"Hay colas enormes para conseguir pan. La harina y la levadura han desaparecido de las tiendas". Así comienza el diario que dos periodistas ucranianas han publicado en el periódico británico The Guardian, con el objetivo de documentar cómo transcurre la vida en Jersón tras su ocupación por parte de las tropas rusas, convirtiéndose en la primera gran ciudad que ha caído desde el inicio de la invasión de Ucrania ordenada por Vladimir Putin.
El relato de las dos mujeres, que escriben de forma anónima por temor a poner en peligro su seguridad, empieza el lunes 28 de febrero, cuando las esperas para conseguir comida y medicamentos se repetían por toda la ciudad antes de la llegada de los soldados rusos.
Y un día después, el martes 1 de marzo, "los soldados de un país extranjero caminan en nuestras calles", se lamentan en su escrito. Fue entonces cuando el ejército de Putin se hizo con la ciudad, según explican. "Los soldados rusos han entrado en mi Jersón".
La jornada posterior a la ocupación es de "total silencio", mientras "todo el mundo se queda en casa leyendo las noticias". Ese día, el alcalde de la ciudad, Igor Kolykhaiev, pidió un corredor humanitario para poder evacuar a las mujeres, los niños y los heridos, explican. Pero los atención de los rusos estaba centrada en la llegada de exprisioneros desde Crimea para que "actúen como locales que reciben a las tropas rusas con flores", aseguran.
Sin embargo, la población de Jersón no se rinde y al día siguiente salieron a la calle con banderas ucranianas y trataron de explicar a los rusos que no aceptarían los productos que habían traído en un convoy humanitario, relatan estas dos mujeres.
Las protestas han ido creciendo y este sábado los rusos dispararon tiros de advertencia para dispersarlas. "Sin embargo, la gente no está asustada y hay multitudes de manifestantes de todos las edades", destacan las periodistas, que han sido testigos directos de la caída de su ciudad en manos rusas.
También celebran que la vida se abra paso pese a la ocupación. "Un amigo nuestro, médico, ha pasado la noche trabajando. Las mujeres de Jersón siguen dando a luz incluso en los refugios antiaéreos: la pasada noche nacieron dos bebés", destacan al final de su relato.
El Ejército ruso se ha abierto paso por el sur de Ucrania con intensos ataques desde el inicio de la ofensiva hasta conseguir hacerse con Jersón. También ha conseguido bloquear Mariúpol, aunque Ucrania sigue manteniendo su control.
En esta ciudad ha fracasado por segunda vez un alto el fuego temporal entre ambos países para evacuar civiles, entre acusaciones mutuas de que la otra parte ha continuado con los ataques. Tras cinco días de duros combates, Mariúpol es una ciudad "no apta para la vida humana", según la describe Petro Andryushchenko, asesor del alcalde. Allí 450.000 personas esperan poder salir acorralados por ambos bandos.
Siguente objetivo: Odesa
Tras haberse hecho con el control de Jersón y tener rodeada Mariúpol, el ejército del Putin, tiene como siguiente objetivo la ciudad portuaria de Odesa. Así lo ha advertido este domingo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que ha asegurado que las fuerzas rusas se preparan para bombardear esta localidad.
"Los rusos siempre han venido a Odesa. Siempre han sentido solo calidez en Odesa, solo sinceridad. ¿Y ahora qué? ¿Bombas contra Odesa?", ha dicho Zelenski en uno de los últimos videos que ha publicado en sus redes sociales.
Por su parte, el secreario del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, ha afirmado que el país se está preparando para la segunda ola de una ofensiva a gran escala de Rusia. Kiev, la capital del país, también sigue en el punto de mira, ha agregado.
Otras ciudades que los rusos consideran estratégicas son Járkov, en el este, Mykolaiv, en el sur, y Chernígov, en el norte, ha apuntado Danilov. Sin embargo, la atención de los invasores se ha centrado en el sur del país tras la victoria en Jersón, con el objetivo de bloquear el acceso de Ucrania al mar Negro y al de Azov, ha agregado.
Además, la campaña de los rusos parece dirigirse al asedio de las ciudades tras haberse hecho únicamente con Jersón en los primeros días de la ofensiva. De esta manera, Francia advirtió este domingo que la guerra se encamina a una fase "muy dolorosa" ante la "lógica de asesido" que está mostrando el ejército ruso. "Creo que lo de Mariúpol será horrible", afirmó el ministro frances de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian.
Mientras tanto, Putin insiste en sus objetivos. En una llamada con su homólogo francés, Emmanuel Macron, aseguró este sábado que alcanzará su meta de "desnazificar y desmilitarizar" Ucrania "por la negociación o por la guerra", lo que apunta a que estas ciudades ucranianas no tendrán respiro.