Dos mujeres luchan contra el viento en Corea del Sur.

Dos mujeres luchan contra el viento en Corea del Sur. KIM HONG-JI Reuters

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Nueva lección de Corea del Sur: esto es lo que pasó tras la detección de un caso

Un coreano con síntomas fue a votar el 15 de abril. Aunque su infección se reportó el 18, ha supuesto el cierre de una iglesia y la cuarentena de casi 300 sanitarios. 

20 abril, 2020 18:55

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Corea del Sur siempre se presenta como el ejemplo de país que actuó precozmente contra la nueva infección por el coronavirus Sars CoV-2. La realización masiva de test a todos los casos sospechosos y sus contactos y el trackeo mediante Apps a toda la población, se ha traducido en que el número de casos nuevos en la actualidad apenas supere los 20 diarios y que la mortalidad total sea de 236 personas, según Reuters. 

Pero a veces parece que el trabajo de Corea se acabó entonces, en esos inicios tempranos de la epidemia que permitieron controlarla. Sin embargo, no ha sido así. Corea del Sur continúa trabajando con un modelo del que quizás podría aprender España para cuando se inicie la famosa desescalada. 

Así, en cuanto se detecta un caso -todavía a día de hoy- se pone en marcha la maquinaria. Trazar todos los contactos del nuevo infectado y poner en cuarentena a todos sus contactos, como ha contado en Twitter la periodista de la BBC Laura Bicker. 

En un artículo de la agencia Reuters se detalla lo que ocurrió recientemente con un positivo notificado este sábado. Se trata de la historia de un habitante de Busan al que se le confirmó que estaba infectado de coronavirus el sábado. A partir de ahí, se reconstruyó de forma retrospectiva lo que había hecho anteriormente. 

Así, el pasado 15 de abril el hombre en cuestión, de 58 años, acudió a votar. Después, acudió a una iglesia con motivo de la Pascua y visitó algunos restaurantes, que ya están abiertos en Corea del Sur, aunque con restricciones. 

Nada más saberse que el hombre podía tener síntomas durante esos días, las autoridades hicieron pruebas a sus contactos estrechos, entre ellos su hija, enfermera en un hospital y que  estaba también infectada sin saberlo. 

Pues bien, las autoridades no lo dudaron. De inmediato se decidió cerrar la iglesia en la que había estado el paciente durante las próximas dos semanas. A su vez, el hospital donde trabaja la hija ha sido puesto en cuarentena y se ha aislado a otros 296 contactos de ambos. 

"Si bajamos la guardia en lo que se refiere a las medidas de distanciamiento social, el virus puede volver y poner en peligro a nuestra sociedad", declaró el viceministro de Salud del país, Kim Gang-lip.