Hay zonas de nuestro cuerpo por las que nos preocupamos más. Mientras que ignoramos partes como los antebrazos o las famosas pantorrillas, nos esforzamos más en otras como el abdomen o los glúteos. No es que las primeras tengan menos importancia, es que simplemente estas dos últimas forman parte de una preocupación estética mucho más extendida.
Sin embargo, si hay algo que caracteriza a zonas como los glúteos, es la dificultad que les acompaña para poder conseguir el resultado que buscamos. No todos los ejercicios son válidos, requieren un esfuerzo superior y prácticamente todos ellos van acompañados de las tediosas agujetas.
Por este motivo, muchas personas ponen especial atención en encontrar ciertos ejercicios que sean clave para fortalecer la zona trasera del cuerpo, pero también que sean asequibles de ejecutar. Aunque pensemos que es algo imposible, los expertos aseguran que el secreto puede estar en nuestra postura al dormir.
Hay muchos motivos por los que es complicado entrenar los glúteos, desde la influencia de nuestra propia genética, que puede dificultar el proceso, hasta la alimentación o incluso la falta de descanso, son algunos de los hábitos que impiden que nuestra zona trasera se vea firme.
En cambiar algunos de ellos está la clave. Mientras que la genética es algo inamovible, lo cual en muchas ocasiones tenemos que aceptar —aunque el tema de los glúteos sí puede cambiar— el descanso es algo que no podemos subestimar. Sobre todo, cuando dormimos boca abajo.
Cómo dormir para fortalecer glúteos
Lo cierto es que prestamos mucha atención a los glúteos cuando vamos al gimnasio. Dedicamos más tiempo a fortalecerlos y buscamos los mejores ejercicios para ver los resultados cuanto antes; sin embargo, en nuestra vida cotidiana no es así.
Existen una serie de hábitos cotidianos que, en cierta forma, sabotean el ejercicio que realizamos en el gimnasio. Entre ellos, las actividades diarias sedentarias, como pasar mucho tiempo sentado o dormir en cierta postura, pueden estar afectando al crecimiento de nuestros glúteos.
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Cuando permanecemos mucho tiempo en la misma postura —en especial, cuando dormimos, que no somos conscientes— los flexores de la cadera se contraen y provocan la inhibición de los glúteos. Puede llegar incluso a cambiar su forma y que parezca más plano.
Al tratarse de una zona muy difícil de fortalecer, los expertos sugieren que lo mejor es adoptar ciertos modos para evitar que se repriman, como dormir boca abajo para que dicha parte del cuerpo no se vea afectada.
Esta postura no solo evita ejercer presión excesiva del cuerpo sobre esta área, sino que también activa los músculos de los glúteos, contribuyendo así al desarrollo muscular.
Cuando dormimos boca abajo, los glúteos están en una posición de contracción. Esto significa que están trabajando para mantener nuestro cuerpo en posición y, por tanto, estamos fortaleciendo los músculos de la zona y conduciendo a un crecimiento muscular.
Aunque en un principio los glúteos parezcan una zona del cuerpo meramente estética, tienen una gran importancia de cara a mantener la postura erguida, trabajar como extensores de cadera y estabilizar la pelvis.
Por tanto, la posición de dormir en ciertas posiciones para aumentar los glúteos van más allá del factor estético, pues también aporta resultados favorables para la salud y el bienestar. En esta postura, la columna descansa en su posición natural y el estómago queda por debajo del esófago, evitándose así la acidez y el reflujo.
Trucos adicionales para dormir
Añadido a dormir boca abajo, existen otros sencillos hábitos, tal y como comparte el medio Caracol Radio, que no solo pueden favorecer el crecimiento de los glúteos, sino también ayudar a un descanso más óptimo.
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Una almohada firme pero cómoda. Una almohada inadecuada puede llegar a ejercer presión en los glúteos mientras dormimos, si escogemos una firma pero cómoda, que mantenga nuestra cabeza y cuello alineados con la columna, evitaremos que se aplasten.
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Una colchoneta. Es muy posible que tu colchón sea o muy firme o demasiado blando, los expertos sugieren emplear una colchoneta para añadir una capa acolchada extra y proteger los glúteos mientras dormimos.
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Ejercicios de estiramiento. Antes de irnos a dormir, podemos optar por realizar ejercicios de estiramiento para relajar los músculos y evitar posibles molestias durante la noche.
Dormir boca abajo no nos va a hacer despertar con el glúteo de nuestros sueños, sino que es un simple hábito que puede estar perjudicando su crecimiento. Añadido a esta postura debemos saber que el ejercicio y la alimentación son clave.