Una alimentación sana y equilibrada, como la que proporciona por ejemplo la dieta mediterránea española, además de hacer ejercicio físico diario, son dos factores que tienen un gran efecto positivo en el funcionamiento de nuestro organismo. Pero lo cierto, es que existen algunas vitaminas especialmente recomendadas para la salud de las mujeres. Hablamos por supuesto de la vitamina C, de la vitamina E, de la vitamina B2, de la vitamina D, pero por supuesto también de la no tan conocida vitamina D3.
Un tipo de vitamina esencial para sentirnos bien, para asegurar la salud de nuestros huesos y articulaciones, pero también para beneficiar diferentes procesos y prevenir determinadas afecciones más asociadas a la salud femenina. Una vitamina que en ocasiones no consigue alcanzar los valores adecuados en el organismo. Esto es todo lo que necesitas saber sobre ella y sus beneficios.
Qué es la vitamina D3
La vitamina D3 es uno de esos nutrientes pertenecientes al grupo de vitaminas D. Un tipo de vitamina soluble en grasa que normalmente nuestra piel sintetiza cuando se expone al sol, pero también puede obtenerse a través de suplementos dietéticos sobre todo debido a que no siempre se consigue tener los niveles óptimos en el organismo.
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En cuanto al papel de esta vitamina en el organismo, este es especialmente importante ya que sin la presencia o los niveles adecuados de esta vitamina, nuestro cuerpo no puede tener una correcta absorción del calcio o una óptima coagulación de la sangre.
También se encarga de regular el funcionamiento del sistema inmunitario, ayuda a combatir el envejecimiento y controla la presión arterial.
Cuáles son los beneficios de la vitamina D3 en las mujeres
Tener unos niveles adecuados de esta vitamina hace que nuestros huesos y articulaciones estén suficientemente fuertes, también ayuda a mantener una correcta flexibilidad, resistencia y calidad de los huesos, a la vez que ayuda a prevenir diferentes enfermedades e infecciones, gracias a su fortalecimiento del sistema inmunitario.
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Pero lo cierto, es que esta vitamina D3, también conocida como colecalciferol, es esencial para mantener una buena salud en las mujeres. Estos son algunos de los más destacados:
- Reduce el riesgo de enfermedades autoinmunitarias: Un estudio publicado en la revista PLOS One en 2018 encontró que los niveles adecuados de vitamina D3 pueden reducir el riesgo de enfermedades autoinmunitarias en mujeres, como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide o el lupus.
- Mejora la salud cardiovascular: La vitamina D3 también ayuda a disminuir la presión arterial y los niveles de colesterol en sangre, algo que ayuda además a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular. De hecho, un estudio publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition en 2017 encontró que la suplementación con vitamina D3 puede reducir la presión arterial en mujeres con deficiencia de vitamina D3. Mientras otro estudio publicado en la revista Circulation en 2008 encontró que los niveles bajos de vitamina D3 se asociaron con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca en mujeres.
- Reduce el riesgo de cáncer: También se ha demostrado que la vitamina D3 puede reducir el riesgo de padecer determinados tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de mama, el cáncer de colon y el cáncer de ovario. La evidencia la encontramos en un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention en 2013, el cual encontró que la suplementación con vitamina D3 puede reducir el riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Mientras que otro estudio publicado en la revista Gut en 2015, encontró que los niveles bajos de vitamina D3 se asocian con un mayor riesgo de cáncer colorrectal en mujeres.
- Cuida la salud mental: Otro punto a favor de esta vitamina, es que se ha demostrado que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y además disminuye el riesgo de depresión en las mujeres. Concretamente a través de un estudio publicado en la revista Psychiatry Research en 2016.
A pesar de estos beneficios, es importante destacar que los niveles adecuados de vitamina D3 pueden variar en cada persona dependiendo de la edad, la salud y otros factores.
Así que lo mejor es que antes de incluirla como complemento alimenticio, no olvides consultarlo antes con un profesional de la salud, para que pueda determinar cuál es la dosis adecuada.
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Dónde se encuentra la vitamina D3
Como explicamos al principio, la vitamina D3 es una vitamina que necesita de la exposición solar para mejorar sus niveles. Pero precisamente su déficit en el organismo viene provocado precisamente por este motivo.
La razón de ello, es que se necesita una exposición diaria al sol de 30 minutos, pero a la vez necesitamos protección frente a los rayos UV, por lo que su eficacia con estos fotoprotectores disminuye.
Además, los alimentos en los que está presente como el aceite de hígado de bacalao o la mantequilla, no son alimentos de los que se deba abusar, precisamente por su alto contenido en grasa. Por ello, la mejor opción para asegurar unos correctos niveles de vitamina D3 en el organismo es tomar suplementos de esta vitamina.
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En cuanto a su presentación, este tipo de suplemento se puede encontrar en forma de cápsulas, de gel masticable como gominolas, tabletas y gotas líquidas para tomar por vía oral. Lo recomendable normalmente suele ser tomarlo una o dos veces al día, pero lo más adecuado es que tu médico determine la dosis adecuada a tu edad y a tu situación concreta.
Cuáles son los síntomas de tener un déficit de vitamina D3
Dependiendo del grado en el que se dé, la carencia de esta vitamina puede relacionarse con fatiga, cansancio, nerviosismo, aumento de las caries, trastornos de sueño e incluso depresión o empeoramiento de enfermedades como la diabetes.