado de Barabashovo ha quedado completamente reducido a cenizas. Donde antes había puestos de comida, tiendas y escaparates ahora no hay más que escombros. Los analistas barajan la hipótesis de que ese es el motivo por el que las fuerzas rusas lo bombardearon: dejar a la ciudad sin uno de sus principales lugares de abastacemiento.
Aquel día el diario The Washinton Post citaba fuentes oficiales e informaba de que 250 civiles habrían muerto en el ataque. Pero ya advertía de que ese no era el balance definitivo porque había muchos más cuerpos bajo los escombros.
Los proyectiles que cayeron el 17 de marzo sobre Barabashovo provocaron un incendio que arrasó con todo. "En Járkov, las fuerzas militares rusas mostraron desprecio por la vida de los civiles a través de aparentes ataques indiscriminados repetidos en áreas pobladas", señaló el director para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, Hugh Williamson.
Víctimas civiles
Desde que comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, la Organización de Naciones Unidas ha confirmado al menos 1.151 muertos y 1.824 heridos entre la población civil. Sin embargo, desde la propia ONU reconocen que estas cifras están lejos de los números reales, ya que tanto la situación dentro del país como la desinformación o la falta de transparencia en las cifras que ofrecen Ucrania y Rusia hacen muy compleja cualquier labor para constrastar la realidad.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh) ha contado entre los fallecidos 229 hombres, 171 mujeres, 34 niños y 15 niñas, así como 648 adultos y 54 menores cuyo sexo se desconoce. El documento publicado también detalla que de los heridos 203 son hombres, 152 mujeres, 34 niñas y 26 niños.
La Acnudh precisa que en el territorio controlado por las autoridades ucranianas –en particular, la capital y las regiones de Kiev, Cherkasy, Chernígov, Járkov, Jersón, Nikolaev, Odesa, Sumy, Zaporizhzhia, Dnipropetrovsk y Zhitómir– fallecieron 774 civiles, mientras otras 896 personas resultaron heridas.
En las regiones separatistas y rusoparlantes de Donetsk y de Lugansk 377 personas perdieron la vida y 928 resultaron heridas. De ellos, 60 muertos y 228 lesionados corresponden al territorio controlado por las repúblicas populares; y 317 fallecidos y 700 heridos, a las zonas bajo el control de Kiev.
También se indica que la mayoría de las víctimas registradas "se debieron al uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluidos los bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, ataques aéreos y con misiles".
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