Si estás decidido a adelgazar y tratar de estar en el mejor estado de forma, pero no eres demasiado amigo de las dietas estrictas o de darte una gran paliza cada día en el gimnasio, existe una posible solución. Y es que puedes perder kilos y moldear tu figura solo caminando, aunque para ello tendrás que seguir una serie de pasos.
Dado que no vale caminar de cualquier forma, te vamos a indicar los pasos que tienes que andar al día para fortalecer las piernas y perder peso. Antes de nada, te recordamos que caminar es un ejercicio muy completo y con muchos beneficios para el organismo, que además tiene la ventaja adicional de que puede ser practicado por personas de todas las edades. Este ejercicio nos ayuda a adelgazar, pero también a mejorar la respuesta muscular, a activar la circulación y a controlar el colesterol, los niveles de glucosa y la presión arterial, entre otros.
Cómo perder peso caminando
Para poder fortalecer las piernas y perder peso caminando, no vale hacerlo de cualquier manera, sino que se deben seguir una serie de recomendaciones, que comienzan por tener un control de la velocidad a la que caminas, un aspecto clave para adelgazar. Lo recomendable es andar a 4,8 km/h o un poco más, teniendo presente que siempre se debe ir andando y no trotando para llegar a esta velocidad.
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Por otro lado, es importante caminar al menos tres veces por semana si quieres perder peso, y hacerlo durante una hora. Para controlar la velocidad y el tiempo que inviertes en tus salidas para andar, es recomendable que te hagas con una pulsera de actividad, ya que te permitirá tener estos aspectos bajo control e incluso ver tu progreso. Gracias a este dispositivo también podrás controlar el ritmo cardíaco y las pulsaciones, de manera que trates de mantener tu ritmo cardíaco en torno a un 60-70%.
Además, es necesario cuidar la técnica y la postura para evitar posibles problemas como consecuencia de esta actividad. Cuando estés caminando debes hacerlo con la espalda erguida y una buena postura para evitar lesiones. Para ello también debes evitar dar grandes zancadas, siendo lo más aconsejable mantener tu peso natural, pero a un ritmo mayor, además de no caminar mirando hacia abajo y controlar el movimiento de los brazos.
Cuando salgas a caminar debes ponerte ropa y calzado adecuado, siendo lo ideal que uses unas zapatillas para andar con calcetines cómodos para evitar rozaduras, así como una ropa transpirable, preferiblemente de algodón. Es aconsejable que siempre se vaya bien equipado para la práctica deportiva, ya que así se podrá realizar con mayor comodidad.
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Por otro lado, para fortalecer piernas y adelgazar, se recomienda cambiar de intensidad al andar, variando el ritmo e incluso realizando otras actividades complementarias que puedan ayudar a potenciar la actividad física, como subir y bajar las escaleras. Por último, una regla fundamental es la de divertirse andando, ya que en caso contrario tendrás más posibilidades de abandonar pronto la actividad. Trata de convertir tu rato para andar en un momento para relajarte y disfrutar, siendo aconsejable que te lleves tu música favorita, puesto que así te resultará más cómodo caminar.
Las numerosas ventajas de caminar para la salud
Caminar con regularidad es una de las formas más simples y efectivas a hacer ejercicio físico, y tiene diferentes ventajas para la salud, comenzando por el hecho de que resulta de gran ayuda para mejorar la salud cardiovascular. Al caminar regularmente se consigue fortalecer el corazón al mismo tiempo que se mejora la circulación sanguínea, lo que al mismo tiempo reduce las posibilidades de padecer enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
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Además de ayudarte a controlar y perder peso al quemar calorías, favorece el fortalecimiento de huesos y músculos, haciendo que se mantenga la densidad ósea y se reduzca el riesgo de padecer osteoporosis y fracturas. De igual modo, también contribuye a mantener una buena postura y equilibrio, lo que resulta especialmente importante a medida que envejecemos y que nos ayudará a la hora de evitar posibles lesiones y caídas.
La actividad física regular como caminar puede ayudarnos a la hora de mantener la presión arterial en niveles saludables, así como a estimular el movimiento intestinal, promoviendo de esta manera una mejor digestión y minimizando las posibilidades de sufrir problemas gastrointestinales.
Caminar también es una actividad que nos ayuda a liberar endorfinas, unos neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y reducen los niveles de estrés y ansiedad, por lo que en esos momentos en los que te sientes de esta manera, podrás salir un rato a caminar para hacer deporte y ayudarte a relajar. Asimismo, caminar con regularidad aumenta la resistencia y la energía general, lo que a su vez redunda en una mejora de la calidad del sueño y una mejora de la productividad diaria.
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A todo lo anterior hay que sumar el hecho de que, tal y como han podido demostrar diferentes estudios que han sido llevados a cabo a lo largo de los últimos años, caminar ayuda a aumentar la longevidad, lo que hace que las personas que caminan con regularidad acostumbran a vivir más tiempo en comparación con aquellas que son sedentarias.
Estos son solo algunos de los múltiples beneficios que tiene andar para la salud, por lo que, si no lo haces, es el momento de que comiences a planteártelo.