La relación entre el Líbano y los países del Golfo vive momentos de tensión. Arabia Saudí, Bárein, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos ya han ordenado la expulsión de los embajadores libaneses en sus países. Unas declaraciones del ministro de Información libanés, George Kordahi, sobre el conflicto armado en Yemen a principios de esta semana desencadenaron el deterioro de las relaciones en los últimos días.
El ministro libanés hizo una serie de comentarios sobre la guerra en Yemen que fueron interpretados por parte de los países del Golfo como una defensa a los rebeldes chiíes, conocidos como los hutíes. Este grupo rebelde, que ya intentó derrocar del poder al actual presidente del país, Abd Rabbu Mansour Hadi, está apoyado por Irán, país musulmán de la rama chií.
Los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí lideran una coalición de lucha en Yemen contra los hutíes. En 2015, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, junto a los saudíes, realizaron ataques aéreos en territorio yemení para intentar acabar con los hutíes. Fue una operación sin éxito. El conflicto en el país del Golfo se ha convertido en una especie de guerra particular entre las dos grandes potencias de Oriente de las dos ramas del islam: Irán (chií) y Arabia Saudí (suní).
Ante la polémica que levantaron sus palabras, Kordahi matizó en su cuenta de Twitter que sólo pretendía señalar la necesidad de acabar con el conflicto "absurdo" en Yemen. No obstante, para los países del Golfo el 'daño' ya estaba hecho. Exigen más para solucionar la crisis.
Las expulsiones de los representantes diplomáticos del Líbano en los países del Golfo empezaron a producirse sucesivamente este viernes. Primero fue Arabia Saudí, que acusa al grupo chií libanés Hizbulá de estar detrás de esta crisis diplomática. El gigante petrolero ordenó la expulsión en un plazo de 48 horas del embajador libanés en Riad. Además, llamó a consultas a su representante en el Líbano.
El siguiente fue Bárein, que también dio al embajador libanés en su país 48 horas para marcharse. El pequeño país del Golfo Pérsico calificó los comentarios del ministro de Información libanés de "ofensivos e inaceptables".
Kuwait y Emiratos Árabes Unidos se unieron a sus vecinos este sábado, expulsando a los diplomáticos libaneses de sus países y llamando a los suyos para que se marcharan del Líbano. Sin embargo, los Emiratos fueron un paso más allá: han retirado a sus diplomáticos. El resto, por el momento, solo ha llamado a consultas a sus embajadores. También ha prohibido a sus ciudadanos viajar al Líbano. Está por ver si países como el Sultanato de Omán, país que suele actuar de mediador entre los países del Golfo cuando surgen tensiones, y Catar, toman las mismas decisiones.
El Gobierno libanés dice haber iniciado "contactos" para encontrar una solución a esta crisis diplomática y ha formado un gabinete de crisis para abordarla. La Liga Árabe también ha mostrado preocupación este sábado en un comunicado, donde resaltaba que el Gobierno libanés no ha sabido manejar la situación de "manera efectiva".