Bruselas

Los ministros de Exteriores de la OTAN han celebrado este viernes una reunión de emergencia para discutir los próximos pasos tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Los aliados han condenado este ataque "brutal", "no provocado" y "premeditado" y han exigido al presidente ruso, Vladimir Putin, que pare la guerra "de inmediato", retire todas sus tropas de Ucrania "sin condiciones" y regrese a la vía diplomática.

Los países de la OTAN se comprometen a seguir prestando asistencia militar al Gobierno de Kiev y a reforzar la defensa de su flanco este. No obstante, los aliados han rechazado adoptar cualquier medida que suponga una escalada del conflicto. En particular, la OTAN no decretará una zona de exclusión aérea sobre Ucrania (como reclama su presidente, Volodímir Zelenski, para impedir los bombardeos de aviones rusos) porque eso supondría entrar en guerra directa con Moscú. 

En la reunión de emergencia ha participado también a través de vídeo el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. Además, han sido invitados los jefes de la diplomacia de Suecia y Finlandia, que se están replantenado su estatus de países neutrales a raíz de la guerra y a los que Putin les ha amenazado con "graves consecuencias" si entran en la Alianza Altántica. Josep Borrell ha representado a la Unión Europea.

"La OTAN es una alianza defensiva. Nuestra tarea central es mantener seguros a nuestros 30 Estados miembros. No somos parte de este conflicto y tenemos la responsabilidad de garantizar que no escale y se extienda más allá de Ucrania. Porque eso sería todavía más devastador y peligroso, con más sufrimiento humano", ha explicado el secretario general, Jens Stoltenberg, al término de la reunión.

"La OTAN no está buscando una guerra con Rusia", ha querido subrayar Stoltenberg en varios pasajes de su rueda de prensa.

Anthony Blinken y Jens Stoltenberg, durante una comparecencia conjunta este viernes OTAN

El secretario general de la Alianza Atlántica admite que el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Ucrania "se mencionó" durante la reunión de ministros de Exteriores. "Al mismo tiempo, los aliados están de acuerdo en que no debe haber aviones de la OTAN operando en el espacio aéreo ucraniano o tropas de la OTAN en territorio ucraniano", ha explicado.

"Hemos dejado claro que no vamos a entrar en Ucrania, ni por tierra ni en el espacio aéreo ucraniano. La única forma de imponer una zona de exclusión aérea es enviar aviones de combate de la OTAN al espacio aéreo ucraniano y derribar los aviones rusos. Entenemos la desesperación (de los ucranianos), pero si hiciéramos eso acabaríamos en una guerra total en Europa que implicaría a muchos más países", ha argumentado Stoltenberg.

Decisión dolorosa

"Por eso hemos tomado esta decisión dolorosa: imponer duras sanciones, aumentar nuestro apoyo (a Kiev), pero al mismo tiempo, no implicar a tropas de la OTAN directamente en el conflicto en Ucrania, ni por tierra ni por aire", ha concluido.

También el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, ha insistido en que "nuestra alianza es defensiva, no buscamos ningún conflicto". No obstante, ha dejado claro que la OTAN sí intervendría si Moscú ataca a algún país miembro, como los bálticos o Polonia. "Si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados. Y defenderemos cada centímetro de territorio de la OTAN", asegura Blinken.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha relatado que su homólogo ucraniano le telefoneó durante la madrugada para advertirle del ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia. "No podemos permitir esas escenas en Europa, no podemos permitir que nuestros ciudadanos vivan angustiados con posibilidades que habían desaparecido hace ya muchas décadas de la mente de todos los europeos", ha denunciado.

Pese a todo, Albares considera como el resto de aliados que "no tenemos que hacer nada que suponga una escalada". "Esta es la guerra de Putin. Él es el único que quiere la guerra. Ni la OTAN, ni los aliados europeos, ni siquiera los propios ucranianos o el Gobierno de Ucrania, quieren la guerra. Lo que queremos es paz", ha insistido el jefe de la diplomacia española, que ha llamado a una unidad "sin fisuras" entre los aliados, pero también entre las fuerzas políticas en España.

La foto de familia de la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN de este viernes OTAN

Aunque no se han tomado nuevas decisiones en este sentido, los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y Rumanía han aprovechado la reunión en Bruselas para avisar de su vulnerabilidad frente al Kremlin y han pedido más tropas aliadas en el flanco este de la Alianza de forma permanente

"No hay ninguna inteligencia que muestre que Rusia está intentando atacar a los Estados bálticos o a ningún otro país de la OTAN. Pero debemos recordar que hace tres meses apenas había evidencias de que Rusia estaba a punto de atacar a Ucrania. El mundo está cambiando delante de nuestros ojos y debemos estar preparados", ha dicho el ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis.

El telón de acero vuelve a caer

"Debemos discutir el refuerzo de la región báltica. Tenemos que mandar un mensaje muy claro: que no se trata sólo de disuasión sino de una defensa real. Que si alguien quiere intentar algo aventurado en la OTAN, en la región báltica, que la región báltica pueda ser defendida, porque es todavía bastante vulnerable", ha subrayado Landsbergis.

"Es hora de pasar de una misión de disuasión en el flanco este a una misión de defensa a gran escala. Debemos discutir más activos y más tropas. Tenemos una nueva realidad. Por segunda vez en la historia, el telón de acero está cayendo ahora mismo", sostiene el ministro de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics. A su juicio, la OTAN no debe descartar ninguna opción, ni siquiera una zona de exclusión aérea.

Josep Borrell conversa con Anthony Blinken y Jens Stolteberg durante la reunión de este viernes OTAN

"Para nosotros, es extremadamente importante acelerar lo más rápido posible la creación de un batallón en Rumanía, que estará liderado por Francia", ha indicado por su parte el jefe de la diplomacia rumana, Bogdan Aurescu.

Al mismo tiempo, Rumanía ha solicitado también a la OTAN "reestructurar" su posición en su flanco este con el fin de adaptarla a lo que el Kremlin está haciendo en Ucrania y Bielorrusia. "Porque Bielorrusia se ha convertido en otro distrito militar de Rusia y tenemos que tener en cuenta la presencia de Rusia en Ucrania con fuerzas militares", avisa Aurescu.

El diagnóstico que hace la OTAN sobre la evolución de la guerra en Ucrania es muy sombrío. "Los próximos días serán probablemente peores, con más muerte, más sufrimiento y más destrucción a medida que las fuerzas armadas rusas utilicen armamento más pesado y continúen sus ataques en todo el país", ha admitido Stoltenberg.

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