Un abdomen plano es ese objetivo físico que todos queremos lograr. Quizás por el canon de belleza actual o simplemente por ser una meta que nos hemos obligado a cumplir, un vientre tonificado es el motivo por el que miles de personas pasan horas y horas en el gimnasio. Sin embargo, también es una de las zonas del cuerpo más difíciles de ejercitar, y sobre todo, de ver resultados.
El abdomen es un caso muy particular. La grasa que se concentra sobre la musculatura es especialmente resistente y no solo se elimina a base de entrenamiento, sino que la dieta juega un papel fundamental. Este tema suele ser una cuestión de preocupación estética, especialmente después de los 50 años, cuando el metabolismo cambia y aparecen nuevas curvas mientras el proceso de eliminación de ellas se ralentiza.
Más allá de la estética, la grasa abdominal puede llegar a suponer un peligro para nuestra salud. Está científicamente demostrado que es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes, por lo que hay que prestarle especial atención. No solo siendo constantes, también eligiendo los ejercicios correctos.
Uno de los errores más comunes cuando decidimos hacer ejercicio es pensar que todos los que vemos en pantalla o los que está haciendo nuestro compañero de máquina es el idóneo para trabajar la zona que queremos. Cuando pensamos en la zona abdominal, es habitual pensar que los abdominales tradicionales son el único ejercicio que puede ayudarnos a tonificar la zona y que, cuantos más hagamos, mejores resultados lograremos, pero no es así.
Mientras que el cuerpo que llevamos años deseando no va a aparecer de la noche a la mañana, tampoco lo hará por mucho que nos obliguemos a nosotros mismos a sudar. No solo debemos ir poco a poco, también con ejercicios que se adapten a nuestro nivel. Y aunque pensemos que llegados a una edad nunca vamos a encontrar el idóneo, los expertos nos sugieren exactamente lo contrario.
El mejor ejercicio para tonificar el abdomen a partir de los 60
Asociamos el deporte a la juventud, a esa época en la que tenemos energía suficiente como para ir al gimnasio y levantar las pesas. Con el paso de los años, rebajamos nuestras exigencias y pensamos que llegados a una edad, es hora de olvidarnos de mantenernos en forma. Sin embargo, hacer deporte a partir de los 50 años es igual de necesario, o más, que cuando somos jóvenes, advierten los médicos.
En este punto, a pesar de que el ejercicio sea fundamental, también lo es encontrar los ejercicios que se adapten a nuestro nivel, tanto si llevamos poco tiempo haciendo deporte como si nunca hemos dejado de hacerlo. La profesional de fitness Denise Austin hace fácil la rutina a todas esas personas que no conocen cómo ejercitar su cuerpo, y, por tanto, cómo eliminar —por fin— la grasa abdominal.
Los llamados abdominales de pie no solo se adaptan a nuestra condición física por ser muy sencillos, sino que también se pueden realizar en cualquier lugar. Sin necesidad de desplazarnos hasta un gimnasio, es un entrenamiento para el cual lo único que necesitamos son dos pesas —u objetos de peso—, constancia y muchas ganas.
El tema de las pesas siempre se puede adaptar a nuestro nivel. No hace falta comenzar con un peso que no podemos soportar, sino que podemos comenzar con uno bajo y después, ir subiendo. Estos objetos son fundamentales, puesto que nos ayudarán a intensificar el movimiento.
Cómo hacer el mejor ejercicio para lucir tripa plana a partir de los 60
Para realizar correctamente los abdominales de pie tenemos que comenzar, como su propio nombre indica, de pie, con los pies juntos y los brazos estirados hacia arriba, sujetando las pesas.
Lo que vamos a hacer es levantar el pecho bien alto, estirarlo hacia arriba y después, hacer abdominales hacia delante tirando de la rodilla hacia el pecho mientras empujamos hacia arriba, tal y como explica la experta. Mientras juntamos el pecho, los codos y las rodillas, tenemos que "tirar del ombligo hacia arriba y hacia dentro y contraer los abdominales".
Es el mejor ejercicio para las personas a partir de los 60, puesto que no se trata de un movimiento tan exigente como los abdominales tradicionales o las planchas. Además, al hacerse de pie y sin "ningún peligro" estamos evitando hacernos daño en la espalda y el cuello, algo habitual en otros entrenamientos.