Como ya vimos con el mejor ejercicio para acelerar el metabolismo a partir de los 40, mantenerse activa a partir de cierta edad puede parecer un reto, pero se trata de un esencial para combatir los efectos del envejecimiento, reducir el riesgo de padecer determinadas enfermedades, de perder agilidad y destreza, para asegurar una forma física y musculatura envidiables, pero también para adelgazar y evitar problemas de sobrepeso (uno de los trastornos más comunes en España).
Y aunque sabemos que sacar tiempo para practicar deporte con todas las tareas que podemos llegar a tener a lo largo del día puede implicar hacer un esfuerzo extra, nuevamente te invitamos a que lo conviertas en tu prioridad como la mejor forma de cuidar nuestro cuerpo y que además lo lleves a cabo a través de uno de los deportes más completos con el que podrás fortalecer tus músculos a la vez que mantienes la línea.
El mejor ejercicio para fortalecer los músculos y adelgazar
Caminar, correr, bailar... Lo cierto es que existen numerosos ejercicios que pueden ayudarnos a estar en forma, pero esta vez queremos hablarte concretamente de uno que es ideal y sobre todo aconsejable a partir de los 40 y 50 años. Ese ejercicio es nadar.
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Sí, has leído bien. La natación es un ejercicio cardiovascular excelente con el que podrás fortalecer todo el cuerpo y a diferencia de otros deportes como correr, nadar implica un mínimo impacto reduciendo el riesgo de lesiones asociadas. Todo ello mientras mejoras la movilidad y la coordinación, a la vez que aumentas el tono muscular y mejoras tu salud mental liberándote de la acumulación de estrés.
Sabemos que para adelgazar una dieta saludable y equilibrada y una vida activa son dos imprescindibles, pero si a ello le añades uno de los mejores entrenamientos cardiovasculares y de fuerza que cualquier persona de cualquier edad puede hacer entonces los resultados serán aún mejores.
Y es que a la vez que nadar ayuda a fortalecer el músculo cardíaco, fortaleces todos los músculos del cuerpo a la vez que quemas calorías y utilizas brazos, piernas y core por igual. Para realizar los movimientos dentro del agua se requiere una gran resistencia y fuerza, además de que mejora la capacidad respiratoria y a la vez el agua ofrece una suave resistencia que no impacta en tus rodillas, facilitando así la práctica de ejercicio para personas con dolores, artritis o incluso asma.
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A esto hay que unirle los resultados de este estudio que encontró que este deporte en mujeres de mediana edad que nadaban unos 60 minutos 3 veces por semana les conllevó una quema de calorías significativa en apenas 12 semanas.
Beneficios de la natación en mujeres
Entre los muchos beneficios relacionados con nadar, destaca uno especialmente beneficioso para las mujeres. Y es que este deporte es un gran aliado para evitar la retención de líquidos que sobre todo aparece debido a cambios hormonales como el embarazo o la ovulación.
Así que no dudes en combinar la natación con una buena dieta, para prevenir esa incómoda retención y aliviar la hinchazón.
Entrenamiento cerebral para todas las edades
Los beneficios de cualquier actividad física para mantener la mente ágil a medida que envejecemos son evidentes. Pero la actividad de nadar en concreto, parece reforzar la memoria estimula la función cerebral.
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Un estudio realizado sobre el proceso de regeneración neuronal y el ejercicio físico, demostró que esto tiene mucho que ver con el BDNF (del inglés Brain-Derived Neurotrophic Factor), un factor de crecimiento del cerebro que mejora la memoria y la cognición. Porque lo que diferencia a la natación de otras actividades cardiovasculares es, precisamente, que estimula la liberación de BDNF.
Otros beneficios conocidos de la natación
- Tonifica la masa muscular, aumenta la flexibilidad, alivia dolores e inflamaciones en articulaciones.
- Trata y alivia dolores cervicales, de espalda, ligamentos y articulaciones.
- Ayuda a regular la respiración, fortalece el corazón, regula la presión arterial y reduce el riesgo cardíaco.
- Ayuda a recuperar la agilidad y la forma física.
- Reduce los niveles de estrés.